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Económicas - 15 mayo, 2020

S.O.S de las librerías de Valledupar

Debido a la reducción en ventas de más del 80%, los libreros aseguran que al abrir estarían iniciando sus negocios 'de cero'. Sin alivios en arriendos y con ventas reducidas.

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Uno de los sectores más concurridos en la ciudad de Valledupar es la zona central. Allí se encuentran decenas de locales comerciales como tiendas, almacenes, droguerías, discotecas, que se cruzan y relacionan con los vendedores ambulantes ubicados en los andenes. Todo gira en torno a la venta y compra.

Lee también: El caos de comprar en supermercados y el mercado público de Valledupar

Dentro del tradicional caos que cedió ante la cuarentena decretada por el Gobierno, están ubicadas las librerías tradicionales de la capital del Cesar. Esas que se dedican al intercambio de libros escolares, a vender las obras best seller y a comercializar textos.

Pero el aislamiento obligatorio arremetió con más fuerza sobre  este informal sector del centro de la ciudad. Por esto, los comerciantes lanzaron un llamado de urgencia a las autoridades locales para que volteen la mirada a este grupo de familias que subsisten de intercambiar y vender libros, debido a que, aseguran, no han sido beneficiados por ninguna ayuda del Gobierno.

Y es que, aunque desde el pasado 11 de mayo se inició la reapertura de varios sectores comerciales,  las calles de la ciudad permanecen solas. Sus cifras de ventas son catastróficas: una reducción del 80 %, sin embargo, siguen llegando los recibos de servicios públicos y cobros por los cánones de arriendo que oscilan entre los $900 mil y el $1.200.000. 

El Gobierno nos dio el aval de abrir el 11 de mayo pero nos encontramos con deudas, con que ya iban a cortar la luz, arriendos pendientes de abril y mayo, y es el tema que más nos preocupa, nosotros ahora mismo no estamos en la capacidad de pagar esos dos meses de arriendo; queremos que vean que son meses que no trabajamos, iniciamos con las ventas a domicilio pero nunca es igual a la venta física en el local” manifestó Nelson Amaya, propietario de  la Liberia Nissi.

Te puede interesar: Bares, discotecas y demás sitios nocturnos ad portas de la quiebra

Según la revista Dinero, las empresas dedicadas a la venta de elementos y útiles escolares están entre los 4 sectores más afectados con un -35 % en ganancias y utilidades. Además del aislamiento, esta crisis también la ocasionó el giro casi total a la virtualidad del sistema educativo colombiano desde preescolar, primaria, secundaria, técnicos hasta profesionales.

LOS ALIVIOS EN ARRIENDO

El Gobierno nacional anunció alivios en materia de arrendamiento el pasado 1 de abril. El anuncio lo hizo el ministro de Vivienda, Jhonatan Malagón: un paquete de medidas en beneficio para los arrendadores y arrendatarios durante la emergencia económica que ha desatado la covid-19.

Entre ellas están  la prohibición de desalojos de personas, no incrementar el valor del arriendo y en cuanto a los intereses de mora y penalidades, estos quedarán suspendidos durante el periodo de emergencia. El jefe de la cartera explicó que no se pueden tomar medidas como la suspensión del pago, pues una medida de esta magnitud también podría vulnerar la calidad de vida de los arrendatarios.

Siendo así, este sector comercial se ve en la obligación de asumir costos por más de 2 millones de pesos en gastos de arriendo con unas actividades comerciales reducidas. Es por esto que hacen un llamado a la administración municipal y departamental para que estos puedan destinar algún tipo de recursos que ayuden a aliviar esta carga, que para ellos es la más pesada.

No dejes de leer: En el Cesar hay 265.119 trabajadores en aislamiento

LA EDUCACIÓN VIRTUAL

Debido a la medida de aislamiento obligatorio los niños pasaron a actividades escolares virtuales incluyendo la lectura. Las ventas que más se daban para esta época era la de textos escolares y obras literarias clásicas. Contra la corriente, las librerías invitan al sector educativo a que sigan incentivando la lectura tradicional en niños.

Igual entendemos que las personas que leen literatura quisieran adquirir más libros, pero la economía está afectada para todos. De las librerías depende la educación de los niños y jóvenes de Valledupar. Porque si nosotros cerramos o, en el caso más extremo, cerramos, o nos trasladamos, hasta los adultos no tendrían donde comprar libros y enriquecerse de literatura” acotó Nelson Amaya, propietario de una librería.

LAS MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD PARA LA ATENCIÓN

Los protocolos de bioseguridad anunciados por el Ministerio de Salud para la reactivación económica de estos espacios incluye el uso obligatorio de tapabocas, desinfección de manos al ingreso, en algunos casos la toma de temperatura y también la desinfección de los pasillos y locales comerciales.

Las  librerías del centro  están ubicadas dentro del Centro Comercial san Jorge. “Ya tenemos el acta de fumigación, en la entrada las personas podrán desinfectar sus manos y sus zapatos. Todas estas medidas las tomamos porque no queremos ser foco de infección ni de propagación del virus” añadió Amaya.

