Las irregularidades halladas por la Superintendencia de Puertos y Transporte en los Centros de Reconocimiento de Conductores era un problema que se veía venir. La informalidad con que entregan las licencias de tránsito es evidente. Solo basta que una persona llegue a las oficinas del Tránsito Municipal, en el caso de Valledupar, y se encuentre […]
Las irregularidades halladas por la Superintendencia de Puertos y Transporte en los Centros de Reconocimiento de Conductores era un problema que se veía venir.
La informalidad con que entregan las licencias de tránsito es evidente. Solo basta que una persona llegue a las oficinas del Tránsito Municipal, en el caso de Valledupar, y se encuentre con los llamados tramitadores, que hacen el trámite en un abrir y cerrar de ojos. Lo hacen en las narices de las autoridades que bien saben que en la carrera por expedir licencias, no se cumple con algunos requisitos.
El puente entre los Centros de Reconocimiento y la Secretaría de Tránsito que finalmente es la que entrega el documento que acredita que una persona es apta para conducir, no lo hace el interesado, sino los tramitadores.
Por eso es oportuno que la Super haya metido mano para comenzar a controlar la expedición de licencias de tránsito y a su vez revise más de 85 mil licencias entregadas en los últimos siete meses.
No sé sabe quién anda detrás del volante en estos momentos.
Los exámenes que piden para emitir la licencia no son caprichosos, son la garantía de que la persona que conduce tiene bien sus cinco sentidos, porque si esto no se hace los índices de accidentalidad serían mayores.
¿Si actualmente son altas las cifras de accidentes vehiculares, cómo sería si no se realizan este tipo de exámenes médicos?
Hoy están en entredicho cerca de 85 mil licencias porque son dudosos los certificados médicos que las soportan.
No se sabe cuántas personas fueron avaladas en los Centros de Reconocimiento de Valledupar, pero las que sean necesarias, hay que revisarlas.
Aunque apenas esta es la primera fase de la investigación de la Superintendencia de Puertos y Transportes, que en los próximos meses verificará cada caso encontrado, es un buen precedente para que en el futuro no ocurran más irregularidades.
Los Centros de Reconocimiento de Conductores no pueden ser un cabo suelto.
El secretario de Tránsito de Valledupar, Oscar Tom, no debe lavarse las manos con el Ministerio de Transporte, también le corresponde a su sectorial apersonarse del tema y coadyuvar para que en adelante los trámites para una licencia de tránsito no sean tan amañados.
Las irregularidades halladas por la Superintendencia de Puertos y Transporte en los Centros de Reconocimiento de Conductores era un problema que se veía venir. La informalidad con que entregan las licencias de tránsito es evidente. Solo basta que una persona llegue a las oficinas del Tránsito Municipal, en el caso de Valledupar, y se encuentre […]
Las irregularidades halladas por la Superintendencia de Puertos y Transporte en los Centros de Reconocimiento de Conductores era un problema que se veía venir.
La informalidad con que entregan las licencias de tránsito es evidente. Solo basta que una persona llegue a las oficinas del Tránsito Municipal, en el caso de Valledupar, y se encuentre con los llamados tramitadores, que hacen el trámite en un abrir y cerrar de ojos. Lo hacen en las narices de las autoridades que bien saben que en la carrera por expedir licencias, no se cumple con algunos requisitos.
El puente entre los Centros de Reconocimiento y la Secretaría de Tránsito que finalmente es la que entrega el documento que acredita que una persona es apta para conducir, no lo hace el interesado, sino los tramitadores.
Por eso es oportuno que la Super haya metido mano para comenzar a controlar la expedición de licencias de tránsito y a su vez revise más de 85 mil licencias entregadas en los últimos siete meses.
No sé sabe quién anda detrás del volante en estos momentos.
Los exámenes que piden para emitir la licencia no son caprichosos, son la garantía de que la persona que conduce tiene bien sus cinco sentidos, porque si esto no se hace los índices de accidentalidad serían mayores.
¿Si actualmente son altas las cifras de accidentes vehiculares, cómo sería si no se realizan este tipo de exámenes médicos?
Hoy están en entredicho cerca de 85 mil licencias porque son dudosos los certificados médicos que las soportan.
No se sabe cuántas personas fueron avaladas en los Centros de Reconocimiento de Valledupar, pero las que sean necesarias, hay que revisarlas.
Aunque apenas esta es la primera fase de la investigación de la Superintendencia de Puertos y Transportes, que en los próximos meses verificará cada caso encontrado, es un buen precedente para que en el futuro no ocurran más irregularidades.
Los Centros de Reconocimiento de Conductores no pueden ser un cabo suelto.
El secretario de Tránsito de Valledupar, Oscar Tom, no debe lavarse las manos con el Ministerio de Transporte, también le corresponde a su sectorial apersonarse del tema y coadyuvar para que en adelante los trámites para una licencia de tránsito no sean tan amañados.