Por: Basilio Padilla

El problema del mototaxismo no tiene solución fácil porque primero hay que combatir las raíces de esta situación. Con mucha razón el alcalde está preocupado con el problema de la inseguridad y el hecho de que los sicarios utilizan este medio para cometer sus fechorías. Tres elementos se deben considerar para remediar esta caótica situación: generar empleo para la mayoría de los mototaxistas, crear mayor disciplina en las calles de Valledupar e investigar las empresas de mototaxis que también nos llegan de todas partes, últimamente de Barranquilla.
El problema es que la generación de empresas, capacitación y trabajo toma más tiempo y es un esfuerzo que no se ha iniciado en su potencial completo. No es solamente el problema de la seguridad, sino también el caos de tránsito que se nota en todas partes. Es difícil controlar un negocio que no requiere sino la legalidad de la moto para entrar a las calles de la ciudad capital.
Ambos sectores en esta discusión tienen buenos argumentos. El de la seguridad es primordial cuando los índices del crimen se han elevado en forma vertical y el social, de muchos que realmente utilizan este medio para no morir de hambre y – por supuesto- aquellos que utilizan su moto para su uso personal, ya que es su medio de transporte.
Cabe mencionar que la mayoría de los mototaxistas son personas honestas, pero que infortunadamente el negocio ha sido penetrado por personas y bandas al margen de la ley, que lo utilizan para truncar la vida de muchos ciudadanos.
La solución radica en tener una base de datos completa de todos los que utilizan este negocio, para así comenzar a proyectar el tipo de ayuda y asistencia que ellos necesitan. Existen otros problemas asociados con el mototaxismo, como son la alta mortalidad después de accidentes, por la falta de protección y el simple hecho de que el cuerpo de la persona es su protección. Por cada ángulo que miremos el problema, la conclusión debe ser igual: necesitamos crear los medios de trabajo para que estas personas realicen una labor digna para ellos y sus familias.
La solución no radica en incrementar el número de policías en las calles, porque todo esto termina siendo más de lo mismo: paños de agua tibia. Agregado a este problema es la depresión de nuestro sector agrícola y ganadero, donde muchos de estos trabajadores se han  venido a la ciudad a desempeñar este trabajo, no habiendo más que hacer, esta es su única salida. Concretamente con un grupo de amigos estamos proponiendo un sistema que ha dado resultados en muchas partes del mundo llamado Proyecto Organizativo del recurso Humano o “POH”.
Estos organismos funcionan en forma independiente, con recursos privados, ONG, empresas locales, recursos gubernamentales y otros. En estos organismos se hacen varias cosas al mismo tiempo: organización del personal desempleado, capacitación bajo un solo techo, promoción de la libre empresa para que vengan a nuestra tierra, una pagina web con todos sus elementos,  el intercambio y la enseñanza gratuita de personas interesadas e invitadas.
Todo esto funciona en un buen local que cuente con algo de tecnología, y que sea el lugar donde se encuentre toda clase de información para empleadores y empleados.    Una de las actividades mas importantes del centro es servir de embajada a todas aquellas personas que quieren ver el potencial de nuestras ciudades y donde se refleje el sincero deseo de ayudarlos sin ningún otro interés que el de generar trabajo en nuestro departamento.
Cuando una empresa de afuera quiera mirar lo que tenemos, el rol del centro es enamorar a estos empresarios y demostrarles el grado de cooperación que pueden tener aquí en comparación  a cualquier otro lugar. Es importante contar con la ayuda del gobierno municipal y departamental para garantizarles cierto grado de éxitos. En estos momentos este esfuerzo es totalmente nulo y cuando los inversionistas llegan a nuestra tierra, la mayoría no encuentran la cooperación y ayuda que les gustaría tener.
A todo esto hay que agregarles algunos incentivos que se podrían negociar con las empresas de servicios públicos y zonas francas que disminuyan la carga de impuestos iniciales.