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Política - 17 febrero, 2022

Runrún y realidad del ambiente electoral colombiano

“La voz del pueblo es la voz de Dios, pero hay veces que este se equivoca y escoge mal, como nos ha sucedido en muchas ocasiones”. 

El Partido Verde no llenó las expectativas.
El Partido Verde no llenó las expectativas.

Especial para EL PILÓN

Apartándonos un poco de nuestra temática ambiental o ecológica, queremos hacer algunas reflexiones sobre la situación del ambiente electoral que debe culminar primero el 13 de marzo del presente año para la escogencia de Representantes y Senadores y luego el 29 de mayo votaciones para elegir a Presidente y Vicepresidente de esta nuestra sufrida nación en muchas patologías.

Decir primero, que, aunque no seamos estadígrafos para dilucidar sobre cómo andan las encuestas nos atrevemos a decir que el mejor instrumento de medición de la opinión pública para manifestar su favorabilidad o rechazo, es lo que llamamos en el adagio vulgar y pueblerino, pero muy cierto, es el “run, rún”, este nos parece es un buen termómetro como encuesta que no está condicionado a reglas o normas, solamente refleja el sentir de la gente frente a sus propósitos.

Este, el run, rún, es la mejor encuesta que enmarca la verdadera voluntad popular siendo en grado superlativo lo que determina quién quiere que que sea para el caso que nos ocupa representantes, senadores, presidente y vicepresidente. Tenemos claro que el pueblo así como asiente también disiente y puede cambiar de un día para otro, pero para este evento electoral es la excepción, porque a través del run, rún, ya está diciendo que las cosas van en tal dirección y no creemos que en esta oportunidad vaya a cambiar. 

ESTRATOS BAJOS FUERTES

Es claro, que el mayor peso electoral radica en los estratos 1, 2 y 3, porque es allí donde está sectorizado el mayor número de población y esta tiene definida su decisión, aunque muchos le pueden ofrecer prebendas a estas alturas del proceso electoral, de cerca se notan, se ven y se sienten las tensiones y estrategias para llamar la atención de los electores, pero ya todo está dicho, a través del famoso run, run que manifiesta a quién va a escoger para ocupar los diferentes cargos en contienda.

Nosotros sabemos, que no todos los que aspiran están capacitados para tamaño compromiso, y en tal sentido, no podemos votar por la mediocridad, ya que de triunfar esta, el pagano o las consecuencias las sufre el pueblo en general, aunque siempre se ha expresado la frase de vox populi – vox dei, (la voz del pueblo es la voz de Dios), pero hay veces este se equivoca y escoge mal, como nos ha sucedido en muchas ocasiones. 

Por todo lo que conocemos, debemos fijarnos bien a la hora de votar, teniendo en cuenta que hay aspirantes que tienen en su cabeza la aspiración, por tanto, no seamos ingenuos, en el entendido, que “uno no puede votar a la basura la radiografía cuando conoce que en ella se refleja que las cosas no andan bien”. 

En los estratos 1, 2 y 3 es donde el runrún es más fuerte sobre quienes serán los ganadores en estas elecciones.

SABER ELEGIR

Hay que elegir candidatos con capacidad de realizar lo que ofrecen. Cuánto quisiéramos que resultaran electos algunos candidatos de nuestra predilección, pero también que no se elijan a muchos que no tienen las condiciones morales ni intelectuales, y además, adolecen del conocimiento general de la cosa pública, otros que ya fueron elegidos, inclusive en varias oportunidades y nos han dejado una huella indeleble de indignidad y perversas actuaciones. 

Solo nos queda solicitar que votemos por personas reconocidas por sus buenas costumbres y actuaciones y por aquellos que vienen pidiendo vía asistidos por buenas intenciones. Dentro del siguiente listado se pueden contextualizar varios aspirantes: 

  • Muchos en cuerpo ajeno 
  • Bastante astutos mas no inteligentes. 
  • Cantidades que son muy ladinos 
  • Poco capaces. 
  • Algunos que son promocionados para luego utilizarlos como presa fácil por sus promotores. 
  • Varios que aspiran credencial para tener como chantajear y presionar para satisfacer sus apetitos personales. 
  • Los hay ‘tráfugas’ que se han valido de varios partidos y movimientos políticos para hacerse elegir.
Se necesita votar por políticos con buenas intenciones.

