Si los vallenatos pagan sus impuestos de manera puntual y la cultura de pago ha ido creciendo en los últimos años según reportes de la secretaria de Hacienda del Municipio, Lili Vargas, ya es hora que se vean más obras en la ciudad que impacten los problemas más sentidos de la comunidad.

Uno de esos problemas es la pésima malla vial con que cuenta Valledupar. Si la sobretasa a la gasolina no es la de mejor recaudo, de donde se suponen sale una parte de los recursos para el mantenimiento y rehabilitación de la vías urbanas, si debería haber mayor compromiso y voluntad de parte del alcalde vallenato, Freddy Socarrás, para atender esta inminente necesidad.

Si las finanzas del municipio van por buen camino, lo mínimo que se espera es que esa realidad financiera se vea reflejada en la ciudad. Uno de los pulsos que se le toman a las ciudades para saber cómo están, es el estado de las vías. Valledupar se ve fea, sus calles llenas de huecos dan un parte de abandono, de ausencia del Estado y de desinterés administrativo.

No es mentira. Las calles del centro de la ciudad, de los barrios y las avenidas principales dicen la realidad. Transitarlas se ha vuelto un viacrusis. Qué espera la Alcaldía para comenzar a darle una mejor cara a la ciudad. Los ciudadanos hacen su parte y esperan reciprocidad de su gobernante.

Las obras se necesitan. Los parques requieren mantenimiento, las zonas peatonales también. Si se siguen aplazando estas inversiones, más adelante el costo será mayor.

Es hora de que los vallenatos vean reinvertidos sus impuestos. Así se estimula un mayor pago de los impuestos.