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Columnista - 7 agosto, 2011

SI Y NO

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Nelson Robles, abogado riohachero residenciado en Bogotá, se convirtió en ésta ciudad en el Cónsul ad honorem de todos los riohacheros y guajiros que tenían problemas en la capital; ésta nominación fue tomando forma a raíz de un paisano que necesitó […]

P E R I S C O P I O
Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Nelson Robles, abogado riohachero residenciado en Bogotá, se convirtió en ésta ciudad en el Cónsul ad honorem de todos los riohacheros y guajiros que tenían problemas en la capital; ésta nominación fue tomando forma a raíz de un paisano que necesitó de sus servicios personales y regresó a Riohacha contando lo bien que le había ido. Los pedidos de ayuda eran disímiles como corresponde a la heterogeneidad del elemento humano, pero Nelson tenía, como buen abogado, el don de saber escuchar y no se molestaba ante nada ya que en su modo de ser disponía de una gran flema que lo hacía parecer y aparecer como alguien nacido  al pie del Támesis y no del Calan-Cala, nombre de nuestro Ranchería en su desembocadura.
La tranquilidad y suficiencia de Nelson ante los problemas era proverbial; como militante del Partido Comunista Colombiano por convicción ideológica y filosófica, al escuchar en la radio que el gobierno de turno estaba sindicando a los comunistas de algo, si estaba en su oficina llamaba a esa gran mujer que fue su señora, Rosa Curvelo y le decía que preparara el colchón con el resto de cosas; pijama, etc., mientras él se encargaba de comprar los cigarrillos Pielroja que fumaba incansablemente, pues ya sabía que habría detenciones de comunistas, no sabía a quienes encarcelarían, pero él y Gilberto Vieira serían los primeros y los más seguros. Todo eso con una serenidad pasmosa mientras llevaba su cigarrillo a la francesa y los lentes colgados en la punta de la nariz.
* Un 2 de febrero en Bogotá más de veinticinco personas resolvimos ir hasta Monserrate para oír la misa, entre ellos, Nelson, de cuya casa salimos después de la misa, algún impertinente se le acercó para preguntarle cómo era eso que un comunista iba a misa y Nelson le contestó: eso es así como es, el Partido Comunista y la Vieja  Mello son dos cosas distintas y nunca se van a encontrar.
Fuimos testigos de las veces que un muchacho estudiante riohachero hijo de un  amigo de  Nelson a quien vino especialmente recomendado lo abordó para que le arreglara un problema que, según mi parecer, quedó sin solución.
El muchacho se presentó ante Nelson y sin más trámites, delante de los demás que estábamos, le contó que tenía una novia y que él quería casarse con ella; Nelson le preguntó las generalidades acerca de la novia; nombre, edad, dirección, ocupación, etc., y luego le pregunto si había avisado a sus padres que se iba a casar, a lo que el muchacho contestó rápidamente que,  no, porque si lo hacía su padre no le seguiría girando, a lo que Nelson dijo: y con razón.  El  hombre insistió con el argumento que creyó valedero, “pero es que yo la quiero bajtante a ella y ella también me quiere bajtante a mí, yo ya no puedo vivir sin ella y ella no puede vivir sin mí”. Entonces cásense, dijo Nelson, “pero no ve que es que si nos casamos enseguida mi papá me corta el chorro y no me gira más y entonces, de qué vamos a vivir”? Entonces, no te cases, pero como hago yo para vivir sin mi amorcito si ella tampoco puede vivir sin mí y eso a mi me hace sufrir mucho, lo mismo que a ella, entonces, cásate pues, ay Dr. Nelson es que si mi papá se llega a enterar que yo me casé, es capaz de venirse hasta acá y quizá qué me hace, así hasta el infinito. El asunto es que ni Nelson pudo resolver ese galimatías del Sí y el No.

 

Pregunta que tiene que tiene que ver con la política.-  Por qué será que en ésta campaña Beniamino no respalda a su pariente Alturito, sino que más bien está interviniendo e invirtiendo para que no sea coronado rey de Camelot donde piensa instalarse con sus Caballeros de la Mesa Redonda ya que han venido todos a unírsele y no falta ni uno; sir Gawain, sir Lancelot, Alí Babá, que ha viajado con él hasta Roma para que el Papa le dé su bendición, traicionando, como siempre, al candidato del Papa, hasta Merlín El Mago, lo acompaña y ya se sabe como son de incisivos y de expertos en el uso de la Mano Peligrosa para vaciar erarios, se supone que todos juntos aconsejando, asesorando y saqueando, dejarán a Camelot en la ruina, porque si actuando uno a la vez lo dejaron exhausto, imagínense lo que será actuando todos juntos, porque no falta ninguno, es cierto  aquello de que “ Dios los cría y ellos se juntan”.
El asunto es que todos tienen ante Alturo el mismo privilegio y primacía, porque La Mesa Redonda no tiene cabecera, así que todos se considerarán co-administradores del reino por lo que acabarán con él  pues surgirán los celos, sir LANCELOT SE ENAMORARÁ DE GUINEVIERE PARA CONSEGUIR MÁS PARTE DEL BOTÍN, PERO MERLIN  DESCUBRIRÁ TODO Y CAMELOT SE HUNDIRA IRREMISIBLEMENTE. ESPEREMOS QUE SI ESO SUCEDE, DIOS NOS COJA CONFESADOS.

