Para tratar el tema de esta importante ecuación, lo mejor que podemos hacer para facilitar su comprensión es mencionar los principales factores de degradación ambiental que acompañan las áreas altamente generadoras de recursos y bienes de capital, tales como:

* Ocupación de zonas protectoras de corrientes hídricas que afectan los ciclos hidrológicos, la oferta y la calidad del agua y los recursos pesqueros.

* Explotación de recursos petroleros, mineros, madereros, productos del bosque y suelos que desarticulan las economías locales y desdibujan el paisaje generando emisiones y residuos que afectan la salud ambiental de la población.

* Generación de procesos de ocupación de territorios y desarticulación de culturas y economías locales étnicas y campesinas.

* Agricultura de monocultivos en zonas de bosques húmedos tropical.

* Alto consumo de agua.

* Intensiva aplicación de agroquímicos acompañadas de procesos de salinización de suelos y destrucción de la biota y fauna edáfica (relativo al suelo y todos los organismos que en él se encuentran). Así ha sucedido aquí en el Cesar.

* Ganaderización de las zonas de ladera y los páramos que afectan la estabilidad de las vertientes cordilleranas, la destrucción de la biodiversidad y la calidad de los recursos hídricos (Sierra Nevada y Serranía de Perijá).

* Cultivos intensivos en zonas de laderas que incrementan la erosión y pérdida de suelos (Sierra Nevada y Serranía de Perijá).

* Generación de vertimientos, desechos y emisiones atmosféricas de alto riesgo para la salud ambiental de la población por las actividades industriales.

* Generación de desechos sólidos y líquidos por las áreas urbanas que afectan extensas zonas de influencia de las urbes.

Podemos decir que en nuestro territorio colombiano no existe lugar alguno que no tenga la influencia de uno o varios de estos factores mencionados.

Como consecuencia de todos estos factores, durante las últimas décadas en Colombia se han venido presentando desastres ecológicos y conflictos ecológicos distributivos de diversa magnitud, dentro de los que se destacan algunos ejemplos, como la mortandad de peces en la ciénagas Grande de Santa Marta, Caimanera (Coveña) y Ciénaga de la Virgen (Cartagena), lago de Sochagota en Paipa, departamento de Boyacá, conflictos entre comunidades indígenas Wayúu y la explotación minera en el Cerrejón zona Norte, departamento de La Guajira; los conflictos derivados por la explotación de minería de oro con dragas a lo largo del Choco biogeográfico y los conflictos en varios municipios por inadecuado manejo de residuos líquidos (Valledupar), así como inadecuado manejo de residuos sólidos en casi todo Colombia.

NOTA: Como quiera que se avecinan las elecciones, es importante ir pensando en el relevo de las administraciones municipales para generar un cambio. ¿Será que Becerril lo merece?

*Especializado en Gestión Ambiental.

Por Hernán Maestre Martínez