La Ruta del Sol surgió como una apuesta ambiciosa en la historia de Colombia: una doble calzada que conectara a la región Caribe con el interior del país.
La Ruta del Sol surgió como una apuesta ambiciosa en la historia de Colombia: una doble calzada que conectara a la región Caribe con el interior del país. Sin embargo, la corrupción logró permear la obra desde su licitación.
Aunque fue protagonista de un escándalo latinoamericano, en el Cesar lo que logró construirse agilizó las horas de viaje y el transporte.
Pero la alegría parece haber terminado. Del orgullo por la doble calzada queda muy poco, ahora hay temor de transitarla por los cráteres acentuadas por la ola invernal. En grupos de Facebook y de WhatsApp, los conductores que transitan el tramo 2, desde San Alberto hasta el corregimiento de San Roque, municipio de Curumaní, lo han renombrado ‘La trocha del Sol’, de huecos y las llantas averiadas.
En diciembre, en sus redes, turistas y locales, compartieron las imágenes de los carros que sufrieron averías, con el riesgo mayor, porque al ser una vía rápida la norma permite andar sobre 100 kilómetros por hora.
Como pudo verificar EL PILÓN durante un recorrido, hay partes en los que ya no se visualiza la vía, sino pedazos deformados en forma de piedras y tierras que obligan a bajar la velocidad, y es allí donde surgen los trancones, tan comunes por esta época. Viajes que antes se hacían en 2 horas, ahora necesitan de 3 horas y más.
El daño es tan grande que surgió un nuevo emprendimiento: los ‘tapadores de hueco’, que con pala y tanque en mano se dedican a tapar los que alcanzan los 30 centímetros, mientras piden una colaboración monetaria a los conductores.
En esas condiciones es imposible ser competitivos. En buena, pero tardía, hora, el gobierno a través de la ANI va a hacer mantenimiento, labor que había suspendido por el advenimiento del tráfico navideño. Dicha agencia dice haber recibido del Invías la obra sólo en noviembre pasado. El Invías hizo mantenimientos deficientes después de que Odebrecht se retiró del proyecto y mientras se entregaba nuevamente en concesión por la ANI, que ya contrató con el consorcio KMA- Ortiz.
Pero también debemos preocuparnos por las rutas derivadas o alimentadoras. La de Curumaní (San Roque) – La Paz requiere urgente mantenimiento.
Al oído del Ministro Reyes
Sus buenos propósitos en el Ministerio del Transporte serán reconocidos: La doble calzada San Roque – La Paz; terminar el proyecto Avenida Valledupar – La Paz, cuya primera calzada se ha programado inaugurar hoy, junto a unas glorietas complementarias en la actual vía frente a la Universidad Nacional y la cabecera municipal de La Paz; la doble calzada hacia La Guajira; terminar la pavimentación de Codazzi – Cuatro Vientos; la transversal Ocaña – Aguachica – Gamarra; y la ruta del Sol III, incluyendo la inminente conclusión del trayecto Valledupar – Bosconia, y un gran plan vial campesino, cofinanciado con la gobernación , son proyectos prioritarios.
Igualmente la avenida Simón Bolívar, que atraviesa Valledupar, es la conexión de importantes carreteras nacionales mientras no se construyan las variantes circunvalares de la ciudad, y, por lo tanto, en tramos críticos, debe ser rehabilitada por la Nación.
La Ruta del Sol surgió como una apuesta ambiciosa en la historia de Colombia: una doble calzada que conectara a la región Caribe con el interior del país.
La Ruta del Sol surgió como una apuesta ambiciosa en la historia de Colombia: una doble calzada que conectara a la región Caribe con el interior del país. Sin embargo, la corrupción logró permear la obra desde su licitación.
Aunque fue protagonista de un escándalo latinoamericano, en el Cesar lo que logró construirse agilizó las horas de viaje y el transporte.
Pero la alegría parece haber terminado. Del orgullo por la doble calzada queda muy poco, ahora hay temor de transitarla por los cráteres acentuadas por la ola invernal. En grupos de Facebook y de WhatsApp, los conductores que transitan el tramo 2, desde San Alberto hasta el corregimiento de San Roque, municipio de Curumaní, lo han renombrado ‘La trocha del Sol’, de huecos y las llantas averiadas.
En diciembre, en sus redes, turistas y locales, compartieron las imágenes de los carros que sufrieron averías, con el riesgo mayor, porque al ser una vía rápida la norma permite andar sobre 100 kilómetros por hora.
Como pudo verificar EL PILÓN durante un recorrido, hay partes en los que ya no se visualiza la vía, sino pedazos deformados en forma de piedras y tierras que obligan a bajar la velocidad, y es allí donde surgen los trancones, tan comunes por esta época. Viajes que antes se hacían en 2 horas, ahora necesitan de 3 horas y más.
El daño es tan grande que surgió un nuevo emprendimiento: los ‘tapadores de hueco’, que con pala y tanque en mano se dedican a tapar los que alcanzan los 30 centímetros, mientras piden una colaboración monetaria a los conductores.
En esas condiciones es imposible ser competitivos. En buena, pero tardía, hora, el gobierno a través de la ANI va a hacer mantenimiento, labor que había suspendido por el advenimiento del tráfico navideño. Dicha agencia dice haber recibido del Invías la obra sólo en noviembre pasado. El Invías hizo mantenimientos deficientes después de que Odebrecht se retiró del proyecto y mientras se entregaba nuevamente en concesión por la ANI, que ya contrató con el consorcio KMA- Ortiz.
Pero también debemos preocuparnos por las rutas derivadas o alimentadoras. La de Curumaní (San Roque) – La Paz requiere urgente mantenimiento.
Al oído del Ministro Reyes
Sus buenos propósitos en el Ministerio del Transporte serán reconocidos: La doble calzada San Roque – La Paz; terminar el proyecto Avenida Valledupar – La Paz, cuya primera calzada se ha programado inaugurar hoy, junto a unas glorietas complementarias en la actual vía frente a la Universidad Nacional y la cabecera municipal de La Paz; la doble calzada hacia La Guajira; terminar la pavimentación de Codazzi – Cuatro Vientos; la transversal Ocaña – Aguachica – Gamarra; y la ruta del Sol III, incluyendo la inminente conclusión del trayecto Valledupar – Bosconia, y un gran plan vial campesino, cofinanciado con la gobernación , son proyectos prioritarios.
Igualmente la avenida Simón Bolívar, que atraviesa Valledupar, es la conexión de importantes carreteras nacionales mientras no se construyan las variantes circunvalares de la ciudad, y, por lo tanto, en tramos críticos, debe ser rehabilitada por la Nación.