Por: Rodolfo Quintero Romero Algo muy importante está ocurriendo en Valledupar. Hay un rumor que recorre las calles, se escucha en las esquinas y se está difundiendo por los barrios, corregimientos y veredas. Dicen que la gente anda comentando que están enseñando a leer y a escribir a los mayores de quince años, completamente gratis.Y, […]
Por: Rodolfo Quintero Romero
Algo muy importante está ocurriendo en Valledupar. Hay un rumor que recorre las calles, se escucha en las esquinas y se está difundiendo por los barrios, corregimientos y veredas. Dicen que la gente anda comentando que están enseñando a leer y a escribir a los mayores de quince años, completamente gratis.Y, de ser cierto, nadie quiere perder esta oportunidad de salir de la oscuridad.
Este rumor, aunque parezca mentira, es verdad, pues, desde hace un mes, concretamente el 21 de agosto, comenzó el programa de alfabetización “Yo, sí puedo”, fruto de un convenio firmado entre el gobierno de Cuba y la alcaldía de Valledupar, cuyo objeto es erradicar el analfabetismo, tanto en su área urbana como rural.
El Programa está dividido en cuatro etapas, la primera de las cuales terminará el próximo 6 de enero con la alfabetización de cinco mil vallenatos. Durante la segunda (2013) y tercera (2014) se alfabetizarán diez mil más, cada año, quedando para el 2015 un remanente no mayor a tres mil personas. Existen en todo el Municipio no menos de 25 mil iletrados, un 12%de la población mayor de 15 años.Qué vergüenza, si se tiene en cuenta que el promedio nacional es de 9,6%, según el Ministerio de Educación.
Fueron convocadosa colaborar los rectores de colegios, líderes comunales, docentes, estudiantes, directores de núcleos educativos, representantes de las iglesias y el Ejército y la Policía. Se tiene previsto cubrir las cárceles y las instalaciones militares; además,los resguardos indígenas y las comunidades afro. La idea es que nadie se quede sin aprender a leer y escribir.
En estos días terminan de realizar el censo y formalizarlas matrículas en las comunas cuatro y cinco del casco urbano de Valledupar y en los corregimientos de Guacoche, Badillo y Patillal. Ya son 4700 los inscritos. De ellos, un 70% son mujeres. Las visitas se hacen puerta a puerta y el buen ánimo con que son recibidos los facilitadores, estudiantes y docentes, es sorprendente.
En las clases,los alumnos también aprenderánlas operaciones matemáticas básicas; se utilizarán frases con mensajes educativos que hablen de higiene, violencia intrafamiliar, ética y lactancia materna, entre otros. Una gran transformación cultural se avecina, cuyo fin es lograr que la educación sea una herramienta de inclusión y no de marginamiento social.
La educación, lo he dicho en otros artículos, es la mejor inversión si queremos tener paz, seguridad y bienestar. Por supuesto, tenemos que contar con profesores bien preparados y mejor retribuidos; buena infraestructura en colegios y universidades; pero, lo primero, es que no existan personas iletradas. Es inaceptable que haya 25000 vallenatos viviendo en situación tan indigna.
Los iletrados tienen menos oportunidades para desarrollar sus capacidades y ejercer en forma efectiva sus derechos ciudadanos; y – con frecuencia suele suceder- que carezcan también de ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.Por eso, erradicar el analfabetismo es clave para reducir la pobreza, superar las desigualdades y, sobre todo, construir una sociedad más justa.
Antes había que hacer revoluciones violentas para erradicar este flagelo; ahora, afortunadamente, sólo se requiere la voluntad política del gobernante y reorientar los dineros públicos en beneficio de los más vulnerables. Por eso afirmo, que será por el éxito de este programa que se recordará en Valleduparla alcaldía de Freddy Socarrás Reales.