EL PARTIDO VERDE

Por otro lado, debo aprovechar este escrito para dejar sentado que como ambientalista he sufrido alguna frustración y de la patética situación que se presenta con el Partido Verde, de Colombia, creado en el año 2005, con el cual muchos estábamos convencidos que este cumpliría una función de defensa del medio ambiente como lo hacen estos partidos en Europa, pero no, de verde solo tiene el color ya que ha desviado los postulados de los que piensan, hacen y buscan los partidos verdes en el mundo, cayendo en verdaderas contradicciones, parece que se les borró la visión que han soñado, la misión que deben cumplir y las estrategias que tiene que ejecutar. 

Digamos que el Partido Verde colombiano ha querido implantar un dogmatismo, desconociendo que todo dogmatismo es estéril a la larga, ya que la forma de imponer su filosofía, cultura, deseos y principios no supone si no un integrismo opaco, una inflexibilidad negativa que agarrota cualquier posibilidad de cambio real. 

Según el político español Antonio Canovas, expresaba que “la política es el arte de aplicar a cada época de la historia a aquella parte ideal que la circunstancia hace posible” y claro, lo inmediatamente anterior, a los llamados verdes de Colombia, que entiendan que este no es el momento preciso para sus posibilidades, es necesario estar en la realidad, tener conocimientos verdaderos y objetivo de los hechos, de las consecuencias y de las acciones a emprender, ser prudentes en los deseos y en las obras y pensar en largo antes de decidir y ejecutar en corto. 

El Partido Verde que tanto alboroto y novelería despertó en nuestro país no es tal en objetivo y filosofía, solo apariencia, disfraz o fortín politiquero, ya que se ha dedicado a componendas y ajustes electorales, pero de lo ambiental nada, es decir, de lo verdaderamente verde que es un proceso no un estado, necesitamos pensar en verde como un verbo no como un adjetivo. 

Por Hernán Maestre Martínez

Política
17 febrero, 2022

Runrún y realidad del ambiente electoral colombiano

“La voz del pueblo es la voz de Dios, pero hay veces que este se equivoca y escoge mal, como nos ha sucedido en muchas ocasiones”. 


El Partido Verde no llenó las expectativas.
El Partido Verde no llenó las expectativas.

Especial para EL PILÓN

Apartándonos un poco de nuestra temática ambiental o ecológica, queremos hacer algunas reflexiones sobre la situación del ambiente electoral que debe culminar primero el 13 de marzo del presente año para la escogencia de Representantes y Senadores y luego el 29 de mayo votaciones para elegir a Presidente y Vicepresidente de esta nuestra sufrida nación en muchas patologías.

Decir primero, que, aunque no seamos estadígrafos para dilucidar sobre cómo andan las encuestas nos atrevemos a decir que el mejor instrumento de medición de la opinión pública para manifestar su favorabilidad o rechazo, es lo que llamamos en el adagio vulgar y pueblerino, pero muy cierto, es el “run, rún”, este nos parece es un buen termómetro como encuesta que no está condicionado a reglas o normas, solamente refleja el sentir de la gente frente a sus propósitos.

Este, el run, rún, es la mejor encuesta que enmarca la verdadera voluntad popular siendo en grado superlativo lo que determina quién quiere que que sea para el caso que nos ocupa representantes, senadores, presidente y vicepresidente. Tenemos claro que el pueblo así como asiente también disiente y puede cambiar de un día para otro, pero para este evento electoral es la excepción, porque a través del run, rún, ya está diciendo que las cosas van en tal dirección y no creemos que en esta oportunidad vaya a cambiar. 

ESTRATOS BAJOS FUERTES

Es claro, que el mayor peso electoral radica en los estratos 1, 2 y 3, porque es allí donde está sectorizado el mayor número de población y esta tiene definida su decisión, aunque muchos le pueden ofrecer prebendas a estas alturas del proceso electoral, de cerca se notan, se ven y se sienten las tensiones y estrategias para llamar la atención de los electores, pero ya todo está dicho, a través del famoso run, run que manifiesta a quién va a escoger para ocupar los diferentes cargos en contienda.

