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Editorial - 22 abril, 2024

¿Se disparará el costo del gas en nuestra región?

Se ha colgado en la web por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, CREG, un proyecto de resolución que podría causar grave impacto en la tarifa de gas que se cobra a los usuarios en la Costa Caribe. El gas, clave en la transición energética, es para los hogares costeños un alivio y un insumo fundamental en la alimentación, la industria y el transporte en nuestra región. Los yacimientos localizados en la región deben servir prioritariamente a la región.

Se ha colgado en la web por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, CREG, un proyecto de resolución que podría causar grave impacto en la tarifa de gas que se cobra a los usuarios en la Costa Caribe. El gas, clave en la transición energética, es para los hogares costeños un alivio y un insumo fundamental en la alimentación, la industria y el transporte en nuestra región. Los yacimientos localizados en la región deben servir prioritariamente a la región. fundamental en la alimentación, la industria y el transporte en nuestra región. Los yacimientos localizados en la región deben servir prioritariamente a la región.

La resolución de marras pretende una unificación de tarifas a nivel nacional, independientemente de la distancia entre el punto de despacho y de distribución. De modo que donde es más barato el costo del transporte -en la Costa Caribe- termine subsidiando la tarifa del interior.

Así, basado en un análisis, propone dicha integración de tarifas, pasando de tarifas por distancia entre los campos de producción y el punto de consumo, a una tarifa única nacional que no se predica ni se aplica para ser justos -especialmente en esta tormentosa época de inflación- con los recibos de la energía eléctrica, más barata en el interior.

Según la propuesta, la tarifa promedio de la costa Caribe pasaría de US 1.18/kpc -mil pies cúbicos- a US 2.09/ kpc, lo mismo que un incremento del 77 %.

Mientras que las tarifas del interior pasarían de un promedio de US 2,70/ kpc a los mismos US 2.09/kpc, lo que representa una reducción de casi una cuarta parte. La propuesta no analiza impactos en la demanda, la capacidad de pago, los incrementos en subsidios y lo que esto significa para el bolsillo del gobierno y de los propios usuarios.

Mayores precios de gas para la industria podría significar cierres o pérdidas de competitividad o de las fabricas, cuando se requiere una mayor relocalización hacia la Costa para aprovechar la condición geográfica y aprovechar el nearshoring: la posibilidad, después de la pandemia y la guerra en Ucrania, por la crisis de los suministros, de ubicar la producción cerca a los grandes mercados de los Estados Unidos. Esa determinación agravaría el desempleo y haría crecer de brechas socioeconómicas e impactos en la calidad de vida de los costeños.

El estudio no considera los cambios regulatorios que requiere la estampilla o unificación tarifaria. La regulación vigente no está diseñada para integrar la infraestructura de transporte en su totalidad. Un usuario de La Guajira, digamos de Riohacha o norte del Cesar cuyo gas provenga de los campos costa afuera de Ballena o Chuchupa, tendría un incremento de hasta 4 veces, en el componente de su costo de transporte, para pagar por las distancias entre los campos y el interior.

No es época para andar jugando con las tarifas de los servicios públicos, agitada por el inquietante y justo reclamo del pueblo. Mas aún se afectaría la tarifa de energía pues buena parte de las térmicas de la Costa funcionan a gas -salvo las de Gecelca que son de carbón-. Y advertimos, transportes, como el del SIVA en Valledupar, funcionan en buses alimentados por gas, y es un elemento crucial para el costo del pasaje.

Los usuarios estratos 1 y 2 de gas representan 4 de 5 hogares costeños, el interior del país tiene un porcentaje de este tipo de usuarios mucho menor. Con esta propuesta, de abrirse paso sin que el gobierno, los congresistas y los líderes sociales y gremiales se percaten, empobrecerá mas a los más pobres.

Editorial
22 abril, 2024

¿Se disparará el costo del gas en nuestra región?

Se ha colgado en la web por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, CREG, un proyecto de resolución que podría causar grave impacto en la tarifa de gas que se cobra a los usuarios en la Costa Caribe. El gas, clave en la transición energética, es para los hogares costeños un alivio y un insumo fundamental en la alimentación, la industria y el transporte en nuestra región. Los yacimientos localizados en la región deben servir prioritariamente a la región.


Se ha colgado en la web por parte de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, CREG, un proyecto de resolución que podría causar grave impacto en la tarifa de gas que se cobra a los usuarios en la Costa Caribe. El gas, clave en la transición energética, es para los hogares costeños un alivio y un insumo fundamental en la alimentación, la industria y el transporte en nuestra región. Los yacimientos localizados en la región deben servir prioritariamente a la región. fundamental en la alimentación, la industria y el transporte en nuestra región. Los yacimientos localizados en la región deben servir prioritariamente a la región.

La resolución de marras pretende una unificación de tarifas a nivel nacional, independientemente de la distancia entre el punto de despacho y de distribución. De modo que donde es más barato el costo del transporte -en la Costa Caribe- termine subsidiando la tarifa del interior.

Así, basado en un análisis, propone dicha integración de tarifas, pasando de tarifas por distancia entre los campos de producción y el punto de consumo, a una tarifa única nacional que no se predica ni se aplica para ser justos -especialmente en esta tormentosa época de inflación- con los recibos de la energía eléctrica, más barata en el interior.

Según la propuesta, la tarifa promedio de la costa Caribe pasaría de US 1.18/kpc -mil pies cúbicos- a US 2.09/ kpc, lo mismo que un incremento del 77 %.

Mientras que las tarifas del interior pasarían de un promedio de US 2,70/ kpc a los mismos US 2.09/kpc, lo que representa una reducción de casi una cuarta parte. La propuesta no analiza impactos en la demanda, la capacidad de pago, los incrementos en subsidios y lo que esto significa para el bolsillo del gobierno y de los propios usuarios.

Mayores precios de gas para la industria podría significar cierres o pérdidas de competitividad o de las fabricas, cuando se requiere una mayor relocalización hacia la Costa para aprovechar la condición geográfica y aprovechar el nearshoring: la posibilidad, después de la pandemia y la guerra en Ucrania, por la crisis de los suministros, de ubicar la producción cerca a los grandes mercados de los Estados Unidos. Esa determinación agravaría el desempleo y haría crecer de brechas socioeconómicas e impactos en la calidad de vida de los costeños.

El estudio no considera los cambios regulatorios que requiere la estampilla o unificación tarifaria. La regulación vigente no está diseñada para integrar la infraestructura de transporte en su totalidad. Un usuario de La Guajira, digamos de Riohacha o norte del Cesar cuyo gas provenga de los campos costa afuera de Ballena o Chuchupa, tendría un incremento de hasta 4 veces, en el componente de su costo de transporte, para pagar por las distancias entre los campos y el interior.

No es época para andar jugando con las tarifas de los servicios públicos, agitada por el inquietante y justo reclamo del pueblo. Mas aún se afectaría la tarifa de energía pues buena parte de las térmicas de la Costa funcionan a gas -salvo las de Gecelca que son de carbón-. Y advertimos, transportes, como el del SIVA en Valledupar, funcionan en buses alimentados por gas, y es un elemento crucial para el costo del pasaje.

Los usuarios estratos 1 y 2 de gas representan 4 de 5 hogares costeños, el interior del país tiene un porcentaje de este tipo de usuarios mucho menor. Con esta propuesta, de abrirse paso sin que el gobierno, los congresistas y los líderes sociales y gremiales se percaten, empobrecerá mas a los más pobres.