Refrán: “No es tu amigo quien te vive halagando y esconde la realidad, tu amigo es quien te dice la verdad”.

En Valledupar ha hecho carrera el “silencio cómplice” de parte de los directivos docentes de los establecimientos educativos oficiales. Pero ese “silencio cómplice” se hace por evitar represalias desde el regaño en reuniones, ante los medios de comunicaciones, las amenazas de procesos disciplinarios y traslados, acompañados de la consabida expresión “los conmino” que siempre aparecen en las circulares y directivas que emite la SEM de Valledupar.

Es más, es seguro que la verdad verdadera al alcalde no se la cuentan tal como es. También, porque el alcalde Fredys Socarrás Reales no ha tenido tiempo o no quiso reunirse de fondo con los rectores para que conozca o conociera la dramática situación en las que están los establecimientos educativos.

Cuando digo una reunión de fondo no es para que los rectores escuchemos los balances de gestión únicamente, una reunión de fondo también es para que cada rector y no unos cuantos, manifieste lo bueno, lo regular y lo deficiente que tiene en su establecimiento educativo, que influye en una verdadera prestación y calidad del servicio educativo.

Es tanto el embrollo en la SEM-Valledupar, que ya el secretario de Educación, Asdrúbal Rocha Lengua, cansado de tantos “jefecillos”, envió la Circular 0034 del 15 de julio de 2015, para rectores, directores, y directores de núcleos, donde dice lo siguiente: “Todo documento oficial de esta sectorial, como resoluciones, circulares, invitaciones y demás, sólo tendrán validez si están firmadas por este despacho. Esta secretaría los “conmina” en materia de la prestación del servicio educativo a seguir las directrices emitidas por el Ministerio de Educación Nacional-Secretaría de Educación Municipal” (sic).

En días pasados citaron a los rectores a tres reuniones simultáneas en la misma fecha a la misma hora y en sitios diferentes, las invitaciones la firmaban tres jefecillos diferentes, menos el Secretario de Educación.

De igual manera, ahora con el revolcón de nombramiento de docentes por concurso, ya el embrollo pasó a maremágnum porque están al borde la de histeria colectiva tanto los docentes que quieren entrar como los que se van. Mientras tanto, los funcionarios de nivel superior como el Icfes, no saben a quién tirarles el balón de la responsabilidad. Unos se dirigen al Secretario de Educación, y éste les dice que él no nombra, quien nombra es Talento Humano y Talento Humano le pregunta a José María Riveira y a Henry Zuleta, mientras tanto ese despelote llega a los establecimientos educativos, porque los profesores no llegan a tiempo, entonces; la culpa es del citador que no vuela.

Financieramente la Secretaría de Educación Municipal amerita una revisión profunda, ya prohibieron la asignación de horas extras para los profesores que tenían las actividades deportivas y artísticas, es decir, más vagancia para los alumnos y menos ocupación del tiempo libre, siendo esto contrario a las políticas nacionales, que busca que los estudiantes tengan más tiempo es la escuela.