esde 1998, César Jerez es miembro de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC) y en la actualidad coordina el equipo nacional la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc).

Jerez, vocero de los campesinos del Catatumbo, y además involucrado en informes de inteligencia de las autoridades que le atribuyen supuestas relaciones con las Farc, habló con EL PILÓN sobre su papel en las asociaciones campesinas y en el Catatumbo, además, cómo juegan las Fuerzas Armadas y Revolucionarias de Colombia en este proceso de Reservas Campesinas en el país.

EL PILÓN: Los campesinos del Catatumbo están analizando un nuevo paro, en los próximos días habrá reuniones con el Gobierno Nacional, ¿qué pedirán?

César Jerez: Venimos en un proceso de negociación por todo el país después del paro campesino del Catatumbo (53 días) en el Paro Nacional Agrario; la evaluación que hizo la cumbre que se reunió en Bogotá, es que el incumplimiento ha sido casi total; se le dio un plazo al gobierno hasta la primera semana de mayo para cumplir la palabra que empeñó, los compromisos que adquirió para levantar los bloqueos del año anterior y sobre todo para firmar acuerdos y ejecutarlos. Por todas estas razones, le hemos dicho al gobierno que cumple hasta mayo o habrá un segundo tiempo del paro agrario.

EP: ¿Qué quieren con esta reunión?

CJ: Medir la voluntad política del presidente Juan Manuel Santos frente a los compromisos que debe asumir. Pienso que el incumplimiento es por negligencia, no terminar de comprender la crisis estructural que vive el sector campesino del país; dejaron pasar nueve meses. Ha faltado carácter, voluntad política y compresión de la situación.

EP: Las zonas de Reservas Campesinas son para las víctimas del conflicto armado, pero, ¿Cuántas hay en Colombia?

CJ: En este momento hay seis zonas de reservas constituidas, otras siete están pendiente de constitución como lo es la Zona de Reserva Campesina del Perijá; desafortunadamente hay un veto institucional que impida se cumpla la ley, el articulado que sostiene jurídicamente las zonas, la reglamentación y el mandato misional en el Ministerio de Agricultura y el Incoder, ese mandato es muy poderoso de terratenientes, las difundistas que no quieren que el campesino tenga acceso a la tierra.

EP: Cómo usted los llama, ¿Quiénes son los enemigos del proceso de reservas campesinas?

CJ: Sectores de la agroindustria de la palma, sectores de extracción minera en el caso del Cesar; esos que ven a Colombia como una gran mina y que no miran que hay miles de campesinos quienes fueron victimizados que están retornando y necesitan garantías de carácter territorial para ejercer sus derechos. También hay narcotraficantes, gente que está lavando dinero con la compra de tierras.

EP: ¿Qué está pasando con la zona de reserva en el Perijá, por qué no arranca?

CJ: Es víctima del veto institucional, afortunadamente aquí hay unas alianzas en los gobiernos locales, la Mesa de Tierras del departamento, entre otros aspectos, ha posibilitado que haya un diagnóstico y un proceso de sustracción de la zona de reserva forestal, que permitirá titular y conformarla como Zona de Reserva Campesina. Ahora le queda al Incoder y al Ministro Lizarralde (Rubén Dario) convocar a la audiencia pública para que se culmine el trámite en el caso del Perijá. El gobierno tiene que cumplir con la Ley 160.

EP: Dentro de su organización (Anzorc) ¿Cómo combaten los títulos mineros que entrega el gobierno?

CJ: Con movilizaciones, propuestas en pliegos: el gobierno rectifica o va a tener una confrontación en la movilización decidida de campesinos, indígenas y afros. No estamos en contra de la minería, pensamos que también requiere ordenarse porque el país requiere una minería y una explotación petrolera que estén ubicados donde no haya comunidades rurales.

EP: ¿Está cerca un nuevo paro agrario en Colombia?

CJ: Muy cerca si el gobierno no cumple. Tiene todas las propuestas sobre la mesa y ahora lo que le queda es cumplir.

EP: ¿Qué relación tienen las Zonas de Reservas Campesinas con las Farc?

CJ: Las Farc incluyeron las propuestas que se presentaron en los foros de participación política sobre el tema, que es el primer punto de negociación con el gobierno. Lo que se debe decir, es que las zonas de reservas son un acumulado de la lucha por la tierra desde los años 80, que se incluyó en los 90 en la Ley 160; no son una propuesta de las Farc y, obviamente, en un proceso de paz ellos las acogieron como unos puntos a negociar con el gobierno.

“No son una propuesta de las Farc y, obviamente, en un proceso de paz ellos las acogieron como unos puntos a negociar con el gobierno”.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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