Definitivamente Colombia es un país muy particular. Es el país del Sagrado Corazón de Jesús, tenemos los llamados lunes festivos o puentes Emiliani, para fomentar el turismo interno; y desde hace varios años, en el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, se creó la segunda semana de receso escolar del año, que ahora se conoce […]
Definitivamente Colombia es un país muy particular. Es el país del Sagrado Corazón de Jesús, tenemos los llamados lunes festivos o puentes Emiliani, para fomentar el turismo interno; y desde hace varios años, en el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, se creó la segunda semana de receso escolar del año, que ahora se conoce popularmente, entre profesores y alumnos, como la Semana Uribe.
Por cuenta de los lunes Emiliani son 17 festivos en todo el año, a los cuales hay que sumarles las vacaciones de mitad y fin de año, Semana Santa, carnavales, festivales y las fiestas patronales de cada pueblo o ciudad. Nos preguntamos, ¿Hasta donde se justifica que un país como Colombia, que requiere mejorar y reforzar su sistema educativo, en todos los niveles, se de el lujo de tener otra semana de receso, en octubre, previa a la celebración del día de la raza, supuestamente para que sus estudiantes se preparen para culminar el último periodo lectivo del año.
En un país donde los colegios públicos viven de paro en paro, en buena parte por la acción de Fecode, y en el cual la hora escolar es de 45 minutos que se reduce a un poco más de media hora; se sume, desde hace años, la famosa semana de receso más conocida como la “Semana Uribe”. No hay derecho.
En la semana de receso, es decir la que se inicia el próximo lunes, la gran mayoría de niños y jóvenes no pueden tener ningún tipo de descanso por cuanto la gran mayoría de padres y adultos está trabajando, normalmente. Son pocas las alternativas: pierden el tiempo en la casa, donde no hay que hacer; sólo tienen la alternativa de ver televisión y entrar a Internet, sin ninguna supervisión o simplemente callejear y perder el tiempo.
Hoy, está demostrado que la intensidad de horario, tanto en las aulas como en la casa, es importante a la hora de crear hábitos de estudio y dedicarle tiempo a leer y estudiar, es decir a estudiar a conciencia.
En nuestra opinión se debe evaluar la famosa semana de receso, desde todo punto de vista. Hoy es una verdadera pérdida de tiempo de los muchachos, no existe una legislación de vacaciones en el sector empresarial articulada con el tema del receso escolar.
Si el país quiere avanzar en calidad de su sistema educativo, se debe evitar perder el tiempo e intensificar el horario de estudio, dentro y fuera del salón de clases. Con esta Semana Uribe pierden tiempo los estudiantes y también los profesores; y –adicionalmente- el tema se convierte en un dolor de cabeza para sus ajetreados padres, que no tienen como orientar a los estudiantes en el mejor uso de esas horas de ocio.
Desde esta tribuna, con todo respeto, sugerimos al Ministerio de Educación Nacional evaluar el sostenimiento de esa Semana de receso o Semana Uribe, y acudirá las tareas escolares, igualmente, para ayudarles a utilizar ese tiempo de estudio.
Mejorar la calidad de la educación en su conjunto, sin importar si los colegios sean públicos o nocturnos, como tampoco si es diurno o nocturno; debe ser un propósito nacional. Se requiere intensificar el tiempo de estudio, mejorar las habilidades de lecto-escritura, capacitar y actualizar a los profesores y ayudantes del Salón de Clases, mejorar y ampliar el acceso a las nuevas tecnologías y medir los distintos grados, entre otros objetivos, para lograr ese propósito que debería una política de Estado y objetivo colectivo fundamental.
Definitivamente Colombia es un país muy particular. Es el país del Sagrado Corazón de Jesús, tenemos los llamados lunes festivos o puentes Emiliani, para fomentar el turismo interno; y desde hace varios años, en el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, se creó la segunda semana de receso escolar del año, que ahora se conoce […]
Definitivamente Colombia es un país muy particular. Es el país del Sagrado Corazón de Jesús, tenemos los llamados lunes festivos o puentes Emiliani, para fomentar el turismo interno; y desde hace varios años, en el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, se creó la segunda semana de receso escolar del año, que ahora se conoce popularmente, entre profesores y alumnos, como la Semana Uribe.
Por cuenta de los lunes Emiliani son 17 festivos en todo el año, a los cuales hay que sumarles las vacaciones de mitad y fin de año, Semana Santa, carnavales, festivales y las fiestas patronales de cada pueblo o ciudad. Nos preguntamos, ¿Hasta donde se justifica que un país como Colombia, que requiere mejorar y reforzar su sistema educativo, en todos los niveles, se de el lujo de tener otra semana de receso, en octubre, previa a la celebración del día de la raza, supuestamente para que sus estudiantes se preparen para culminar el último periodo lectivo del año.
En un país donde los colegios públicos viven de paro en paro, en buena parte por la acción de Fecode, y en el cual la hora escolar es de 45 minutos que se reduce a un poco más de media hora; se sume, desde hace años, la famosa semana de receso más conocida como la “Semana Uribe”. No hay derecho.
En la semana de receso, es decir la que se inicia el próximo lunes, la gran mayoría de niños y jóvenes no pueden tener ningún tipo de descanso por cuanto la gran mayoría de padres y adultos está trabajando, normalmente. Son pocas las alternativas: pierden el tiempo en la casa, donde no hay que hacer; sólo tienen la alternativa de ver televisión y entrar a Internet, sin ninguna supervisión o simplemente callejear y perder el tiempo.
Hoy, está demostrado que la intensidad de horario, tanto en las aulas como en la casa, es importante a la hora de crear hábitos de estudio y dedicarle tiempo a leer y estudiar, es decir a estudiar a conciencia.
En nuestra opinión se debe evaluar la famosa semana de receso, desde todo punto de vista. Hoy es una verdadera pérdida de tiempo de los muchachos, no existe una legislación de vacaciones en el sector empresarial articulada con el tema del receso escolar.
Si el país quiere avanzar en calidad de su sistema educativo, se debe evitar perder el tiempo e intensificar el horario de estudio, dentro y fuera del salón de clases. Con esta Semana Uribe pierden tiempo los estudiantes y también los profesores; y –adicionalmente- el tema se convierte en un dolor de cabeza para sus ajetreados padres, que no tienen como orientar a los estudiantes en el mejor uso de esas horas de ocio.
Desde esta tribuna, con todo respeto, sugerimos al Ministerio de Educación Nacional evaluar el sostenimiento de esa Semana de receso o Semana Uribe, y acudirá las tareas escolares, igualmente, para ayudarles a utilizar ese tiempo de estudio.
Mejorar la calidad de la educación en su conjunto, sin importar si los colegios sean públicos o nocturnos, como tampoco si es diurno o nocturno; debe ser un propósito nacional. Se requiere intensificar el tiempo de estudio, mejorar las habilidades de lecto-escritura, capacitar y actualizar a los profesores y ayudantes del Salón de Clases, mejorar y ampliar el acceso a las nuevas tecnologías y medir los distintos grados, entre otros objetivos, para lograr ese propósito que debería una política de Estado y objetivo colectivo fundamental.