Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan

Por Aquilino Cotes Zuleta

El Presidente Juan Manuel Santos está provocando espacios teóricos que conjeturan la construcción de paz con Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, el Comandante de las FARC, en medio de un proceso que se ha caracterizado por el  hermetismo y la discreción, como punta de lanza a la materialización del propósito que se entiende ya cuenta con varios países aliados.
La situación política se plantea en medio del conflicto armado que cada día se recrudece, pero que podría llegar a un punto final en cuestiones de meses y antes de finalizar el presente año.
Inclusive, todo parece señalar que durante la Sexta Cumbre de las Américas, que reunirá a los presidentes del hemisferio en Cartagena de Indias del 9 al 15 de abril próximo se consolidará en parte esa “voluntad” entre el jefe del Estado colombiano y los países que convergen en ese mismo sentido.
Lo que se avista en Timochenko es la predisposición que ha manifestado desde  su llegada a la comandancia de las FARC en cuanto a aclimatar un ambiente que busca diálogos, aceptando propuestas del Gobierno de Santos como anunciar NO al secuestro extorsivo y la liberación de los 10 militares y policías secuestrados. A comienzos del mes de marzo en un comunicado Timochenko también expresó que había que apostarle a la reconciliación y a la paz.
Son señales que muchos consideran que son válidas y ofrecen de una u otra manera un “avance” en ese sentido. Sin embargo, las Farc no cesan sus ataques, es lo contradictorio de sus mensajes de paz.
“La intención anunciada por las Farc de abstenerse de tomar secuestrados a cambio de rescate es alentadora”, dijo ayer martes la Alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, quien además celebró la liberación de los 10 militares y policías.
Entretanto, el Presidente Santos da entender que quiere la paz con la guerrilla y ha dicho cientos de veces, en escenarios nacionales e internacionales, que no va a “atrancar las puertas de la paz” y  que siempre tiene las llaves de la paz en su bolsillo,  porque su prioridad es la conciliación entre los colombianos, a pesar de que sus declaraciones enojan a su ¿tutor? político Álvaro Uribe Vélez. Lo que se entiende es que el Jefe de Estado le juega al hermetismo y  a la discreción, por tal razón no ha dicho mucho de las reuniones que propició en Cuba con los presidentes Castro y Chávez.
Surge ahora el tema jurídico y en este sentido ya el Congreso está trabajando no para definir un nuevo “Caguán” ni mucho menos otro “Ralito”, a los que no le apuesta el Presidente Santos, como tampoco le intimida que la guerrilla continúe su estela sangrienta en el país.
Santos –ha dicho- que no permitirá hacerle el juego a las Farc y al ELN para que logren espacios, y responde con avances decididos a aniquilar a la subversión: han sido muertos por las tropas muchos de sus líderes entre ellos Guillermo León Sáenz Vargas, alias “Alfonso Cano”, con quien se pensó podría haber acercamientos y el Mono Jojoy, abatidos en su ley.
“El mejor camino es la paz”, ha sentenciado el Presidente Santos cada vez que son abatidos o capturados los subversivos. Por estos días el Gobierno informa de la muerte de por lo menos 36 miembros de las Farc en el Cauca colombiano.
Entretanto, el Congreso colombiano avanza en la aprobación de una reforma a la Constitución, para “legalizar” los instrumentos de justicia en el marco de un acuerdo de paz y ya hay herramientas muy sólidas para que se conforme todo un marco jurídico para que no puedan perturbar el proceso los leguleyos o abogados que esté en contra del mismo, es lo que se afirma.
Quedan en manos del Comandante de las FARC, médico y Cardiólogo,  Rodrigo Londoño Echeverri, alias  “Timochenko”, del Presidente Juan Manuel Santos, el Congreso de la República y la participación de presidentes de los países aliados que se inicie el proceso hacia la paz.

Posdata: Inclusive, en la Cumbre de las Américas con Ecuador, Bolivia, Cuba o Venezuela sin asistir, pareciera que se va a discutir de manera muy sigilosa qué país se ofrece para recibir a los que pacten la paz.   Hasta la próxima semana.
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