Por Liseth Pana Torres

Con el fin de elaborar el acta de concertación del documento que contendrá los pormenores relacionados con  la remodelación final de la tarima ‘Francisco El Hombre’, ubicada en la plaza ‘Alfonso López’ de Valledupar, que luego  se enviará al Ministerio de Cultura para su evaluación, la Coordinación de la Casa de Cultura Municipal convocó ayer miércoles, en la sala de juntas de la Alcaldía Local, a las distintas organizaciones que tienen que ver con el tema en mención.
Entre las organizaciones invitadas hicieron presencia la Sociedad de Arquitectos del Cesar (SAC), la ONG Fundación Los Besotes y la Asociación de Viejo Valledupar (Aviva), quienes ofician como Comité de Veeduría.
Al respecto, John Peñaloza Almanza, coordinador de Cultura Municipal, manifestó que, “puesto que la tarima ‘Francisco El Hombre’ está situada en un espacio que fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, es natural que el Ministerio de este ramo es quien tendrá la última palabra con respecto a los cambios que se le harán a la obra, que como es de conocimiento público, una tutela dio la razón a un ciudadano que considera que la actual estructura riñe con el entorno de la plaza, por lo que la Administración Municipal debe realizar la remodelación pertinente”.
En este sentido se discutió por varias horas, pero al parecer no hay un punto de equilibrio para determinar si la decisión final acertada sea la eliminación del techo que cubre la tarima o la construcción de una nueva que lleve en su arquitectura figuras representativas de la región, como por el ejemplo instrumentos musicales como la caja, la guacharaca y el trinche.

Para el arquitecto Alberto González,  quien por medio de una maqueta explicó y mostró como se vería una nueva tarima en la plaza, dijo que la elaboración de una tarima que lleve elementos representativos de la región no afectaría el Centro Histórico, al contrario, los turistas verían con agrado una tarima que represente la esencia del vallenato. “En la plaza nunca antes había existido un principio de identificación y a la plaza la identifican con el Festival Vallenato, por ejemplo, la guitarra es el elemento de muchos folclores, pero el acordeón, la caja y la guacharaca únicamente son elementos del folclor vallenato”, narró el arquitecto durante la discusión.

En este sentido, Carlos Vidal, otro de los arquitectos que hizo presencia en la sala de juntas de la Alcaldía, hizo referencia al tema diciendo que el juez que dio el fallo dijo que se debe proteger el entorno colonial de la plaza y por eso considera que todos deberían estar de acuerdo. Para Vidal, es importante analizar la manera adecuada de proteger el entorno; además se refirió a la estructura de la cubierta de la tarima que para él está fuera de lugar. En esta medida, plantea la idea de no hacer una remodelación sino una eliminación de la cubierta. Agregó que, “la incorporación a la arquitectura de los elementos del folclor yo no la tengo clara porque yo no he visto por ejemplo que en los grandes viñedos de Europa, que ahora los están volviendo sitios turísticos, lugares con formas de botellas de vinos o corchos, ellos están llamando a los grandes arquitectos del mundo para que hagan unos proyectos que no se parezcan a la botella de vino, ni se parezcan al corcho; no necesariamente nuestros elementos del folclor los tenemos que volver cemento para hacerlos perdurar”, dijo el arquitecto invitado.

El punto de vista anterior es compartido por integrantes de Aviva que defendieron su posición, como es el caso de María Clara Quintero, quien manifestó que una nueva estructura sería aún más perjudicial porque se “comería” el entorno colonial de la plaza. Por su parte, el lingüista Armando Arzuaga Murgas, dijo que la tarima está asociada a la memoria colectiva y por eso cree que después de tantos años no se le debe negar el derecho de existir. Terminó su intervención diciendo que la discusión estaba desenfocada y además le estaban quitando tiempo a la discusión que era verdaderamente importante y es la desprotección actual del Centro Histórico.

Después de varias horas levantaron la sesión, en la que los invitados no llegaron a conciliación, por eso el acta será revisada por todos los miembros que hicieron parte del encuentro y luego será enviada al Ministerio con los puntos de vista discutidos.