Uno de los personajes clave en los orígenes del vallenato, fundamental como músico, creador, compositor, trashumante, colonizador de espacios musicales en la región del Caribe colombiano. Los padres de Sebastián eran Pedro ‘Perucho’ Herrera, acordeonero, de San Roque, ‘Perucho’ nunca quiso que su hijo fuera acordeonero, y Vicenta Guerra, oriunda de Rincón Hondo, ambas poblaciones […]
Uno de los personajes clave en los orígenes del vallenato, fundamental como músico, creador, compositor, trashumante, colonizador de espacios musicales en la región del Caribe colombiano.
Los padres de Sebastián eran Pedro ‘Perucho’ Herrera, acordeonero, de San Roque, ‘Perucho’ nunca quiso que su hijo fuera acordeonero, y Vicenta Guerra, oriunda de Rincón Hondo, ambas poblaciones situadas en el centro del departamento del Cesar, corregimientos de Curumaní, pero con mucho más acercamiento con Chiriguaná.
Sebastián como todos los acordeoneros de la época, nació en un hogar muy pobre, en Rincón Hondo en 1880 y muere a los 57 años, el 10 de septiembre de 1937, sus hermanos fueron Miguel, tamborero; Luis, ciego, narrador oral, e Isaías, quien fue su cajero y tamborero.
Se vio obligado a salir exiliado de su región porque en Chiriguaná denunció en decimas un hecho de corrupción, un negocio de ganados donde estaba implicada la mujer del alcalde, otros dicen que fue por un piropo lanzado por él cuándo pasaba por su lado la misma dama, por estos hechos fue puesto preso, pero escapó con la complicidad de amigos que lo ayudaron esconderse, a partir de allí comenzó su periplo musical.
En correrías por la zona bananera y Montes de María divulgó todo el acontecer diario de la región como verdadero juglar, en San Jacinto su hermano Isaías conoció a una campesina que atendía una mesa de fritos a la entrada de una cumbiamba, a donde fueron invitados, se enamoraron y tuvieron un romance fugaz del cual nació el acordeonero más auténtico que ha dado San Jacinto y toda la región de los Montes de María, Andrés Landero Guerra. Isaías siguió su camino musical al lado de su hermano, nunca supo de su hijo, Landero no conoció a su padre.
Sebastián fue un juglar que trató la temática social con agudeza, compuso la canción ‘La cédula electoral’, son donde enumera los desaciertos del presidente Abadía Méndez -1926-1930-, amigos y músicos de la época atestiguan que una de sus canciones más famosas ‘El Higuerón’, canto que apareció años más tarde bajo la rúbrica de Abel Antonio Villa, Guerra hizo esta melodía muchos años antes que Abel Antonio naciera.
Comenta Simón Martínez, que otras canciones de la autoría de Guerra aparecen bajo el nombre de otros autores, ‘El caballo pechichón’, que está a nombre de Julio Erazo.
Dice Tomás D. Gutiérrez que el canto ‘El que no conoce el tema sufre de engaño’, es de Sebastián Guerra, magistral interprete del acordeón, Juan López de La Paz, Luis Martínez y ‘Pacho’ Rada, aprendieron con sus notas.
En 1928 en Cartagena fue abordado por un disquero gringo para grabar su música, Guerra desechó la idea por la travesía de tres meses en barco para llegar a USA.
Fue asediado por las mujeres, por su promiscuidad sexual contrajo la enfermedad venérea de moda y mortal por aquellos tiempos, buscó incesantemente la cura con botánicos, médicos, brujos, rezanderas, hasta el indio Manuel María, todo fue infructuoso.
Regresó a morir a su pueblo, según testigos fue enterrado en La Sierrita, caserío aledaño a Rincón Hondo, Sebastián Guerra fue rey de la composición, el merengue y el paseo vallenato.
Por Celso Guerra Gutiérrez
Uno de los personajes clave en los orígenes del vallenato, fundamental como músico, creador, compositor, trashumante, colonizador de espacios musicales en la región del Caribe colombiano. Los padres de Sebastián eran Pedro ‘Perucho’ Herrera, acordeonero, de San Roque, ‘Perucho’ nunca quiso que su hijo fuera acordeonero, y Vicenta Guerra, oriunda de Rincón Hondo, ambas poblaciones […]
Uno de los personajes clave en los orígenes del vallenato, fundamental como músico, creador, compositor, trashumante, colonizador de espacios musicales en la región del Caribe colombiano.
Los padres de Sebastián eran Pedro ‘Perucho’ Herrera, acordeonero, de San Roque, ‘Perucho’ nunca quiso que su hijo fuera acordeonero, y Vicenta Guerra, oriunda de Rincón Hondo, ambas poblaciones situadas en el centro del departamento del Cesar, corregimientos de Curumaní, pero con mucho más acercamiento con Chiriguaná.
Sebastián como todos los acordeoneros de la época, nació en un hogar muy pobre, en Rincón Hondo en 1880 y muere a los 57 años, el 10 de septiembre de 1937, sus hermanos fueron Miguel, tamborero; Luis, ciego, narrador oral, e Isaías, quien fue su cajero y tamborero.
Se vio obligado a salir exiliado de su región porque en Chiriguaná denunció en decimas un hecho de corrupción, un negocio de ganados donde estaba implicada la mujer del alcalde, otros dicen que fue por un piropo lanzado por él cuándo pasaba por su lado la misma dama, por estos hechos fue puesto preso, pero escapó con la complicidad de amigos que lo ayudaron esconderse, a partir de allí comenzó su periplo musical.
En correrías por la zona bananera y Montes de María divulgó todo el acontecer diario de la región como verdadero juglar, en San Jacinto su hermano Isaías conoció a una campesina que atendía una mesa de fritos a la entrada de una cumbiamba, a donde fueron invitados, se enamoraron y tuvieron un romance fugaz del cual nació el acordeonero más auténtico que ha dado San Jacinto y toda la región de los Montes de María, Andrés Landero Guerra. Isaías siguió su camino musical al lado de su hermano, nunca supo de su hijo, Landero no conoció a su padre.
Sebastián fue un juglar que trató la temática social con agudeza, compuso la canción ‘La cédula electoral’, son donde enumera los desaciertos del presidente Abadía Méndez -1926-1930-, amigos y músicos de la época atestiguan que una de sus canciones más famosas ‘El Higuerón’, canto que apareció años más tarde bajo la rúbrica de Abel Antonio Villa, Guerra hizo esta melodía muchos años antes que Abel Antonio naciera.
Comenta Simón Martínez, que otras canciones de la autoría de Guerra aparecen bajo el nombre de otros autores, ‘El caballo pechichón’, que está a nombre de Julio Erazo.
Dice Tomás D. Gutiérrez que el canto ‘El que no conoce el tema sufre de engaño’, es de Sebastián Guerra, magistral interprete del acordeón, Juan López de La Paz, Luis Martínez y ‘Pacho’ Rada, aprendieron con sus notas.
En 1928 en Cartagena fue abordado por un disquero gringo para grabar su música, Guerra desechó la idea por la travesía de tres meses en barco para llegar a USA.
Fue asediado por las mujeres, por su promiscuidad sexual contrajo la enfermedad venérea de moda y mortal por aquellos tiempos, buscó incesantemente la cura con botánicos, médicos, brujos, rezanderas, hasta el indio Manuel María, todo fue infructuoso.
Regresó a morir a su pueblo, según testigos fue enterrado en La Sierrita, caserío aledaño a Rincón Hondo, Sebastián Guerra fue rey de la composición, el merengue y el paseo vallenato.
Por Celso Guerra Gutiérrez