En recientes conversaciones con EL PILÓN, el secretario de Obras Públicas de la Alcaldía de Valledupar, Efraín Quintero, señaló que la primera fase de la Casa en el Aire está culminada en un 100 % y solo restarían pequeños detalles en el tema de la energía para que la interventoría haga entrega de la obra.

De igual manera, Quintero comunicó que este proyecto no puede entrar en funcionamiento debido a que se entregará a la administración departamental para que ellos continúen con el proceso.

Ante esto, la secretaria de Infraestructura del Cesar, Esther Mendoza, indicó la disposición por parte de la Gobernación, para que una vez sea culminada la obra, ellos den paso al inicio de la segunda fase, que pondría punto final a este proyecto.

ENTRADA EN FUNCIONAMIENTO

Mucho se ha especulado de esta obra, que inició en el gobierno de Augusto Ramírez Uhía con la idea de conmemorar la vida y obra de Rafael Escalona. Una de las personas que posee mayor conocimiento de la Casa en el Aire es Juan Pablo Morón, exsecretario de Obras Públicas del municipio, puesto que mientras él fue funcionario de la Alcaldía se dio apertura a la construcción de la misma.

Morón señaló que esta idea se concibió en la pasada administración, debido a la ausencia, en su momento, de obras que impulsaran el ADN de Valledupar, es decir, la música vallenata. Por lo tanto, se buscó crear un circuito urbanístico y paisajístico que le diera importancia a esto.

“Nosotros le pedimos a los diseñadores inspirarse en la canción del maestro Escalona para la creación de esta y que a su vez se dividiera el proyecto en dos etapas desde un comienzo, aclarando que ambas fueran utilizables, para que la primera etapa entrara en funcionamiento una vez se terminara”, apuntó.

De igual manera, complementó diciendo que lo que hoy se encuentra construido en un 100 % es la plataforma de acceso, la torre que incluye un túnel adosado y la plataforma-mirador con su cubierta y patio colonial.

Asimismo, apuntó que la primera etapa está dividida tanto en presupuesto como constructivamente, lo que quiere decir que para construir la segunda etapa no se debe tocar en lo absoluto lo que hoy se encuentra realizado.

Ante la pregunta sobre si la Casa en el Aire puede entrar en funcionamiento una vez entregada la primera fase, el exsecretario es contundente al señalar que sí, puesto que se planeó de dicha manera. “La Casa en el Aire es la primera etapa, la segunda son servicios complementarios que le darán mucha más vida y le ofrecerán a los vallenatos y turistas un plus. Por esto digo, si la administración tiene voluntad, en estos momentos, la Casa en el Aire puede entrar en funcionamiento”, concretó Morón.

PROPUESTAS

Al ser consultado por propuestas que puedan ayudar a que este proyecto entre en funcionamiento de una manera correcta, aseveró, que hoy en día la Alcaldía de Valledupar, en cabeza de la oficina de Cultura y la Secretaría de Desarrollo Económico, tienen todas las herramientas para poner a funcionar la Casa en el Aire.

Puesto que para darle funcionamiento, indicó, solo es darle contenido, apropiar al alumbrado público en el proyecto, hacer gestiones para que Aseo del Norte realice las obras de urbanismo y así se adecue el frente de la plataforma de acceso para brindar dignidad, seguridad y protección para los usuarios.

En igual medida a como lo indicó Juan Pablo Morón, en algunos espacios de opinión han surgido ideas que podrían ayudar a catapultar el funcionamiento de la Casa en el Aire.

Expertos han propuesto: en el caso de los baños, si no estuvieran disponibles, reemplazarlos con algunos portátiles y semi-fijos; para el parqueadero, utilizar ideas ya usadas en otros sitios de la ciudad como la gravilla; en el caso de los locales comerciales o restaurantes, obras alternativas como contenedores que podrían ser soluciones livianas, útiles y económicas; para el arbolado y jardinería, acudir al nuevo vivero departamental; entre muchas más.

Por último, el exsecretario resaltó las bondades que traería este proyecto a la ciudad, puesto que desde un comienzo se pudo percibir el buen recibimiento de los amantes del folclor, inclusive desde otros países.