A raíz de la reciente encuesta realizada por Ipsos Global Advisor que concluye que Colombia es uno de los países más xenófobos y otro estudio realizado por la plataforma Barámetro de la Xenofobia evidenció una escalada de ataques a venezolanos tras anuncios recientes de la alcaldesa Claudia López en Bogotá.

La alcaldesa López propuso crear un “comando” de operaciones contra estructuras criminales que involucren a la población migrante. Durante el fin de semana, tras una reunión con el consejo de seguridad de la ciudad, dijo que “las estructuras criminales de población migrante están siendo un factor de inseguridad” en la capital colombiana porque “están operando con un altísimo nivel de violencia”.

De esa forma, estimó que es necesario identificar a toda la población migrante que vive en Bogotá, de la cual ya llevan identificada al 70 %.

“Los criminales no van a venir a registrarse, pero una vez tengamos esa identificación, cualquier ciudadano en una labor de inspección que haga nuestra Policía y que esté sin identificar vamos a hacer forzosamente su identificación”, dijo López.

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¿XENOFOBIA O PREJUICIO? 

Ante esta situación, el sociólogo José Varela, miembro del Comité de Investigación de la UPC, descartó la xenofobia como un mal que aqueja a la sociedad vallenata, pero precisó el prejuicio en la comunidad hacia algunos comportamientos específicos en ciudadanos venezolanos. 

“En Colombia ha crecido la adversión, la negación o la falta de aceptación, especialmente, en los ciudadanos de nacionalidad venezolana por la relación que, tal vez, se tiene con el aumento del crimen o con situaciones de conflicto que generan mucha inseguridad en la ciudades que genera incluso miedo. Si hablamos de xenofobia tendríamos que decir que en Colombia, o en el Cesar y Valledupar nos negamos a la posiblidad de aceptación de extrajeras de todas partes y no es cierto”, explicó Varela. 

Resaltó que las mujeres venezolanas son las que mayor sufren ataques sociales. “Otro prejuicio o estereotipo que se le ha dado a las personas del país vecino es, por ejemplo, que las mujeres son señaladas de trabajadoras sexuales, pero en realidad es que la forma de vida es más liberal y abierta en las relaciones sociales que hacen parte de un comportamiento muy diferente al nuestro”, añadió.

VOCES DE LA COMUNIDAD 

Entretanto algunos ciudadanos coincidieron con la explicación de Valera, al referirse al prejuicio que la sociedad se ha formado en su imaginario sobre los ciudadanos venezolanos que residen en esta capital.

Marinelcy Santiago, agente de bienes raíces, indicó que el trato que se le da un extranjero norte americano es diferente al que recibe el venezolano. “Cuando llega un gringo todas las personas lo miran con admiración y no se le brinda un comportamiento xenófobo, sino al contrario queremos socializar para conocer la cultura”, aseveró. 

Aseguró: “Con los venezolanos tenemos prejuicios porque la mayoría que están en Colombia son las personas que en su país no tenían una estabilidad económica ni un nivel social alto, entonces así como hay unos que han venido a delinquir hay otros que están trabajando y con ellos no somos despectivos. Es decir, no es xenofobia es prejuicio social porque no vinieron a dejarle riquezas a Colombia sino a consumir lo que nosotros producimos, por eso, nos sentimos invadidos y poco superiores”. 

Por su parte, el estudiante universitario Daniel Jiménez atribuyó a la xenofobia la falta de educación. “Hay problemas con los venezolanos, pero no creo que sea xenofobia. Inicialmente porque cuando hay hechos de robos, asesinatos, entre otros hechos, se asume que son venezolanos porque muchas personas en Valledupar son de pensamiento ignorante, tienen ideologías dominantes y no van más allá. Entonces, esas personas tienden a ser más susceptibles a lo que dicen otras y sobre todo en chismes, provocando que piensen en algo como: ‘uy esos venezolanos son es puercos, deben pasar hambre y por eso matan y roban, hay que tenerles miedo’. Crean ese estereotipo sin salir de casa y conocer a un venezolano. En resumen pienso que las personas no es que sean xenófobas por serlo sino debido a la ignorancia”, resaltó. 

Asimismo, la transeúnte Amanda Socarrás añadió: “Los vallenatos se sienten desplazados laboralmente y sin oportunidades, por eso, la aversión hacia los ciudadanos venezolanos”. 

ESTUDIOS

El estudio del Barómetro de Xenofobia, plataforma que sistematiza, analiza y difunde como información pública el resultado del análisis de las conversaciones en Twitter, páginas web y medios de comunicación sobre la población migrante venezolana, concluyó que después de los recientes anuncios de López se dispararon los señalamientos xenófobos o discriminatorios por encima de un 730 %, según se evidenció en las redes sociales. La cifra mide los últimos nueve días con respecto al promedio del mes.

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El problema, según el Barómetro de Xenofobia, es que el discurso de odio contra la población vecina podría no solo generar un rechazo y publicaciones en contra de los venezolanos en redes sociales, sino en algunos casos llegar hasta la violencia.

“El primer momento durante el mes en el que se observa un aumento significativo de la conversación de xenofobia son los días 11 y 12 de agosto. Durante esta jornada ocurrió un hecho de seguridad en el que un policía fue asesinado por un ciudadano, presuntamente migrante venezolano, que estaba siendo requisado por el patrullero. Al día siguiente, los mensajes de xenofobia mantuvieron un volumen alto en el contexto del homenaje póstumo que se estaba realizando por el patrullero”, se lee en el informe.

Finalmente, Ipsos Global Advisor realizó una encuesta virtual donde evaluó a casi 20.000 personas y concluyó que entre 25 naciones, este país está dentro de los más xenófobos.

Por ejemplo, en una de las preguntas sobre si los inmigrantes les quitan el empleo a las personas de su país, los ciudadanos respondieron: el 71 % de los encuestados de Turquía contestaron que sí, los pobladores de Malasia aseguraron lo mismo en un 51 % y los colombianos lo hicieron en un 62 %.

POR: KAREN LILIANA PÉREZ