La decisión del Padre Alberto Linero causó revuelo en Colombia, fue tendencia en redes casi 3 días, todos los medios lo entrevistaron y mucha gente ha comentado su decisión, para bien o para mal, él es sin lugar a dudas el sacerdote más mediático y con más carisma que tiene el país, mucha gente lo […]
La decisión del Padre Alberto Linero causó revuelo en Colombia, fue tendencia en redes casi 3 días, todos los medios lo entrevistaron y mucha gente ha comentado su decisión, para bien o para mal, él es sin lugar a dudas el sacerdote más mediático y con más carisma que tiene el país, mucha gente lo sigue por su estilo fresco y Caribe de llevar la palabra de Dios; sus misas, en televisión y en vivo, serán muy recordadas, ya se siente un vacío, en un país que tanto necesita de Dios para transformarse. Pero es una decisión personal que hay que respetar y valorar, por su valentía y lo que significa un cambio tan radical en la vida, en este caso, motivado por la misma iglesia, en su confesión explicó que estaba mamado de cosas, cansado de la soledad y que quería vivir la vida de otra manera, más claro no canta un gallo, el padre Linero se va decepcionado del manejo anacrónico de una institución que nunca se ha querido reformar, el Papa Francisco ha abierto un poco el pensamiento para entender la fe de otra manera, pero los ultra-conservadores le hacen zancadilla para seguir inmersos en ese pasado oscurantista que no les permite ver un mundo diferente que exige nuevas propuestas hasta para entregarse a Dios.
Incontables escándalos, curas pederastas en Chile e Irlanda; el caso del arzobispo australiano Philip Wilson quien renunció, es aberrante; El cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, de 88 años, suspendido del ministerio tras ser acusado de abusos sexuales. En Colombia no nos quedamos atrás, el cura José Elías Lopera, después de misa, se entregaba a su marido, en un cuarto de la misma parroquia de Santa María de los Ángeles, en Medellín y le daba parte de la limosna; en San Martín de Loba, Bolívar, fue capturado el sacerdote José Humberto Arango por el delito de acto sexual abusivo en menor de 14 años y esta misma semana fueron descubiertos 2 sacerdotes colombianos en Miami teniendo sexo oral dentro de un carro a pocos metros de un parque infantil ¡no les da ni pena! Y la iglesia, haciéndose la de la vista gorda, hoy más que nunca cobra vigencia el nombre de Martin Lutero, quien fue el primero en plantear reformas necesarias pero que nunca se hicieron por la terquedad de Roma.
El celibato está mandado a recoger, un sacerdote no puede estar preso en una sotana, es un tema fisiológico y de sentimientos; la inclusión de las mujeres como guías espirituales, sería un paso adelante en igualdad; la participación de los fieles en la elección de los obispos; controlar el manejo económico y la desigualdad que existe en las comunidades religiosas del mundo. Más allá de la partida del Padre Linero, se viene es un debate muy álgido ¿Será que la Iglesia si es capaz de reformarse o seguirá de forma soterrada encubriendo y tapando casos aberrantes para no afectar su nombre? De todas formas, ya está afectado, los fieles buscan otras formas de comunicarse con Dios, mucho más personal y menos tocada por el pecado, mientras líderes como el Padre Linero se van por estas causas. Ojalá Dios les dé discernimiento para que la intuición no siga desmoronándose sin el más leve asomo de autocrítica.
Por Jacobo Solano C*@JACOBOSOLANOC
La decisión del Padre Alberto Linero causó revuelo en Colombia, fue tendencia en redes casi 3 días, todos los medios lo entrevistaron y mucha gente ha comentado su decisión, para bien o para mal, él es sin lugar a dudas el sacerdote más mediático y con más carisma que tiene el país, mucha gente lo […]
La decisión del Padre Alberto Linero causó revuelo en Colombia, fue tendencia en redes casi 3 días, todos los medios lo entrevistaron y mucha gente ha comentado su decisión, para bien o para mal, él es sin lugar a dudas el sacerdote más mediático y con más carisma que tiene el país, mucha gente lo sigue por su estilo fresco y Caribe de llevar la palabra de Dios; sus misas, en televisión y en vivo, serán muy recordadas, ya se siente un vacío, en un país que tanto necesita de Dios para transformarse. Pero es una decisión personal que hay que respetar y valorar, por su valentía y lo que significa un cambio tan radical en la vida, en este caso, motivado por la misma iglesia, en su confesión explicó que estaba mamado de cosas, cansado de la soledad y que quería vivir la vida de otra manera, más claro no canta un gallo, el padre Linero se va decepcionado del manejo anacrónico de una institución que nunca se ha querido reformar, el Papa Francisco ha abierto un poco el pensamiento para entender la fe de otra manera, pero los ultra-conservadores le hacen zancadilla para seguir inmersos en ese pasado oscurantista que no les permite ver un mundo diferente que exige nuevas propuestas hasta para entregarse a Dios.
Incontables escándalos, curas pederastas en Chile e Irlanda; el caso del arzobispo australiano Philip Wilson quien renunció, es aberrante; El cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, de 88 años, suspendido del ministerio tras ser acusado de abusos sexuales. En Colombia no nos quedamos atrás, el cura José Elías Lopera, después de misa, se entregaba a su marido, en un cuarto de la misma parroquia de Santa María de los Ángeles, en Medellín y le daba parte de la limosna; en San Martín de Loba, Bolívar, fue capturado el sacerdote José Humberto Arango por el delito de acto sexual abusivo en menor de 14 años y esta misma semana fueron descubiertos 2 sacerdotes colombianos en Miami teniendo sexo oral dentro de un carro a pocos metros de un parque infantil ¡no les da ni pena! Y la iglesia, haciéndose la de la vista gorda, hoy más que nunca cobra vigencia el nombre de Martin Lutero, quien fue el primero en plantear reformas necesarias pero que nunca se hicieron por la terquedad de Roma.
El celibato está mandado a recoger, un sacerdote no puede estar preso en una sotana, es un tema fisiológico y de sentimientos; la inclusión de las mujeres como guías espirituales, sería un paso adelante en igualdad; la participación de los fieles en la elección de los obispos; controlar el manejo económico y la desigualdad que existe en las comunidades religiosas del mundo. Más allá de la partida del Padre Linero, se viene es un debate muy álgido ¿Será que la Iglesia si es capaz de reformarse o seguirá de forma soterrada encubriendo y tapando casos aberrantes para no afectar su nombre? De todas formas, ya está afectado, los fieles buscan otras formas de comunicarse con Dios, mucho más personal y menos tocada por el pecado, mientras líderes como el Padre Linero se van por estas causas. Ojalá Dios les dé discernimiento para que la intuición no siga desmoronándose sin el más leve asomo de autocrítica.
Por Jacobo Solano C*@JACOBOSOLANOC