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Columnista - 24 febrero, 2023

Se jodieron, se jodieron ya

“Los homenajes deben de hacerse en vida”, así titula el compañero columnista Jorge Naín Ruiz, a quien no tengo el gusto de conocer.

“Los homenajes deben de hacerse en vida”, así titula el compañero columnista Jorge Naín Ruiz, a quien no tengo el gusto de conocer y quisiera hacerlo, para referirse a las directivas de la música vallenata, llámense Festival o Sayco que están en mora de hacerlo antes que la muerte los sorprenda, refiriéndose a Alfredo Gutiérrez, El Tri Rey Vallenato y otros artistas que todavía siguen ignorados por los mandamás de esas instituciones. 

Tiene toda la razón el doctor Naín Ruiz al tratar ese tema que él conoce más que nadie y su voz e inquietudes no se deben quedar en el vacío, hay que oírlas y tratar de cumplirlas para satisfacción de los ignorados injustamente.

Zapatero a tu zapato, Naín defiende a sus ídolos que son los músicos, compositores e intérpretes para resaltar su grandeza y la gran labor que desarrollan para la difusión de esa música que tanta gloria nos ha dado. De eso no hay duda.

Rafael Escalona, Leandro Díaz y José Antonio Murgas, Alfonso Araujo Cotes, son cuatro íconos del Cesar; los dos primeros para qué decir quiénes son y qué hicieron, todo el mundo lo sabe, nadie desconoce sus grandezas y los inmensos aportes que le hicieron a la música vallenata y al folclor y así han sido premiados y reconocidos en libros, museos y monumentos por todas partes. ¿Pero le ha pasado lo mismo a los doctores Murgas Aponte y Araujo Cotes?. ¡Qué va!, ellos han sido ignorados a pesar de haberles dado tanta grandeza al Cesar, son los padres de él, por sus iniciativas y esfuerzos hoy somos lo que somos, aunque algunos digan lo contrario, un departamento pujante con mucho futuro.

Será justo y no me canso de decirlo y no dejaré de escribirlo hasta cuando la artritis o la artrosis me inutilicen los dedos y el Alzheimer acabe con mis neuronas, (plagiando al gran Poncho Zuleta) que los bustos de los doctores José Antonio Murgas y Alfonso Araujo no estén al lado de los de López Michelsen, Pedro Castro Monsalvo y Luis Carlos Galán en La Plazoleta de la Gobernación, eso es tremendamente injusto y es una canallada lo que se ha cometido con ellos por la indiferencia de nuestros gobernantes y legisladores, pero todavía hay tiempo, están vivos y lúcidos aunque de avanzada edad ambos y qué grato sería que tuvieran la satisfacción de verse homenajeados por este gobernador o la Asamblea Departamental, que tan cercanos son a ellos, viéndolos felices observando sus respectivos monumentos el día de su inauguración; hasta ahora he arado en el mar, ojalá en esta oportunidad se oiga mi clamor, que no es mío, sino de todos los cesarenses que le agradecemos a los doctores Murgas y Araujo todo lo que han hecho por nosotros.

¿Será qué para que se les haga ese justo reconocimiento, los doctores Murgas Aponte y Araujo Cotes, tendrán que componer una canción vallenata o tocar el acordeón para que conmuevan las fibras del corazón del señor gobernador o los señores diputados? Lo veo difícil y creo que por ahí no es la cosa, porque si es por ahí, se jodieron, se jodieron ya.

Por José Manuel Aponte Martínez

Columnista
24 febrero, 2023

Se jodieron, se jodieron ya

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

“Los homenajes deben de hacerse en vida”, así titula el compañero columnista Jorge Naín Ruiz, a quien no tengo el gusto de conocer.


“Los homenajes deben de hacerse en vida”, así titula el compañero columnista Jorge Naín Ruiz, a quien no tengo el gusto de conocer y quisiera hacerlo, para referirse a las directivas de la música vallenata, llámense Festival o Sayco que están en mora de hacerlo antes que la muerte los sorprenda, refiriéndose a Alfredo Gutiérrez, El Tri Rey Vallenato y otros artistas que todavía siguen ignorados por los mandamás de esas instituciones. 

Tiene toda la razón el doctor Naín Ruiz al tratar ese tema que él conoce más que nadie y su voz e inquietudes no se deben quedar en el vacío, hay que oírlas y tratar de cumplirlas para satisfacción de los ignorados injustamente.

Zapatero a tu zapato, Naín defiende a sus ídolos que son los músicos, compositores e intérpretes para resaltar su grandeza y la gran labor que desarrollan para la difusión de esa música que tanta gloria nos ha dado. De eso no hay duda.

Rafael Escalona, Leandro Díaz y José Antonio Murgas, Alfonso Araujo Cotes, son cuatro íconos del Cesar; los dos primeros para qué decir quiénes son y qué hicieron, todo el mundo lo sabe, nadie desconoce sus grandezas y los inmensos aportes que le hicieron a la música vallenata y al folclor y así han sido premiados y reconocidos en libros, museos y monumentos por todas partes. ¿Pero le ha pasado lo mismo a los doctores Murgas Aponte y Araujo Cotes?. ¡Qué va!, ellos han sido ignorados a pesar de haberles dado tanta grandeza al Cesar, son los padres de él, por sus iniciativas y esfuerzos hoy somos lo que somos, aunque algunos digan lo contrario, un departamento pujante con mucho futuro.

Será justo y no me canso de decirlo y no dejaré de escribirlo hasta cuando la artritis o la artrosis me inutilicen los dedos y el Alzheimer acabe con mis neuronas, (plagiando al gran Poncho Zuleta) que los bustos de los doctores José Antonio Murgas y Alfonso Araujo no estén al lado de los de López Michelsen, Pedro Castro Monsalvo y Luis Carlos Galán en La Plazoleta de la Gobernación, eso es tremendamente injusto y es una canallada lo que se ha cometido con ellos por la indiferencia de nuestros gobernantes y legisladores, pero todavía hay tiempo, están vivos y lúcidos aunque de avanzada edad ambos y qué grato sería que tuvieran la satisfacción de verse homenajeados por este gobernador o la Asamblea Departamental, que tan cercanos son a ellos, viéndolos felices observando sus respectivos monumentos el día de su inauguración; hasta ahora he arado en el mar, ojalá en esta oportunidad se oiga mi clamor, que no es mío, sino de todos los cesarenses que le agradecemos a los doctores Murgas y Araujo todo lo que han hecho por nosotros.

¿Será qué para que se les haga ese justo reconocimiento, los doctores Murgas Aponte y Araujo Cotes, tendrán que componer una canción vallenata o tocar el acordeón para que conmuevan las fibras del corazón del señor gobernador o los señores diputados? Lo veo difícil y creo que por ahí no es la cosa, porque si es por ahí, se jodieron, se jodieron ya.

Por José Manuel Aponte Martínez