Diana Carolina Guerra y María Camila Portela, esposa e hija de Adolfo Portela Rincones, miembro de la Seccional de Tránsito y Transporte Cesar (SETRA), expresaron su descontento y escepticismo sobre la versión oficial del fallecimiento del subintendente en la estación de Policía del corregimiento de Caracolí. 

Portela Rincones presuntamente se quitó la vida después de un grave accidente de tránsito en la vía hacia Bosconia.  Sin embargo, dicha versión es objeto de cuestionamientos por parte de la familia, que demanda una investigación más exhaustiva.

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“Yo me encontraba durmiendo y escuché a mi mamá llorando, me levanto asustada y le pregunto: ¿Qué tiene?, me dice: Tu papá no me responde, algo le pasó”, contó María Camila Portela, hija del policía al poner en conocimiento que su padre era una persona que se comunicaba frecuentemente con su familia y siempre tenía como hábito escribirles a las 6 de la mañana. 

Señaló que, al ver que eran las 8:30 a.m. y no tenían respuesta de él, fueron a buscarlo y en la vía cuando iban llegando a Mariangola se encontraron con una patrulla de la Policía Nacional y en ese momento fue cuando conocieron sobre el siniestro vial y el presunto hecho de suicidio. 

La esposa, Diana Carolina Guerra, afirmó que no tiene claridad sobre lo ocurrido y que solo se enteró por “intuición”. Aseguró que al llegar a la Clínica Sinais Vitais, donde fue trasladado el subintendente, notó “inconsistencias” en la versión oficial, ya que él presentaba una puñalada en el tórax y un corte en la muñeca.

Según la hija del policía, su papá “no presentaba ninguna hematoma o fisura”, cuando presuntamente la mujer que lo acompañaba, Linda Yazmin Martínez, está en estado crítico, por lo que se pregunta: si realmente su padre estuvo involucrado en el accidente ya que su vestuario tampoco tenía afectaciones. “Los zapatos que mi papá tenía puesto no tenían ni un poquito de tierra”, expresó.  

Otro punto aparentemente ‘extraño’ que resaltan los familiares de Portela Rincones, fue que el hijo menor del fallecido le escribía mensajes a su padre, los cuales le llegaban y él se alegraba y le decía a su mamá que “todo estaba bien”, pero de un momento a otro alguien quitó su foto de perfil del WhatsApp. La mujer del policía recibió el teléfono día y medio después de presentarse los hechos, móvil que recibió sin ningún tipo de información, nisiquiera con contactos, el cual hoy tiene a su cargo el CTI de la Fiscalía. 

“El teléfono tiene tres huecos que pareciera que se los hubiesen hecho a propósito con un lapicero, del resto no tiene raspados ni daños en los bordes”, mencionó María Camila Portela.

Frente a esto, la esposa del subintendente agradece a la Policía Nacional por su solidaridad pero exige respuestas claras y una investigación minuciosa para esclarecer los hechos.