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Columnista - 4 septiembre, 2016

Sin crédito de fomento

Al igual que el obsoleto Esquema de Seguro Agrario, el Sistema Nacional de Crédito Agropecuario -SNCA-, necesita una urgente revisión. En sus 26 años de existencia, este esquema de financiamiento agrícola no ha logrado tener una cobertura superior al 10 % del total de las inversiones que se realizan anualmente en el campo. En el […]

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Al igual que el obsoleto Esquema de Seguro Agrario, el Sistema Nacional de Crédito Agropecuario -SNCA-, necesita una urgente revisión. En sus 26 años de existencia, este esquema de financiamiento agrícola no ha logrado tener una cobertura superior al 10 % del total de las inversiones que se realizan anualmente en el campo.

En el ranking de financiamiento por sectores (comercial, consumo, vivienda y microcrédito), el sector agrícola ocupa el último lugar con una participación del 2.6 % del saldo total de la cartera bruta del sistema financiero del país. Esta baja participación se debe a varios factores. Por una parte, los intermediarios financieros perciben al sector agropecuario como una actividad poco rentable y con mayores dificultades de información. Tampoco le jalan a colocar créditos al sector productivo porque la Junta Directiva del Banco de la República solo les válida hasta un 50 % los créditos sustitutos de inversión forzosa. Por ello, el 96 % de los créditos desembolsados al sector están concentrados en 10 bancos, de 47 entidades financieras que existen en el país.

Entretanto, los productores del campo se quejan de los intermediarios financieros por el exceso de trámites y las altas garantías hipotecarias, comisiones, impuestos y seguros además de las demoras en la aprobación y los desembolsos de los créditos. Como consecuencia, para evitarse las talanqueras para obtener un crédito ágil y oportuno, la gran mayoría prefiere pagar una tasa de interés por encima del 22 % EA a las casas comerciales.

El actual SNCA, tampoco ha podido lograr una distribución equitativa del crédito en el sector. De acuerdo con las estadísticas de Finagro, de los casi cinco billones que se colocaron en el primer semestre de 2016, el 84 % se desembolsaron en 12 de los 32 departamentos del país; solo el 17 % corresponde a créditos de pequeños productores; los desembolsos para ganadería y siembras siguen cayendo mientras que la agroindustria, el agrocomercio y las empresas proveedoras de insumos y maquinaria agrícola, siguen creciendo. En poco tiempo no tendremos alimentos para procesar y comercializar.

Para corregir estas fallas en el SNCA y lograr una mayor cobertura de crédito agropecuario, solo hay que aplicar el sentido común de las cosas, y comenzar por reclasificar a los productores del campo por sus ingresos y no por sus activos, ampliando el respaldo del Fondo Agropecuario de Garantías y reducir los costos de comisión, simplificar los rubros de los créditos, ampliar el portafolio de indexación de tasas de interés a IBR y ajustar los plazos a los flujos de caja de cada proyecto productivo.

Por su parte, la Junta Directiva del Banco de la República debería ayudar a acercar a la banca al agricultor, validando el 100 % de los créditos sustitutivos de inversión forzosa cuando estos sean para el sector productivo. De no tomar medidas urgentes, nos quedaremos sin crédito de fomento.

En el tintero: Hace 12 días se cayó el puente del Rio Charter en el Casanare. ¿Hasta cuando los arroceros tienen que esperar que las respectivas autoridades hagan algo para sacar 40.000 toneladas de arroz que se están perdiendo por falta de un puente provisional? ¡Qué horror!

Columnista
4 septiembre, 2016

Sin crédito de fomento

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Indalecio Dangond Baquero

Al igual que el obsoleto Esquema de Seguro Agrario, el Sistema Nacional de Crédito Agropecuario -SNCA-, necesita una urgente revisión. En sus 26 años de existencia, este esquema de financiamiento agrícola no ha logrado tener una cobertura superior al 10 % del total de las inversiones que se realizan anualmente en el campo. En el […]


Al igual que el obsoleto Esquema de Seguro Agrario, el Sistema Nacional de Crédito Agropecuario -SNCA-, necesita una urgente revisión. En sus 26 años de existencia, este esquema de financiamiento agrícola no ha logrado tener una cobertura superior al 10 % del total de las inversiones que se realizan anualmente en el campo.

En el ranking de financiamiento por sectores (comercial, consumo, vivienda y microcrédito), el sector agrícola ocupa el último lugar con una participación del 2.6 % del saldo total de la cartera bruta del sistema financiero del país. Esta baja participación se debe a varios factores. Por una parte, los intermediarios financieros perciben al sector agropecuario como una actividad poco rentable y con mayores dificultades de información. Tampoco le jalan a colocar créditos al sector productivo porque la Junta Directiva del Banco de la República solo les válida hasta un 50 % los créditos sustitutos de inversión forzosa. Por ello, el 96 % de los créditos desembolsados al sector están concentrados en 10 bancos, de 47 entidades financieras que existen en el país.

Entretanto, los productores del campo se quejan de los intermediarios financieros por el exceso de trámites y las altas garantías hipotecarias, comisiones, impuestos y seguros además de las demoras en la aprobación y los desembolsos de los créditos. Como consecuencia, para evitarse las talanqueras para obtener un crédito ágil y oportuno, la gran mayoría prefiere pagar una tasa de interés por encima del 22 % EA a las casas comerciales.

El actual SNCA, tampoco ha podido lograr una distribución equitativa del crédito en el sector. De acuerdo con las estadísticas de Finagro, de los casi cinco billones que se colocaron en el primer semestre de 2016, el 84 % se desembolsaron en 12 de los 32 departamentos del país; solo el 17 % corresponde a créditos de pequeños productores; los desembolsos para ganadería y siembras siguen cayendo mientras que la agroindustria, el agrocomercio y las empresas proveedoras de insumos y maquinaria agrícola, siguen creciendo. En poco tiempo no tendremos alimentos para procesar y comercializar.

Para corregir estas fallas en el SNCA y lograr una mayor cobertura de crédito agropecuario, solo hay que aplicar el sentido común de las cosas, y comenzar por reclasificar a los productores del campo por sus ingresos y no por sus activos, ampliando el respaldo del Fondo Agropecuario de Garantías y reducir los costos de comisión, simplificar los rubros de los créditos, ampliar el portafolio de indexación de tasas de interés a IBR y ajustar los plazos a los flujos de caja de cada proyecto productivo.

Por su parte, la Junta Directiva del Banco de la República debería ayudar a acercar a la banca al agricultor, validando el 100 % de los créditos sustitutivos de inversión forzosa cuando estos sean para el sector productivo. De no tomar medidas urgentes, nos quedaremos sin crédito de fomento.

En el tintero: Hace 12 días se cayó el puente del Rio Charter en el Casanare. ¿Hasta cuando los arroceros tienen que esperar que las respectivas autoridades hagan algo para sacar 40.000 toneladas de arroz que se están perdiendo por falta de un puente provisional? ¡Qué horror!