Nosotros sabemos, que no todos los que aspiran están capacitados para tamaño compromiso, y en tal sentido, no podemos votar por la mediocridad, ya que de triunfar esta, el pagano o las consecuencias las sufre el pueblo en general, aunque siempre se ha expresado la frase de vox populi – vox dei, (la voz del pueblo es la voz de Dios), pero hay veces este se equivoca y escoge mal, como nos ha sucedido en muchas ocasiones. 

Por todo lo que conocemos, debemos fijarnos bien a la hora de votar, teniendo en cuenta que hay aspirantes que tienen en su cabeza la aspiración, por tanto, no seamos ingenuos, en el entendido, que “uno no puede votar a la basura la radiografía cuando conoce que en ella se refleja que las cosas no andan bien”. 

En los estratos 1, 2 y 3 es donde el runrún es más fuerte sobre quienes serán los ganadores en estas elecciones.

SABER ELEGIR

Hay que elegir candidatos con capacidad de realizar lo que ofrecen. Cuánto quisiéramos que resultaran electos algunos candidatos de nuestra predilección, pero también que no se elijan a muchos que no tienen las condiciones morales ni intelectuales, y además, adolecen del conocimiento general de la cosa pública, otros que ya fueron elegidos, inclusive en varias oportunidades y nos han dejado una huella indeleble de indignidad y perversas actuaciones. 

Solo nos queda solicitar que votemos por personas reconocidas por sus buenas costumbres y actuaciones y por aquellos que vienen pidiendo vía asistidos por buenas intenciones. Dentro del siguiente listado se pueden contextualizar varios aspirantes: 

  • Muchos en cuerpo ajeno 
  • Bastante astutos mas no inteligentes. 
  • Cantidades que son muy ladinos 
  • Poco capaces. 
  • Algunos que son promocionados para luego utilizarlos como presa fácil por sus promotores. 
  • Varios que aspiran credencial para tener como chantajear y presionar para satisfacer sus apetitos personales. 
  • Los hay ‘tráfugas’ que se han valido de varios partidos y movimientos políticos para hacerse elegir.
Se necesita votar por políticos con buenas intenciones.

EL PARTIDO VERDE

Por otro lado, debo aprovechar este escrito para dejar sentado que como ambientalista he sufrido alguna frustración y de la patética situación que se presenta con el Partido Verde, de Colombia, creado en el año 2005, con el cual muchos estábamos convencidos que este cumpliría una función de defensa del medio ambiente como lo hacen estos partidos en Europa, pero no, de verde solo tiene el color ya que ha desviado los postulados de los que piensan, hacen y buscan los partidos verdes en el mundo, cayendo en verdaderas contradicciones, parece que se les borró la visión que han soñado, la misión que deben cumplir y las estrategias que tiene que ejecutar. 

Digamos que el Partido Verde colombiano ha querido implantar un dogmatismo, desconociendo que todo dogmatismo es estéril a la larga, ya que la forma de imponer su filosofía, cultura, deseos y principios no supone si no un integrismo opaco, una inflexibilidad negativa que agarrota cualquier posibilidad de cambio real. 

Según el político español Antonio Canovas, expresaba que “la política es el arte de aplicar a cada época de la historia a aquella parte ideal que la circunstancia hace posible” y claro, lo inmediatamente anterior, a los llamados verdes de Colombia, que entiendan que este no es el momento preciso para sus posibilidades, es necesario estar en la realidad, tener conocimientos verdaderos y objetivo de los hechos, de las consecuencias y de las acciones a emprender, ser prudentes en los deseos y en las obras y pensar en largo antes de decidir y ejecutar en corto. 

El Partido Verde que tanto alboroto y novelería despertó en nuestro país no es tal en objetivo y filosofía, solo apariencia, disfraz o fortín politiquero, ya que se ha dedicado a componendas y ajustes electorales, pero de lo ambiental nada, es decir, de lo verdaderamente verde que es un proceso no un estado, necesitamos pensar en verde como un verbo no como un adjetivo. 

Por Hernán Maestre Martínez