El atacante vallenato será homenajeado este 30 de diciembre en el tradicional Juegos de las Estrellas que se disputará este viernes en La Bombonera del Sicarare.
Después de un segundo semestre fructífero con la camiseta del Independiente Santa Fe, el atacante vallenato Humberto Osorio Botello llegó a su tierra natal para pasar el Año Nuevo en familia.
Saciado de alegrías por los títulos alcanzados en Japón y en la Liga Águila, el delantero ‘cardenal’ habló sobre esas hazañas que lo llenan de satisfacción y lo consagran como un jugador que celebra su buen momento futbolístico.
Se acostumbró a los elogios en su carrera deportiva. Ahora con Santa Fe el collar de satisfacción se extiende, más aún cuando se pone las dos medallas alcanzadas en Liga Águila y Superliga, además del título obtenido en la Copa Suruga Bank, en Japón, en la que Osorio Botello marcó el gol del título.
Su hijo Mateo creció en medio de celebraciones. Mientras escucha las preguntas de los periodistas, Humberto Osorio no pierde de vista al menor de sus dos retoños.
Un semestre muy bueno con la camiseta de Santa Fe, un título internacional y uno de Liga nos deja muy contentos en este 2016. Se hicieron las cosas bien con un grupo comprometido, afortunadamente conseguimos cosas buenas”.
*Pero también hubo malos momentos
Sí. Cuando nos eliminaron de la Copa Sudamericana, afortunadamente nos levantamos de ese golpe bajo, el equipo fue de menos a más y después llegaron cosas importantes como este título en la Liga. También cuando quedamos por fuera de la final de la Copa Águila.
*A veces en el fútbol defenderse es una virtud. Ese esquema le sirvió mucho a Santa Fe para ser campeón. ¿Se siente igual satisfacción cuando se aplica un diseño táctico mezquino en el terreno de juego y que al final lo que vale es el resultado?
Santa Fe no tenía equipo para atacar y el profesor Costas terminó por implantar un sistema de juego defensivo que de pronto te daba el chance de contragolpear por falta de espacios, no había jugadores para filtrar balones o tocar. A veces saber defenderse es una virtud y nos tocó así con un arquero que respondió. Gracias a Dios fuimos efectivos cuando tuvimos la oportunidad de anotar y ahí estuvo el secreto.
*Pero ese sistema de juego no respondía a un hombre de área como usted y jugador de gol. ¿En qué lo afectó esta propuesta defensiva de Santa Fe?
Uno como jugador tiene que adaptarse a cualquier estilo de juego, literalmente hay que rebuscarse para tratar de anotar cuando no hay mucha claridad. Nunca tenía espacios para encarar y recibía incómodo, afortunadamente eso nos funcionó y marque nueve goles durante el semestre.
*¿El hecho de no anotar en la final queda cierto grado de desaliento?
Uno siempre quiere anotar y mejor si es en una final, pero estoy muy contento porque el título es lo más importante, independientemente si se anota o no, porque uno trabaja es para el equipo. Por ahora hay que disfrutar este buen momento y aprovechar la compañía de la familia.
A Omar ya no le está alcanzando, el profesor quiere velocidad, presión, intensidad y no está entrando en ese circuito. Ojalá encuentre la forma porque es un jugador que cualquier equipo desea tener.
Creo que ambos, son dos situaciones diferentes, en Japón me dio mucha alegría porque marqué el gol del título, pero uno como jugador lo llena de satisfacción este tipo de logros que lo ayuda a crecer deportivamente y como persona.
Mi deseo es continuar con Santa Fe, aún no me he comunicado con mi representante, vienen cosas buenas para el 2017 como la Copa Libertadores. Se quiere armar un buen equipo, particularmente tengo contrato hasta julio del próximo año y hay que esperar para ver qué sucede.
*¿Cómo ha evolucionado el tema de su rodilla?
Afortunadamente es una lesión superada, los últimos dos años fueron difíciles porque nunca tuve continuidad, eso me preocupó muchísimo, pero aquí estoy totalmente recuperado y con ganas de seguir aportándole a Santa Fe.
Dios quiera que algún día se dé la oportunidad, es el equipo de la tierra, mi papá es hincha del Junior, cualquier jugador de fútbol desearía ponerse la camiseta de ese equipo.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN
El atacante vallenato será homenajeado este 30 de diciembre en el tradicional Juegos de las Estrellas que se disputará este viernes en La Bombonera del Sicarare.
