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Columnista - 11 mayo, 2016

¿Se acerca el fin del conflicto en Colombia?

Los negociadores de la paz en La Habana buscan afanosamente el punto final del conflicto sobre las bases de un cese al fuego bilateral y definitivo, el cronograma de dejación de las armas, y el esquema que definirá el Gobierno para tratar de garantizar la seguridad de los guerrilleros y para iniciar así una nueva […]

Los negociadores de la paz en La Habana buscan afanosamente el punto final del conflicto sobre las bases de un cese al fuego bilateral y definitivo, el cronograma de dejación de las armas, y el esquema que definirá el Gobierno para tratar de garantizar la seguridad de los guerrilleros y para iniciar así una nueva era en el país sin guerrillas, algo muy desconocido para las últimas generaciones.

Este mes podrían darse los acuerdos sobre fin del conflicto y los actores de la paz estarán concentrados en el último punto de la agenda relacionado con la implementación, verificación y refrendación de los acuerdos, para blindar jurídicamente todo lo negociado. Las Farc tendrán que explicar ante sus tropas el pacto con el que se termina la guerra para ratificar así el fin de la rebelión y de la lucha armada para convertirse en partido político. Los entendidos en el tema sugieren que los acuerdos deben quedar doblemente asegurados, en el derecho internacional y en el interno.

Colombia se tiene que preparar y concientizarse para tener un país sin conflicto armado, donde las Farc ya deben entender que son protagonistas en la reconciliación de todos los colombianos.

No podemos seguir siendo una fábrica de víctimas que nos ruboriza ante propios y extraños. Es una oportunidad única y especial que todos nos merecemos.

Es importante anotar el esfuerzo de la justicia para ir tras los bienes de quienes apoyaron a grupos armados ilegales. Esta es una dura tarea, pero fundamental para ayudar a cerrar el capítulo del conflicto. Las dolorosas cifras de más de 8 millones de víctimas y 2,5 millones de hechos violentos, estarían confirmando que los grupos armados contaron, de alguna forma, con el respaldo y apoyo de sectores que fueron determinantes para su consolidación. ¡No podemos repetir los errores del pasado, la historia nos dice que está prohibido equivocarse!

Estamos en una democracia abierta y tolerante que acepta hasta los llamados a la resistencia civil frente al acuerdo de paz con las Farc, y pueden ser válidos algunos argumentos de los que tienen dudas y reparos de sus alcances. Pero, se pregunta uno si estos líderes ya tienen calculado el riesgo que este tipo de actitudes arrogantes y cargadas con arengas personales puede generar, especialmente cuando se habla de nivelar a las fuerzas armadas con las Farc, y de la impunidad total. “La justicia transicional es una propuesta creativa y madura para resolver la ecuación de justicia y seguridad”. No se deben sembrar vientos huracanados para jugar con el miedo de cada uno de nosotros. Queremos vivir tranquilos, reconciliados y en paz emocional. ¿Eso es mucho pedir?

Columnista
11 mayo, 2016

¿Se acerca el fin del conflicto en Colombia?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

Los negociadores de la paz en La Habana buscan afanosamente el punto final del conflicto sobre las bases de un cese al fuego bilateral y definitivo, el cronograma de dejación de las armas, y el esquema que definirá el Gobierno para tratar de garantizar la seguridad de los guerrilleros y para iniciar así una nueva […]


Los negociadores de la paz en La Habana buscan afanosamente el punto final del conflicto sobre las bases de un cese al fuego bilateral y definitivo, el cronograma de dejación de las armas, y el esquema que definirá el Gobierno para tratar de garantizar la seguridad de los guerrilleros y para iniciar así una nueva era en el país sin guerrillas, algo muy desconocido para las últimas generaciones.

Este mes podrían darse los acuerdos sobre fin del conflicto y los actores de la paz estarán concentrados en el último punto de la agenda relacionado con la implementación, verificación y refrendación de los acuerdos, para blindar jurídicamente todo lo negociado. Las Farc tendrán que explicar ante sus tropas el pacto con el que se termina la guerra para ratificar así el fin de la rebelión y de la lucha armada para convertirse en partido político. Los entendidos en el tema sugieren que los acuerdos deben quedar doblemente asegurados, en el derecho internacional y en el interno.

Colombia se tiene que preparar y concientizarse para tener un país sin conflicto armado, donde las Farc ya deben entender que son protagonistas en la reconciliación de todos los colombianos.

No podemos seguir siendo una fábrica de víctimas que nos ruboriza ante propios y extraños. Es una oportunidad única y especial que todos nos merecemos.

Es importante anotar el esfuerzo de la justicia para ir tras los bienes de quienes apoyaron a grupos armados ilegales. Esta es una dura tarea, pero fundamental para ayudar a cerrar el capítulo del conflicto. Las dolorosas cifras de más de 8 millones de víctimas y 2,5 millones de hechos violentos, estarían confirmando que los grupos armados contaron, de alguna forma, con el respaldo y apoyo de sectores que fueron determinantes para su consolidación. ¡No podemos repetir los errores del pasado, la historia nos dice que está prohibido equivocarse!

Estamos en una democracia abierta y tolerante que acepta hasta los llamados a la resistencia civil frente al acuerdo de paz con las Farc, y pueden ser válidos algunos argumentos de los que tienen dudas y reparos de sus alcances. Pero, se pregunta uno si estos líderes ya tienen calculado el riesgo que este tipo de actitudes arrogantes y cargadas con arengas personales puede generar, especialmente cuando se habla de nivelar a las fuerzas armadas con las Farc, y de la impunidad total. “La justicia transicional es una propuesta creativa y madura para resolver la ecuación de justicia y seguridad”. No se deben sembrar vientos huracanados para jugar con el miedo de cada uno de nosotros. Queremos vivir tranquilos, reconciliados y en paz emocional. ¿Eso es mucho pedir?