Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 26 junio, 2021

Sentido de propósito

Para qué vivimos, para qué trabajamos, cuál es nuestro objetivo, real, que nos moviliza. Ese es el objetivo en estos tiempos. “La pandemia es un buen momento para pensar en lo que realmente importa”, dijo para el diario argentino La Nación, en noviembre de 2020,  Daniel Goleman, a los 74 años, desarrollando nuevos proyectos y […]

Boton Wpp

Para qué vivimos, para qué trabajamos, cuál es nuestro objetivo, real, que nos moviliza. Ese es el objetivo en estos tiempos. “La pandemia es un buen momento para pensar en lo que realmente importa”, dijo para el diario argentino La Nación, en noviembre de 2020,  Daniel Goleman, a los 74 años, desarrollando nuevos proyectos y ayudando a quienes pueden en este complejo periodo. En particular, al personal de la salud  que afronta un estrés severo. “Me inquieta la resiliencia entre las personas más estresadas”, dice, mientras marca diferencias: “Aquellos que tienen un objetivo más allá de ellos mismos son más resilientes”.

Goleman es en realidad un periodista californiano de la sección de Ciencias del New York Times, durante  12 años,  profesional de lasicología y la antropología, que se hizo famoso mundialmente por su libro ‘La inteligencia emocional’, que cumple 25 años, en el que advierte en 1995 qué son las facultades ‘blandas’ de la persona, más que sus capacidades técnicas curriculares, las que definen su éxito. Estudió el desempeño y

carrera profesional y de vida de los mejores ejecutivos de las grandes empresas. Aquellos sobresalientes lo lograron por atributos como la empatía con otros, el conocimiento de sí mismos, la capacidad de comunicarse, trabajar en equipo, la perseverancia y el manejo emocional. Así como se requiere propósito, también reitera lo clave de enfocarnos en el día a día: “Es un problema para todos. Afrontamos demasiadas distracciones y es importante comprender que no procesamos información en paralelo de forma simultánea. Eso es una ficción. Lo que hacemos es cambiar muy rápidamente de una cosa a otra. Y como dije, cada vez que cambiamos, perdemos algo de concentración. Entonces, la forma obvia de manejar la situación es priorizando. Más aún en estos tiempos tan arduos. Tienes que ser muy firme contigo mismo y enfocarte, por ejemplo, durante los próximos 20 minutos. O los próximos 30 minutos. Sin mirar WhatsApp, ni el correo electrónico, ni los mensajes de texto. Entonces, completado ese período, entonces sí los miras, para luego volver al objetivo trazado, disciplinándote, haciendo un pacto contigo mismo sobre cómo usarás su tiempo. Dicho eso,buena suerte”.

Llama a soñar pero a aterrizar. Pensamiento positivo, apoyado en la realidad y un sentido de propósito profundo.

Al preguntársele cuáles son las preguntas que debe hacerse uno dice: “¿Qué no estoy percibiendo? O, si lo prefiere, ¿qué estoy ignorando? Al principio de la pandemia, pudo haber sido el riesgo que representaba el virus. Ahora puede ser la injusticia sistémica. ¿Por qué algunos sectores no reciben el tratamiento adecuado? ¿Por qué otros sufren la injusticia económica? ¿Por qué la pobreza se transmite degeneración en generación? ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo es que la forma en que vivo y lo que compro y uso está contribuyendo a la degradación de la vida en el planeta, además alimentando el calentamiento global?”.

Afirma que la mayor demostración del propósito de todos, aunando recursos y disposición, fue el desarrollo de la vacuna en un tiempo récord en la historia humana.

Editorial
26 junio, 2021

Sentido de propósito

Para qué vivimos, para qué trabajamos, cuál es nuestro objetivo, real, que nos moviliza. Ese es el objetivo en estos tiempos. “La pandemia es un buen momento para pensar en lo que realmente importa”, dijo para el diario argentino La Nación, en noviembre de 2020,  Daniel Goleman, a los 74 años, desarrollando nuevos proyectos y […]


Boton Wpp

Para qué vivimos, para qué trabajamos, cuál es nuestro objetivo, real, que nos moviliza. Ese es el objetivo en estos tiempos. “La pandemia es un buen momento para pensar en lo que realmente importa”, dijo para el diario argentino La Nación, en noviembre de 2020,  Daniel Goleman, a los 74 años, desarrollando nuevos proyectos y ayudando a quienes pueden en este complejo periodo. En particular, al personal de la salud  que afronta un estrés severo. “Me inquieta la resiliencia entre las personas más estresadas”, dice, mientras marca diferencias: “Aquellos que tienen un objetivo más allá de ellos mismos son más resilientes”.

Goleman es en realidad un periodista californiano de la sección de Ciencias del New York Times, durante  12 años,  profesional de lasicología y la antropología, que se hizo famoso mundialmente por su libro ‘La inteligencia emocional’, que cumple 25 años, en el que advierte en 1995 qué son las facultades ‘blandas’ de la persona, más que sus capacidades técnicas curriculares, las que definen su éxito. Estudió el desempeño y

carrera profesional y de vida de los mejores ejecutivos de las grandes empresas. Aquellos sobresalientes lo lograron por atributos como la empatía con otros, el conocimiento de sí mismos, la capacidad de comunicarse, trabajar en equipo, la perseverancia y el manejo emocional. Así como se requiere propósito, también reitera lo clave de enfocarnos en el día a día: “Es un problema para todos. Afrontamos demasiadas distracciones y es importante comprender que no procesamos información en paralelo de forma simultánea. Eso es una ficción. Lo que hacemos es cambiar muy rápidamente de una cosa a otra. Y como dije, cada vez que cambiamos, perdemos algo de concentración. Entonces, la forma obvia de manejar la situación es priorizando. Más aún en estos tiempos tan arduos. Tienes que ser muy firme contigo mismo y enfocarte, por ejemplo, durante los próximos 20 minutos. O los próximos 30 minutos. Sin mirar WhatsApp, ni el correo electrónico, ni los mensajes de texto. Entonces, completado ese período, entonces sí los miras, para luego volver al objetivo trazado, disciplinándote, haciendo un pacto contigo mismo sobre cómo usarás su tiempo. Dicho eso,buena suerte”.

Llama a soñar pero a aterrizar. Pensamiento positivo, apoyado en la realidad y un sentido de propósito profundo.

Al preguntársele cuáles son las preguntas que debe hacerse uno dice: “¿Qué no estoy percibiendo? O, si lo prefiere, ¿qué estoy ignorando? Al principio de la pandemia, pudo haber sido el riesgo que representaba el virus. Ahora puede ser la injusticia sistémica. ¿Por qué algunos sectores no reciben el tratamiento adecuado? ¿Por qué otros sufren la injusticia económica? ¿Por qué la pobreza se transmite degeneración en generación? ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo es que la forma en que vivo y lo que compro y uso está contribuyendo a la degradación de la vida en el planeta, además alimentando el calentamiento global?”.

Afirma que la mayor demostración del propósito de todos, aunando recursos y disposición, fue el desarrollo de la vacuna en un tiempo récord en la historia humana.