Después de un segundo semestre fructífero con la camiseta del Independiente Santa Fe, el atacante vallenato Humberto Osorio Botello llegó a su tierra natal para pasar el Año Nuevo en familia.
Saciado de alegrías por los títulos alcanzados en Japón y en la Liga Águila, el delantero ‘cardenal’ habló sobre esas hazañas que lo llenan de satisfacción y lo consagran como un jugador que celebra su buen momento futbolístico.
Se acostumbró a los elogios en su carrera deportiva. Ahora con Santa Fe el collar de satisfacción se extiende, más aún cuando se pone las dos medallas alcanzadas en Liga Águila y Superliga, además del título obtenido en la Copa Suruga Bank, en Japón, en la que Osorio Botello marcó el gol del título.
Su hijo Mateo creció en medio de celebraciones. Mientras escucha las preguntas de los periodistas, Humberto Osorio no pierde de vista al menor de sus dos retoños.
Un semestre muy bueno con la camiseta de Santa Fe, un título internacional y uno de Liga nos deja muy contentos en este 2016. Se hicieron las cosas bien con un grupo comprometido, afortunadamente conseguimos cosas buenas”.
*Pero también hubo malos momentos
Sí. Cuando nos eliminaron de la Copa Sudamericana, afortunadamente nos levantamos de ese golpe bajo, el equipo fue de menos a más y después llegaron cosas importantes como este título en la Liga. También cuando quedamos por fuera de la final de la Copa Águila.
*A veces en el fútbol defenderse es una virtud. Ese esquema le sirvió mucho a Santa Fe para ser campeón. ¿Se siente igual satisfacción cuando se aplica un diseño táctico mezquino en el terreno de juego y que al final lo que vale es el resultado?
Santa Fe no tenía equipo para atacar y el profesor Costas terminó por implantar un sistema de juego defensivo que de pronto te daba el chance de contragolpear por falta de espacios, no había jugadores para filtrar balones o tocar. A veces saber defenderse es una virtud y nos tocó así con un arquero que respondió. Gracias a Dios fuimos efectivos cuando tuvimos la oportunidad de anotar y ahí estuvo el secreto.
*Pero ese sistema de juego no respondía a un hombre de área como usted y jugador de gol. ¿En qué lo afectó esta propuesta defensiva de Santa Fe?
Uno como jugador tiene que adaptarse a cualquier estilo de juego, literalmente hay que rebuscarse para tratar de anotar cuando no hay mucha claridad. Nunca tenía espacios para encarar y recibía incómodo, afortunadamente eso nos funcionó y marque nueve goles durante el semestre.
*¿El hecho de no anotar en la final queda cierto grado de desaliento?
Uno siempre quiere anotar y mejor si es en una final, pero estoy muy contento porque el título es lo más importante, independientemente si se anota o no, porque uno trabaja es para el equipo. Por ahora hay que disfrutar este buen momento y aprovechar la compañía de la familia.
A Omar ya no le está alcanzando, el profesor quiere velocidad, presión, intensidad y no está entrando en ese circuito. Ojalá encuentre la forma porque es un jugador que cualquier equipo desea tener.
Creo que ambos, son dos situaciones diferentes, en Japón me dio mucha alegría porque marqué el gol del título, pero uno como jugador lo llena de satisfacción este tipo de logros que lo ayuda a crecer deportivamente y como persona.
Mi deseo es continuar con Santa Fe, aún no me he comunicado con mi representante, vienen cosas buenas para el 2017 como la Copa Libertadores. Se quiere armar un buen equipo, particularmente tengo contrato hasta julio del próximo año y hay que esperar para ver qué sucede.
*¿Cómo ha evolucionado el tema de su rodilla?
Afortunadamente es una lesión superada, los últimos dos años fueron difíciles porque nunca tuve continuidad, eso me preocupó muchísimo, pero aquí estoy totalmente recuperado y con ganas de seguir aportándole a Santa Fe.
Dios quiera que algún día se dé la oportunidad, es el equipo de la tierra, mi papá es hincha del Junior, cualquier jugador de fútbol desearía ponerse la camiseta de ese equipo.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN