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Columnista - 21 junio, 2019

Rotundo fracaso del alcalde Tuto Uhía

Anualmente los alcaldes presentan una rendición de cuentas sobre su gestión, evento que no pasa de ser un simple desfile y exposición de cifras sin oportunidad de controvertirlas; sin embargo existen herramientas que permiten medir los gobiernos en distintos temas, entre esas herramientas tenemos el ICC (índice de competitividad de ciudades) y los resultados del […]

Anualmente los alcaldes presentan una rendición de cuentas sobre su gestión, evento que no pasa de ser un simple desfile y exposición de cifras sin oportunidad de controvertirlas; sin embargo existen herramientas que permiten medir los gobiernos en distintos temas, entre esas herramientas tenemos el ICC (índice de competitividad de ciudades) y los resultados del 2019 para Valledupar son pésimos, encontrándonos entre las cinco ciudades con peor desempeño en competitividad superado solo por Sincelejo, Florencia, Riohacha y Quibdó.

Ante este panorama difícilmente se puede negar que estos fueron 4 años perdidos considerando que el seguimiento del ICC abarca aspectos como sostenibilidad ambiental, educación básica y media, educación superior y formación para el trabajo, mercado laboral, innovación y dinámica empresarial; en todos ellos el puntaje para Valledupar fue desastroso, porque la visión del actual gobierno está alejada de las verdaderas necesidades del municipio.

Observando con cabeza fría se puede colegir que el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhia desvió su atención a propósitos que no contribuyen para que nuestra ciudad figure entre las más competitivas, la remodelación de la plaza generó más inconformidad que orgullo, sumado al hecho que la Procuraduría General de la Nación inicio investigación por esa obra, por otro lado la Contraloría municipal hizo lo propio con el salvaje proceder contra el mural “Valledupar tierra de dioses” del maestro German Piedrahita.

El esfuerzo por mostrar a Valledupar como ciudad naranja se quedó en una guayabera naranja, pero de metas concretas nada de nada y mientras el alcalde modeló para las fotos durante todos estos años, la semana anterior fuimos notificados que no somos parte de las cinco ciudades donde comenzará la implementación de las áreas de desarrollo naranja; otro detalle que no se puede escapar es que el ICC evalúa siete ciudades con sus áreas metropolitanas y entre ellas no está la nuestra, es decir que tenemos un área metropolitana sin nada que ofrecer, responsabilidad que le cabe también al señor Alfredo Saade su director la mayor parte del periodo de este gobierno.

Lo peor de todo es que si se comparan los ICC del año 2018 con los del 2019 la situación ha empeorado, notándose el fracaso de la gestión del alcalde y lo que es más grave, deja una ciudad institucionalmente debilitada con un escándalo en el concejo municipal que no se pudo superar en estos tres años y medio, una contraloría inestable y una acusación por corrupción al sufragante; cierre peor que este imposible.

Columnista
21 junio, 2019

Rotundo fracaso del alcalde Tuto Uhía

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Andrés Añez Maestre

Anualmente los alcaldes presentan una rendición de cuentas sobre su gestión, evento que no pasa de ser un simple desfile y exposición de cifras sin oportunidad de controvertirlas; sin embargo existen herramientas que permiten medir los gobiernos en distintos temas, entre esas herramientas tenemos el ICC (índice de competitividad de ciudades) y los resultados del […]


Anualmente los alcaldes presentan una rendición de cuentas sobre su gestión, evento que no pasa de ser un simple desfile y exposición de cifras sin oportunidad de controvertirlas; sin embargo existen herramientas que permiten medir los gobiernos en distintos temas, entre esas herramientas tenemos el ICC (índice de competitividad de ciudades) y los resultados del 2019 para Valledupar son pésimos, encontrándonos entre las cinco ciudades con peor desempeño en competitividad superado solo por Sincelejo, Florencia, Riohacha y Quibdó.

Ante este panorama difícilmente se puede negar que estos fueron 4 años perdidos considerando que el seguimiento del ICC abarca aspectos como sostenibilidad ambiental, educación básica y media, educación superior y formación para el trabajo, mercado laboral, innovación y dinámica empresarial; en todos ellos el puntaje para Valledupar fue desastroso, porque la visión del actual gobierno está alejada de las verdaderas necesidades del municipio.

Observando con cabeza fría se puede colegir que el alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhia desvió su atención a propósitos que no contribuyen para que nuestra ciudad figure entre las más competitivas, la remodelación de la plaza generó más inconformidad que orgullo, sumado al hecho que la Procuraduría General de la Nación inicio investigación por esa obra, por otro lado la Contraloría municipal hizo lo propio con el salvaje proceder contra el mural “Valledupar tierra de dioses” del maestro German Piedrahita.

El esfuerzo por mostrar a Valledupar como ciudad naranja se quedó en una guayabera naranja, pero de metas concretas nada de nada y mientras el alcalde modeló para las fotos durante todos estos años, la semana anterior fuimos notificados que no somos parte de las cinco ciudades donde comenzará la implementación de las áreas de desarrollo naranja; otro detalle que no se puede escapar es que el ICC evalúa siete ciudades con sus áreas metropolitanas y entre ellas no está la nuestra, es decir que tenemos un área metropolitana sin nada que ofrecer, responsabilidad que le cabe también al señor Alfredo Saade su director la mayor parte del periodo de este gobierno.

Lo peor de todo es que si se comparan los ICC del año 2018 con los del 2019 la situación ha empeorado, notándose el fracaso de la gestión del alcalde y lo que es más grave, deja una ciudad institucionalmente debilitada con un escándalo en el concejo municipal que no se pudo superar en estos tres años y medio, una contraloría inestable y una acusación por corrupción al sufragante; cierre peor que este imposible.