-->
Un santo Ecce Homo que nos debe permitir reflexionar en el hecho de que como sociedad nos estamos equivocando y como clase dirigente nos falta más.
Inicia la semana mayor y para los vallenatos tiene un significado especial el Lunes Santo. Lo tiene porque es el día que le pedimos a nuestro Santo que tenga compasión de nosotros, que entienda nuestras necesidades y le agradecemos por lo que somos.
Nuestra imagen del Ecce Homo, como escribió alguien recientemente de este Santo, “desafía nuestras expectativas y nos invita a reflexionar sobre la capacidad humana de perdonar (…) nos plantea la idea de que si un ser humano pudo mostrar compasión y perdón en circunstancias adversas, entonces también nosotros deberíamos ser capaces de hacerlo”.
El Lunes Santo en Valledupar es el día del Ecce Homo, es un día de reflexión. Por lo tanto, lo primero es empezar por reconocer el valor de todos aquellos que fortalecen la feligresía, principalmente la Diócesis de Valledupar, que tiene un buen obispo y unos sacerdotes con vocación de trabajo y de construcción.
Cada iglesia que se ha construido en Valledupar tiene el sello del obispo y del sacerdote que en su momento ha estado en la misma. Cada grupo de Emaús, de las comunidades de parejas, de la renovación carismatica, de los grupos marianos, de la infancia misionera o del catecumenado, tienen el sello de nuestra Diócesis.
De igual forma, tiene mucho mérito una feligresía practicante y comprometida, creyente y con pertenencia. Eso es, lo que uno ve, en los últimos años en los feligreses en Valledupar. Feligreses de distintas edades que durante todos los días y especialmente los domingos hacen presencia en las distintas iglesias católicas de nuestra ciudad.
La Diócesis, su obispo, sus sacerdotes y los feligreses, tienen en el patrono de los vallenatos un referente. Todo lo construido pareciera tener en el Santo Ecce Homo el norte.
El próximo lunes todos en Valledupar, católicos e incluso los no católicos, oiremos de nuestro Santo Patrono. Los católicos reflexionaremos, reconoceremos nuestros pecados e inclinaremos la cabeza ante el Santo Ecce Homo.
Las reflexiones deben permitir que el señor obispo y cada uno de sus sacerdotes, durante cada una de las misas del Lunes del Santo Ecce Homo, evidencien nuestros errores como sociedad e inviten a reflexionar a nuestra clase dirigente y a nuestros gobernantes sobre los errores que cometen. Además, recuerden a esa misma clase dirigente y a esos gobernantes que la corrupción es un pecado irredimible e irreparable.
Ecce Homo, he aquí al hombre, un hombre de carne y hueso que refleja humildad. Un hombre de carne y hueso al que se le ve el sufrimiento. Un santo Ecce Homo que nos debe permitir reflexionar en el hecho de que como sociedad nos estamos equivocando y como clase dirigente nos falta más.
No se trata de lavarnos las manos, se trata de reflexionar en torno al dia y a la imagen del Santo Ecce Homo.
Por: Quintín Quintero
Un santo Ecce Homo que nos debe permitir reflexionar en el hecho de que como sociedad nos estamos equivocando y como clase dirigente nos falta más.
Inicia la semana mayor y para los vallenatos tiene un significado especial el Lunes Santo. Lo tiene porque es el día que le pedimos a nuestro Santo que tenga compasión de nosotros, que entienda nuestras necesidades y le agradecemos por lo que somos.
Nuestra imagen del Ecce Homo, como escribió alguien recientemente de este Santo, “desafía nuestras expectativas y nos invita a reflexionar sobre la capacidad humana de perdonar (…) nos plantea la idea de que si un ser humano pudo mostrar compasión y perdón en circunstancias adversas, entonces también nosotros deberíamos ser capaces de hacerlo”.
El Lunes Santo en Valledupar es el día del Ecce Homo, es un día de reflexión. Por lo tanto, lo primero es empezar por reconocer el valor de todos aquellos que fortalecen la feligresía, principalmente la Diócesis de Valledupar, que tiene un buen obispo y unos sacerdotes con vocación de trabajo y de construcción.
Cada iglesia que se ha construido en Valledupar tiene el sello del obispo y del sacerdote que en su momento ha estado en la misma. Cada grupo de Emaús, de las comunidades de parejas, de la renovación carismatica, de los grupos marianos, de la infancia misionera o del catecumenado, tienen el sello de nuestra Diócesis.
De igual forma, tiene mucho mérito una feligresía practicante y comprometida, creyente y con pertenencia. Eso es, lo que uno ve, en los últimos años en los feligreses en Valledupar. Feligreses de distintas edades que durante todos los días y especialmente los domingos hacen presencia en las distintas iglesias católicas de nuestra ciudad.
La Diócesis, su obispo, sus sacerdotes y los feligreses, tienen en el patrono de los vallenatos un referente. Todo lo construido pareciera tener en el Santo Ecce Homo el norte.
El próximo lunes todos en Valledupar, católicos e incluso los no católicos, oiremos de nuestro Santo Patrono. Los católicos reflexionaremos, reconoceremos nuestros pecados e inclinaremos la cabeza ante el Santo Ecce Homo.
Las reflexiones deben permitir que el señor obispo y cada uno de sus sacerdotes, durante cada una de las misas del Lunes del Santo Ecce Homo, evidencien nuestros errores como sociedad e inviten a reflexionar a nuestra clase dirigente y a nuestros gobernantes sobre los errores que cometen. Además, recuerden a esa misma clase dirigente y a esos gobernantes que la corrupción es un pecado irredimible e irreparable.
Ecce Homo, he aquí al hombre, un hombre de carne y hueso que refleja humildad. Un hombre de carne y hueso al que se le ve el sufrimiento. Un santo Ecce Homo que nos debe permitir reflexionar en el hecho de que como sociedad nos estamos equivocando y como clase dirigente nos falta más.
No se trata de lavarnos las manos, se trata de reflexionar en torno al dia y a la imagen del Santo Ecce Homo.
Por: Quintín Quintero