Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 25 agosto, 2020

S.O.S por la cultura vallenata

Levantar el dedo inquisidor, señalar y cuestionar es trabajo fácil, eso lo hace cualquiera. Trabajar en función de algo, en este caso de la cultura, a pesar de las dificultades eso sí que es difícil; al menos no es tan fácil como vivir en una constante quejadera y en un cuestionamiento permanente. En Valledupar hay […]

Levantar el dedo inquisidor, señalar y cuestionar es trabajo fácil, eso lo hace cualquiera. Trabajar en función de algo, en este caso de la cultura, a pesar de las dificultades eso sí que es difícil; al menos no es tan fácil como vivir en una constante quejadera y en un cuestionamiento permanente.

En Valledupar hay un sector de los artistas, que se la pasan esperando que desde la dirección de cultura se resbalen y caigan para entonces darles hasta con el balde. Pero el llamado y la nota de esta semana obedecen a un temor que nos cobija a todos en este momento. Temor que ha sido desde mucho tiempo una constante.

S.O.S es la señal de socorro más utilizada internacionalmente. Se comenzó a utilizar a principios del siglo XX y hoy levantamos una súplica, un S.O.S  para que el señor alcalde de Valledupar, Mello Castro, le ponga el pecho al tema de la cultura.  El tema cultural en esta bella ciudad, no se circunscribe única y exclusivamente al folclor Vallenato.  Nosotros no somos festival vallenato, no somos eso nada más.

Hay muchos elementos que enriquecen nuestro entorno y que al momento de llegar los turistas, a darle un  empujón al desarrollo de la industria sin chimenea, se encuentran con excelentes argumentos para entender que vivimos y transpiramos cultura por donde se mire.

Hay teatro, cine, audiovisuales, literatura, artes plásticas, danza, pintura entre otras; que se amalgaman con las expresiones autóctonas que mezclan la trilogía  de nuestros ancestros: el blanco, el negro y el indígena; y encontramos una riqueza emblemática que nos hace ser dignos representantes de nuestro terruño.

Hay elementos religiosos, folclóricos, mitos, leyendas y a eso debemos darle importancia. La oficina de cultura de Valledupar se ha convertido, lo he dicho y lo sostendré, en la caja menor de los administradores de turno. No hacen nada por la cultura;  o hacen tan poquito que no se siente. No lo palpamos, ni queda tampoco registrado en la historia.

Quien esté libre de pecados que lance la primera piedra.  Mi dedo no señala, no cuestiona. Pretende saber mejor ¿qué pasa con los recursos destinados para la cultura? Y levanto la mano para  preguntar y saber ¿qué pasa con la convocatoria? Esa segunda convocatoria que supuestamente viene a darles una mano a los artistas que quedaron excluidos de la famosa iniciativa: “La cultura va, versión covid-19”

Esto se ha convertido en todo un misterio. Señor Carlos Liñán, díganos por favor que pasa con esa gestión. Señor alcalde, escuche a los artistas. Hay un sinsabor y una verdadera inconformidad por el trato y la manera como se desdice su discurso: “Para el alcalde Mello Castro González, es de suma importancia respaldar el talento de nuestros gestores; reconoce que el municipio de Valledupar, es amplio en cultura y tradiciones e impulsa por medio de esta primera convocatoria a la reactivación de los sectores de teatro, danza, música y circo”.

La pregunta es ¿y el resto de artistas señor alcalde?  ¿Que se mueran en el ingrato olvido y en la ignominia? Revise el tema. No se trata de ser una piedra en el zapato, se trata de calzar unos zapatos cómodos que nos permitan andar.  Sólo Eso.

Columnista
25 agosto, 2020

S.O.S por la cultura vallenata

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Levantar el dedo inquisidor, señalar y cuestionar es trabajo fácil, eso lo hace cualquiera. Trabajar en función de algo, en este caso de la cultura, a pesar de las dificultades eso sí que es difícil; al menos no es tan fácil como vivir en una constante quejadera y en un cuestionamiento permanente. En Valledupar hay […]


Levantar el dedo inquisidor, señalar y cuestionar es trabajo fácil, eso lo hace cualquiera. Trabajar en función de algo, en este caso de la cultura, a pesar de las dificultades eso sí que es difícil; al menos no es tan fácil como vivir en una constante quejadera y en un cuestionamiento permanente.

En Valledupar hay un sector de los artistas, que se la pasan esperando que desde la dirección de cultura se resbalen y caigan para entonces darles hasta con el balde. Pero el llamado y la nota de esta semana obedecen a un temor que nos cobija a todos en este momento. Temor que ha sido desde mucho tiempo una constante.

S.O.S es la señal de socorro más utilizada internacionalmente. Se comenzó a utilizar a principios del siglo XX y hoy levantamos una súplica, un S.O.S  para que el señor alcalde de Valledupar, Mello Castro, le ponga el pecho al tema de la cultura.  El tema cultural en esta bella ciudad, no se circunscribe única y exclusivamente al folclor Vallenato.  Nosotros no somos festival vallenato, no somos eso nada más.

Hay muchos elementos que enriquecen nuestro entorno y que al momento de llegar los turistas, a darle un  empujón al desarrollo de la industria sin chimenea, se encuentran con excelentes argumentos para entender que vivimos y transpiramos cultura por donde se mire.

Hay teatro, cine, audiovisuales, literatura, artes plásticas, danza, pintura entre otras; que se amalgaman con las expresiones autóctonas que mezclan la trilogía  de nuestros ancestros: el blanco, el negro y el indígena; y encontramos una riqueza emblemática que nos hace ser dignos representantes de nuestro terruño.

Hay elementos religiosos, folclóricos, mitos, leyendas y a eso debemos darle importancia. La oficina de cultura de Valledupar se ha convertido, lo he dicho y lo sostendré, en la caja menor de los administradores de turno. No hacen nada por la cultura;  o hacen tan poquito que no se siente. No lo palpamos, ni queda tampoco registrado en la historia.

Quien esté libre de pecados que lance la primera piedra.  Mi dedo no señala, no cuestiona. Pretende saber mejor ¿qué pasa con los recursos destinados para la cultura? Y levanto la mano para  preguntar y saber ¿qué pasa con la convocatoria? Esa segunda convocatoria que supuestamente viene a darles una mano a los artistas que quedaron excluidos de la famosa iniciativa: “La cultura va, versión covid-19”

Esto se ha convertido en todo un misterio. Señor Carlos Liñán, díganos por favor que pasa con esa gestión. Señor alcalde, escuche a los artistas. Hay un sinsabor y una verdadera inconformidad por el trato y la manera como se desdice su discurso: “Para el alcalde Mello Castro González, es de suma importancia respaldar el talento de nuestros gestores; reconoce que el municipio de Valledupar, es amplio en cultura y tradiciones e impulsa por medio de esta primera convocatoria a la reactivación de los sectores de teatro, danza, música y circo”.

La pregunta es ¿y el resto de artistas señor alcalde?  ¿Que se mueran en el ingrato olvido y en la ignominia? Revise el tema. No se trata de ser una piedra en el zapato, se trata de calzar unos zapatos cómodos que nos permitan andar.  Sólo Eso.