Dos años después de que saliera a relucir a la opinión pública la muerte de 16 neonatos en la Clínica Laura Daniela por presuntamente  suministrarles Survanta adulterado, los procesados señalados de falsificar el medicamento aún no entrarán en juicio oral.

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Se trata de Lester José Turbay Montenegro, distribuidor independiente de medicamentos; Said José Moreno Pérez, regente de farmacia de Farma Pos; France Lozano Sepúlveda, representante legal y gerente de Farma Pos;  Aroldo Daza Durán, exjefe de compras y dispositivos médicos de la clínica Laura Daniela; y Osmany Ricardo Córdoba Peña, quienes fueron acusados de los delitos de usurpación de derechos de propiedad industrial y obtentores de variedades vegetales en concurso heterogéneo con imitación o simulación de alimentos, productos o sustancias.

El volumen de las estipulaciones probatorias ha ocasionado que en las últimas diligencias la Fiscalía y defensa se dediquen a presentarlas ante el juez de conocimiento en la audiencia preparatoria y así dar trámite al juicio oral.

Tal como sucedió la mañana del jueves ante el Juzgado Primero Penal del Circuito con funciones de Conocimiento. En la audiencia que duró más de dos horas, la Fiscalía 18 seccional culminó las postulaciones probatorias, pero aún falta que termine la bancada de la defensa representada por los abogados Benjamín Jaimes Quintero, Juan David Arévalo, Jhonatan Peláez y Luis Fernando Arrieta Acuña, pues solamente algunos alcanzaron a anunciarlos. 

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Por eso la audiencia fue suspendida para continuarla el próximo seis de noviembre. De igual forma, el debate probatorio promete también ser extenso a la hora de confirmar o derribar los cargos de la Fiscalía, que en audiencia de formulación de acusación, señaló a los procesados de manipular el agente tensioactivo pulmonar conocido como Survanta, suministrado en dos centros asistenciales de la capital del Cesar a mediados del año 2016 e inicios del 2017. 

“El Survanta encontrado en la Clínica Laura Daniela y Hospital Rosario Pumarejo se trataba de un medicamento alterado. Por eso la Fiscalía tiene cómo demostrar que el medicamento fue traído del mercado venezolano, hasta algunas veces vencido, incumpliendo las condiciones técnicas para su almacenamiento como la cadena de frío para así posteriormente entrarlo por Barranquilla o Santa Marta, en donde se dedicaban a cambiarles las etiquetas o empaques para comercializarlo en el mercado negro a las clínicas de la costa Caribe”, reza uno de los apartes de la acusación, conocida por EL PILÓN. 

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Los implicados fueron capturados a inicios de abril tras una investigación que se desprendió el 25 de noviembre del año 2016 cuando la gerencia del Hospital Rosario Pumarejo notó que un lote del medicamento era diferente a los otros, dando alerta a la compañía asesora del Laboratorios Abbvie, propietarios de Survanta, que denunció ante las autoridades que en una auditoría externa en la capital del Cesar existían irregularidades en la dispensación del producto.