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Columnista - 23 febrero, 2019

Rodolfo Llinás, un colombiano admirable

En medio de tantas noticias preocupantes, en un mundo y un país que parecen cada vez más complejos y a punto de acabarse, es bueno – y conveniente- leer y escribir sobre temas positivos. Hoy quiero compartir con mis lectores, un comentario sobre Rodolfo Llinás, neurólogo e investigador, uno de los colombianos más destacados de […]

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En medio de tantas noticias preocupantes, en un mundo y un país que parecen cada vez más complejos y a punto de acabarse, es bueno – y conveniente- leer y escribir sobre temas positivos. Hoy quiero compartir con mis lectores, un comentario sobre Rodolfo Llinás, neurólogo e investigador, uno de los colombianos más destacados de los últimos tiempos y quien, sin lugar a dudas, dejará un legado de investigación científica y buen ejemplo a sus compatriotas.

Rodolfo Llinás Riascos es un médico, egresado de la Universidad Javeriana, neurólogo, de origen costeño, barranquillero, pero criado y educado en Bogotá, y luego en varias universidades de los Estados Unidos, que se dedicó a la investigación sobre la fisiología y el funcionamiento del cerebro. Cuando trabajaba en la revista Hoy por Hoy, hace más de quince años, tuve la oportunidad de entrevistarlo y era impresionante tanto su sapiencia, en ese momento le inquietaba la formación de los sueños, como su sencillez.

Fue escogido por César Gaviria Trujillo para integrar la entonces llamada Comisión de Sabios, que produjeron un libro denominado “Al filo de la oportunidad”, al lado de Gabriel García Márquez y otros intelectuales de primer nivel del país, quienes insistieron al Estado sobre la necesidad de invertir más en ciencia y tecnología y hacer cambios en nuestro sistema educativo. Se fue Gaviria, llegó Ernesto Samper, y en medio del escándalo y la crisis política por el llamado “proceso ocho mil”, esas ideas quedaron engavetadas. Llinás Riascos ha sido escogido, nuevamente, ahora por el actual Presidente de la República, Iván Duque M, para integrar otra Misión de Sabios y recomendar cambios en la política de ciencia, tecnología e innovación.

La vida de Llinás, quien hoy tiene 84 años, es la historia de un hombre de ciencia, de una persona con una inteligencia superior y que, luego de un trabajo intenso y disciplinado, de más de cincuenta años, dedicado a estudiar el cerebro, su fisiología y su funcionamiento, ha aportado un gran avance de esta área de la medicina, principalmente de la neurología y su relación con la siquiatría, entre otras. Es un científico con los requisitos para recibir el Premio Nobel de Medicina. Pero, además de sus adelantos en Medicina, también son muy interesantes sus planteamientos sobre la educación. Es crítico del sistema educativo colombiano y considera que hay que cambiarlo, para que deje de ser memorístico y estimule en los estudiantes el análisis, la reflexión y el pensamiento crítico. Así lo plasmó en el libro “Al filo de la oportunidad”; Llinás y García Márquez (q.e.p.d.), coincidían en que Colombia debe cambiar su pedagogía para mejorar la calidad de su sistema educativo. Haría bien el gobierno en prestarle atención a las recomendaciones de esta nueva Misión de Sabios.

“Rodolfo Llinás, La pregunta difícil”, es un libro sobre la vida de este importante médico y científico, escrito por el periodista Pablo Correa Torres, vinculado a El Espectador y Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2016, a quien no tengo el honor de conocer. Es un libro ameno, bien organizado y escrito, que cuenta la historia de Llinás y sus descubrimientos y avances en el mundo de la Medicina y en especial de la neurología; pero también cuenta que le gusta la música clásica, que admira el arte y los tangos. La relación entre el cerebro y la conciencia humana, la misma telepatía, etc, son temas tratados allí. Correa va más allá del reportaje a este científico y hace un perfil muy humano y agradable de Llinás, sus ancestros, también médicos, toda su familia y su mundo entre Bogotá y los Estados Unidos. Vale la pena leer este libro, sobre Rodolfo Llinás, sin duda un colombiano admirable.

