La última vez que Ana Cely vio a su padre tenía 15 años, Hernando Marín se iba de viaje, se montó en un taxi y dijo un adiós para siempre. “Estábamos recién mudados a esta casa, recuerdo que ese día se iba de viaje, se montó en el taxi y se despidió de mí y de mi mamá, pero jamás regresó”, recordó ‘Shely’ haciendo un gran esfuerzo para no dejar caer sus lágrimas.

Esta alegre y descomplicada mujer tiene 34 años, estudió Administración de Empresas en la Universidad Popular del Cesar; hoy está casada y es madre de un niño de dos años, Emilio, a quien ama con el alma y asegura que es su milagro más preciado.

‘Shely’ es actualmente ama de casa y en sus ratos libres canta las canciones de su padre Hernando Marín. “Gracias a él tengo la vena artística, aunque por parte de mi mamá también, soy prima hermana de Silvestre Dangond, Fabián Corrales y mi abuelo ‘Chiche’ Corrales también toca instrumento, entonces crecí alrededor de la música. Nací viendo a mi padre cantar, tocar su guitarra y eso impactó tanto mi vida que ya no puedo vivir sin cantar”, expresó la joven cantante.

A pesar de tener estudios profesionales, ‘Shely’ se siente feliz cantando. “Estudié mi carrera pero no es lo mismo porque cuando canto es con pasión, se siente diferente y eso lo debe a él”.

Ella recuerda a su padre como un hombre de temperamento fuerte pero que a la vez muy amoroso y consentidor. “Extraño sus consejos, era un hombre que siempre estaba pendiente de su familia, de hacer planes, siempre nos impulsaba a mi hermana y a mí a realizar nuestro sueños”, dijo ‘Shely’ quien al preguntarle ¿Qué le hizo falta hacer con su padre? respondió: “me hizo falta cantar con él, que él tocara la guitarra y yo cantara; quiero grabar un CD y me hizo falta que él me apoyara y que estuviera aquí conmigo para lograr este sueño”.

“Hay veces cuando estoy dormido
y siento en la mejilla una sutil caricia
quisiera extasiar ese idilio
porque son los labios de mis muchachitas 

Despierto y miro sus caritas
sonriéndome inocentemente
quisiera detener el tiempo
pero no se puedo. 

Y crecen como si quisieran,
como si quisieran ser ya dos mujeres
y siento que se pasa el tiempo
quitándole a uno, lo que uno más quiere”.

Esta son unas estrofas de la canción ‘Mis muchachitas’ letras que no logra terminar de cantar Ana Cely porque el recuerdo de su padre y las ganas de llorar se lo impiden. “Aún no logro superar esta canción, jamás logro terminarla porque empiezo a llorar. ‘Mis muchachitas’ la escribió mi papá pensando en mi hermana menor Ana Tatiana y en mí, en esa letra él demostró todo el amor que el sintió por nosotras”.

“Él sabía que yo cantaba, un día del padre yo le compuse una canción y se la canté y él quedó feliz”, recordó ‘Shely’.

¿Qué viene para ella?

El sueño de ‘Shely’ es ser cantante, grabar un CD y dentro de poco cumplirá su sueño. “Este año estoy materializando una idea que me surgió desde hace cinco años atrás y es hacerle un homenaje a mi papá recopilado todas sus canciones más representativas; este CD es con colaboración de las personas que me quieren y valoran el legado que dejó mi papá y poco a poco he logrado que cada uno me dé su aporte y con mucho sacrificio lo estoy haciendo, hasta el momento están en croquis tres temas de él, no será en acordeón, tendrán otros instrumentos que no son propios del vallenato”, explicó.

“Me decían que estaba perdiendo mi tiempo”

“Mis amigos y mi familia me decían que tenía una voz muy bonita pero fue un amigo de Riohacha, Omar Brito, me dijo que estaba perdiendo tiempo, que tenía mucho talento, y él fue el primero que me motivó a salir del ‘cascarón’, mi esposo también ha sido fundamental en esto, al igual que Mauricio Pimiento, que ha sido mi gran apoyo”, expresó Marín Corrales.

¿Cómo nació la idea de cantar en redes sociales?

‘Shely’ confesó entre risas que jamás pensó que esos vídeos tuvieran tanta fuerza, y hoy en día muchas personas la reconocen y felicitan por su talento. “En Bogotá mi esposo me dio la idea de que publicara vídeos cantando en redes sociales, cuando monté el primero fue un boom, a la gente le encantó, me escribían felicitándome y me pedían más canciones y empecé a complacerlos, no pensé que iba a llegar hasta allá”, dijo.

Lo que se hereda no se hurta

Emilio con tan solo dos años de edad es un músico en potencia, “desde la barriga le poníamos música y entre esas las de su abuelo, cuando escuchaba ‘El gavilán mayor’, canción de mi papá, él se movía mucho, y desde que nació le vivimos cantando, Emilio ve a su papá tocando la guitarra, él mismo pide música y todo lo que ve lo convierte en instrumento musical”, contó entre risas ‘Shely’.

Ella piensa que las mujeres no tienen tanto apoyo para sobresalir en el género vallenato, que necesitan más reconocimiento. “Mi sueño es ser una gran cantante, reconocida, quiero grabar muchos CD, quiero darme a conocer, mostrarle a la gente lo que tengo; a veces compongo una que otras canciones pero lo que más me gusta y me centro es en el canto”, expresó.

Confiesa que no ha sido fácil vivir sin su papá. “Lo extraño todos los días, a veces me pregunto ¿Qué sería de nosotras con él vivo? Quizás que estaría haciendo yo, quizás ya hasta hubiera grabado el CD, más bien ya hubiera grabado hasta 10 CD si él estuviera acá apoyándome”, dijo con acento guajiro.

“Extraño sus consejos, era un hombre que siempre estaba pendiente de su familia, de hacer planes, siempre nos impulsaba a mi hermana y a mí a realizar nuestro sueños”.

Emilio, hijo de ‘Shely’, es un músico en potencia, ella está segura que será un grande en el vallenato cuando crezca.

Por Sara Maestre DiazGranados