Por: Estefani Rojas Villarreal/EL PILÓN

Económicas
15 mayo, 2020

S.O.S de las librerías de Valledupar

Debido a la reducción en ventas de más del 80%, los libreros aseguran que al abrir estarían iniciando sus negocios 'de cero'. Sin alivios en arriendos y con ventas reducidas.


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Uno de los sectores más concurridos en la ciudad de Valledupar es la zona central. Allí se encuentran decenas de locales comerciales como tiendas, almacenes, droguerías, discotecas, que se cruzan y relacionan con los vendedores ambulantes ubicados en los andenes. Todo gira en torno a la venta y compra.

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Dentro del tradicional caos que cedió ante la cuarentena decretada por el Gobierno, están ubicadas las librerías tradicionales de la capital del Cesar. Esas que se dedican al intercambio de libros escolares, a vender las obras best seller y a comercializar textos.

Pero el aislamiento obligatorio arremetió con más fuerza sobre  este informal sector del centro de la ciudad. Por esto, los comerciantes lanzaron un llamado de urgencia a las autoridades locales para que volteen la mirada a este grupo de familias que subsisten de intercambiar y vender libros, debido a que, aseguran, no han sido beneficiados por ninguna ayuda del Gobierno.

Y es que, aunque desde el pasado 11 de mayo se inició la reapertura de varios sectores comerciales,  las calles de la ciudad permanecen solas. Sus cifras de ventas son catastróficas: una reducción del 80 %, sin embargo, siguen llegando los recibos de servicios públicos y cobros por los cánones de arriendo que oscilan entre los $900 mil y el $1.200.000. 

El Gobierno nos dio el aval de abrir el 11 de mayo pero nos encontramos con deudas, con que ya iban a cortar la luz, arriendos pendientes de abril y mayo, y es el tema que más nos preocupa, nosotros ahora mismo no estamos en la capacidad de pagar esos dos meses de arriendo; queremos que vean que son meses que no trabajamos, iniciamos con las ventas a domicilio pero nunca es igual a la venta física en el local” manifestó Nelson Amaya, propietario de  la Liberia Nissi.

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Según la revista Dinero, las empresas dedicadas a la venta de elementos y útiles escolares están entre los 4 sectores más afectados con un -35 % en ganancias y utilidades. Además del aislamiento, esta crisis también la ocasionó el giro casi total a la virtualidad del sistema educativo colombiano desde preescolar, primaria, secundaria, técnicos hasta profesionales.

LOS ALIVIOS EN ARRIENDO

El Gobierno nacional anunció alivios en materia de arrendamiento el pasado 1 de abril. El anuncio lo hizo el ministro de Vivienda, Jhonatan Malagón: un paquete de medidas en beneficio para los arrendadores y arrendatarios durante la emergencia económica que ha desatado la covid-19.

Entre ellas están  la prohibición de desalojos de personas, no incrementar el valor del arriendo y en cuanto a los intereses de mora y penalidades, estos quedarán suspendidos durante el periodo de emergencia. El jefe de la cartera explicó que no se pueden tomar medidas como la suspensión del pago, pues una medida de esta magnitud también podría vulnerar la calidad de vida de los arrendatarios.

Siendo así, este sector comercial se ve en la obligación de asumir costos por más de 2 millones de pesos en gastos de arriendo con unas actividades comerciales reducidas. Es por esto que hacen un llamado a la administración municipal y departamental para que estos puedan destinar algún tipo de recursos que ayuden a aliviar esta carga, que para ellos es la más pesada.

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LA EDUCACIÓN VIRTUAL

Debido a la medida de aislamiento obligatorio los niños pasaron a actividades escolares virtuales incluyendo la lectura. Las ventas que más se daban para esta época era la de textos escolares y obras literarias clásicas. Contra la corriente, las librerías invitan al sector educativo a que sigan incentivando la lectura tradicional en niños.

Igual entendemos que las personas que leen literatura quisieran adquirir más libros, pero la economía está afectada para todos. De las librerías depende la educación de los niños y jóvenes de Valledupar. Porque si nosotros cerramos o, en el caso más extremo, cerramos, o nos trasladamos, hasta los adultos no tendrían donde comprar libros y enriquecerse de literatura” acotó Nelson Amaya, propietario de una librería.

LAS MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD PARA LA ATENCIÓN

Los protocolos de bioseguridad anunciados por el Ministerio de Salud para la reactivación económica de estos espacios incluye el uso obligatorio de tapabocas, desinfección de manos al ingreso, en algunos casos la toma de temperatura y también la desinfección de los pasillos y locales comerciales.

Las  librerías del centro  están ubicadas dentro del Centro Comercial san Jorge. “Ya tenemos el acta de fumigación, en la entrada las personas podrán desinfectar sus manos y sus zapatos. Todas estas medidas las tomamos porque no queremos ser foco de infección ni de propagación del virus” añadió Amaya.

Por: Estefani Rojas Villarreal/EL PILÓN