El economista  Fernando Herrera y Roberto Angulo, fundador de la firma Inclusión, estuvieron este jueves en la primera Feria del Libro de Valledupar (Felva) analizando cómo a través de carreras técnicas y tecnológicas el Cesar podría adaptarse al nuevo mundo. 

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Para ese análisis partieron de los hallazgos plasmados en el libro ‘El trabajo y la transformación productiva del Cesar. Las carreras técnicas y tecnológicas que necesita el Cesar’, publicado por el Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales (Cesore) y la firma Inclusión, con el apoyo de la compañía Drummond. 

Herrera, director de Cesore, explicó que esta obra contiene  tres líneas: qué está pasando con el carbón, cómo afectan esos acontecimientos a  la economía del Cesar y el panorama del empleo en la región. 

¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL CARBÓN? 

Es de conocimiento público que cerca del 40 % del Producto Interno Bruto (PIB) del departamento depende del sector minero,  y que la economía es dinámica a nivel nacional e internacional, según los expertos. 

“El carbón se va a marchitar, no hoy, en 20 o 25 años seguramente vamos a tener un reemplazo por tres razones: el medio ambiente; la competitividad de otros energéticos como el gas y las energías eólica y solar; y porque la geografía de compradores de carbón se está moviendo”, expresó Herrera. 

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Así las cosas, una de los postulados de la investigación es que la transformación productiva del Cesar sería posible con personas formadas en los niveles profesional, pero también técnico y operario.

SECTORES QUE GENERAN EMPLEO

En su exposición, el director mencionó que “desde mediados del 2000, el Cesar nunca más pudo bajar a un dígito el desempleo”, razón por la cual, según él, existiría “desesperanza” en los jóvenes que no estudian ni trabajan. 

No obstante, de acuerdo al citado estudio, los sectores generadores de empleo en el departamento son el comercio y reparación de vehículos, después el gobierno y también las actividades artísticas.  

En la agricultura  también pueden trabajar técnicos y tecnológos; sin embargo, argumenta Herrera, “el agro aún no tiene la capacidad para absorber a todo ese personal”. 

Otros sectores generadores de empleos son los servicios urbanos, los servicios ecosistémicos, la manufactura, el turismo y la cultura y la construcción. De último estaría la minería.  

¿QUÉ HABILIDADES DEMANDAN LOS SECTORES PRODUCTIVOS?

Sin importar el sector, argumenta Herrera, los técnicos y tecnólogos deben tener habilidades transversales, tales como la comunicación efectiva, competencias digitales, segunda lengua y entendimiento de qué es un proyecto y la asociatividad. 

Además, habilidades ‘blandas’: trabajo en equipo, liderazgo, inteligencia emocional, toma de decisiones, ética en el trabajo y creatividad. 

BARRERAS PARA LA FORMACIÓN

El libro de Cesore también expone algunas limitaciones que tienen las personas para formarse, entre ellas económicas, falta de transporte  (especialmente en horarios nocturnos), seguridad, acceso a internet,  equipos en casa para realizar trabajos y la pertinencia de los cursos. 

“Lo que hay que hacer es darle al estudiante un subsidio en la matrícula, pero también para el transporte y el internet”, puntualizó Fernando Herrera. 

‘TRANSICIÓN ENERGÉTICA PRODUCTIVA’

Por su parte, Roberto Ángulo, fundador de la firma Inclusión, mencionó que “Si el reto es la inclusión productiva, necesitamos que el mercado de trabajo tenga un calce eficiente”. 

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Otro factor importante en la transformación productiva del departamento, según Ángulo, es la capacidad de transmisión de las ganancias a la población pobre y vulnerable. 

“Uno ve ese rezago en el Cesar…”, añadió. Una propuesta para esa transmisión sería que los micronegocios tengan mayor acceso a créditos “para robustecer esa capacidad de crecimiento”. 

Por Andrea Guerra.