Columnista
7 agosto, 2011

SI Y NO

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Nelson Robles, abogado riohachero residenciado en Bogotá, se convirtió en ésta ciudad en el Cónsul ad honorem de todos los riohacheros y guajiros que tenían problemas en la capital; ésta nominación fue tomando forma a raíz de un paisano que necesitó […]


P E R I S C O P I O
Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ
Nelson Robles, abogado riohachero residenciado en Bogotá, se convirtió en ésta ciudad en el Cónsul ad honorem de todos los riohacheros y guajiros que tenían problemas en la capital; ésta nominación fue tomando forma a raíz de un paisano que necesitó de sus servicios personales y regresó a Riohacha contando lo bien que le había ido. Los pedidos de ayuda eran disímiles como corresponde a la heterogeneidad del elemento humano, pero Nelson tenía, como buen abogado, el don de saber escuchar y no se molestaba ante nada ya que en su modo de ser disponía de una gran flema que lo hacía parecer y aparecer como alguien nacido  al pie del Támesis y no del Calan-Cala, nombre de nuestro Ranchería en su desembocadura.
La tranquilidad y suficiencia de Nelson ante los problemas era proverbial; como militante del Partido Comunista Colombiano por convicción ideológica y filosófica, al escuchar en la radio que el gobierno de turno estaba sindicando a los comunistas de algo, si estaba en su oficina llamaba a esa gran mujer que fue su señora, Rosa Curvelo y le decía que preparara el colchón con el resto de cosas; pijama, etc., mientras él se encargaba de comprar los cigarrillos Pielroja que fumaba incansablemente, pues ya sabía que habría detenciones de comunistas, no sabía a quienes encarcelarían, pero él y Gilberto Vieira serían los primeros y los más seguros. Todo eso con una serenidad pasmosa mientras llevaba su cigarrillo a la francesa y los lentes colgados en la punta de la nariz.
* Un 2 de febrero en Bogotá más de veinticinco personas resolvimos ir hasta Monserrate para oír la misa, entre ellos, Nelson, de cuya casa salimos después de la misa, algún impertinente se le acercó para preguntarle cómo era eso que un comunista iba a misa y Nelson le contestó: eso es así como es, el Partido Comunista y la Vieja  Mello son dos cosas distintas y nunca se van a encontrar.
Fuimos testigos de las veces que un muchacho estudiante riohachero hijo de un  amigo de  Nelson a quien vino especialmente recomendado lo abordó para que le arreglara un problema que, según mi parecer, quedó sin solución.
El muchacho se presentó ante Nelson y sin más trámites, delante de los demás que estábamos, le contó que tenía una novia y que él quería casarse con ella; Nelson le preguntó las generalidades acerca de la novia; nombre, edad, dirección, ocupación, etc., y luego le pregunto si había avisado a sus padres que se iba a casar, a lo que el muchacho contestó rápidamente que,  no, porque si lo hacía su padre no le seguiría girando, a lo que Nelson dijo: y con razón.  El  hombre insistió con el argumento que creyó valedero, “pero es que yo la quiero bajtante a ella y ella también me quiere bajtante a mí, yo ya no puedo vivir sin ella y ella no puede vivir sin mí”. Entonces cásense, dijo Nelson, “pero no ve que es que si nos casamos enseguida mi papá me corta el chorro y no me gira más y entonces, de qué vamos a vivir”? Entonces, no te cases, pero como hago yo para vivir sin mi amorcito si ella tampoco puede vivir sin mí y eso a mi me hace sufrir mucho, lo mismo que a ella, entonces, cásate pues, ay Dr. Nelson es que si mi papá se llega a enterar que yo me casé, es capaz de venirse hasta acá y quizá qué me hace, así hasta el infinito. El asunto es que ni Nelson pudo resolver ese galimatías del Sí y el No.

 

Pregunta que tiene que tiene que ver con la política.-  Por qué será que en ésta campaña Beniamino no respalda a su pariente Alturito, sino que más bien está interviniendo e invirtiendo para que no sea coronado rey de Camelot donde piensa instalarse con sus Caballeros de la Mesa Redonda ya que han venido todos a unírsele y no falta ni uno; sir Gawain, sir Lancelot, Alí Babá, que ha viajado con él hasta Roma para que el Papa le dé su bendición, traicionando, como siempre, al candidato del Papa, hasta Merlín El Mago, lo acompaña y ya se sabe como son de incisivos y de expertos en el uso de la Mano Peligrosa para vaciar erarios, se supone que todos juntos aconsejando, asesorando y saqueando, dejarán a Camelot en la ruina, porque si actuando uno a la vez lo dejaron exhausto, imagínense lo que será actuando todos juntos, porque no falta ninguno, es cierto  aquello de que “ Dios los cría y ellos se juntan”.
El asunto es que todos tienen ante Alturo el mismo privilegio y primacía, porque La Mesa Redonda no tiene cabecera, así que todos se considerarán co-administradores del reino por lo que acabarán con él  pues surgirán los celos, sir LANCELOT SE ENAMORARÁ DE GUINEVIERE PARA CONSEGUIR MÁS PARTE DEL BOTÍN, PERO MERLIN  DESCUBRIRÁ TODO Y CAMELOT SE HUNDIRA IRREMISIBLEMENTE. ESPEREMOS QUE SI ESO SUCEDE, DIOS NOS COJA CONFESADOS.