Columnista
23 febrero, 2019

Rodolfo Llinás, un colombiano admirable

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Alberto Maestre

En medio de tantas noticias preocupantes, en un mundo y un país que parecen cada vez más complejos y a punto de acabarse, es bueno – y conveniente- leer y escribir sobre temas positivos. Hoy quiero compartir con mis lectores, un comentario sobre Rodolfo Llinás, neurólogo e investigador, uno de los colombianos más destacados de […]


En medio de tantas noticias preocupantes, en un mundo y un país que parecen cada vez más complejos y a punto de acabarse, es bueno – y conveniente- leer y escribir sobre temas positivos. Hoy quiero compartir con mis lectores, un comentario sobre Rodolfo Llinás, neurólogo e investigador, uno de los colombianos más destacados de los últimos tiempos y quien, sin lugar a dudas, dejará un legado de investigación científica y buen ejemplo a sus compatriotas.

Rodolfo Llinás Riascos es un médico, egresado de la Universidad Javeriana, neurólogo, de origen costeño, barranquillero, pero criado y educado en Bogotá, y luego en varias universidades de los Estados Unidos, que se dedicó a la investigación sobre la fisiología y el funcionamiento del cerebro. Cuando trabajaba en la revista Hoy por Hoy, hace más de quince años, tuve la oportunidad de entrevistarlo y era impresionante tanto su sapiencia, en ese momento le inquietaba la formación de los sueños, como su sencillez.

Fue escogido por César Gaviria Trujillo para integrar la entonces llamada Comisión de Sabios, que produjeron un libro denominado “Al filo de la oportunidad”, al lado de Gabriel García Márquez y otros intelectuales de primer nivel del país, quienes insistieron al Estado sobre la necesidad de invertir más en ciencia y tecnología y hacer cambios en nuestro sistema educativo. Se fue Gaviria, llegó Ernesto Samper, y en medio del escándalo y la crisis política por el llamado “proceso ocho mil”, esas ideas quedaron engavetadas. Llinás Riascos ha sido escogido, nuevamente, ahora por el actual Presidente de la República, Iván Duque M, para integrar otra Misión de Sabios y recomendar cambios en la política de ciencia, tecnología e innovación.

La vida de Llinás, quien hoy tiene 84 años, es la historia de un hombre de ciencia, de una persona con una inteligencia superior y que, luego de un trabajo intenso y disciplinado, de más de cincuenta años, dedicado a estudiar el cerebro, su fisiología y su funcionamiento, ha aportado un gran avance de esta área de la medicina, principalmente de la neurología y su relación con la siquiatría, entre otras. Es un científico con los requisitos para recibir el Premio Nobel de Medicina. Pero, además de sus adelantos en Medicina, también son muy interesantes sus planteamientos sobre la educación. Es crítico del sistema educativo colombiano y considera que hay que cambiarlo, para que deje de ser memorístico y estimule en los estudiantes el análisis, la reflexión y el pensamiento crítico. Así lo plasmó en el libro “Al filo de la oportunidad”; Llinás y García Márquez (q.e.p.d.), coincidían en que Colombia debe cambiar su pedagogía para mejorar la calidad de su sistema educativo. Haría bien el gobierno en prestarle atención a las recomendaciones de esta nueva Misión de Sabios.

“Rodolfo Llinás, La pregunta difícil”, es un libro sobre la vida de este importante médico y científico, escrito por el periodista Pablo Correa Torres, vinculado a El Espectador y Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2016, a quien no tengo el honor de conocer. Es un libro ameno, bien organizado y escrito, que cuenta la historia de Llinás y sus descubrimientos y avances en el mundo de la Medicina y en especial de la neurología; pero también cuenta que le gusta la música clásica, que admira el arte y los tangos. La relación entre el cerebro y la conciencia humana, la misma telepatía, etc, son temas tratados allí. Correa va más allá del reportaje a este científico y hace un perfil muy humano y agradable de Llinás, sus ancestros, también médicos, toda su familia y su mundo entre Bogotá y los Estados Unidos. Vale la pena leer este libro, sobre Rodolfo Llinás, sin duda un colombiano admirable.