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General - 12 mayo, 2017

El río Cesar está en la mira de los académicos

La situación de este afluente fue analizada en el marco del Segundo Seminario Nacional en Hidrología y Contaminantes Ambientales, realizado en la Universidad Popular del Cesar.

Estudiantes de la UPC se instruyeron sobre temáticas ambientales, enfocadas en afluentes y su contaminación. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
Estudiantes de la UPC se instruyeron sobre temáticas ambientales, enfocadas en afluentes y su contaminación. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
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Aspectos relacionados a recursos hídricos, los contaminantes que afectan a éstos y experiencias enfocadas en la recuperación del río Cesar, fueron disertados ayer en el Segundo Seminario Nacional en Hidrología y Contaminantes Ambientales, organizado por la Asociación de Estudiantes de Ingeniería Ambiental y Sanitaria, Aseias y el departamento de Ingeniería Ambiental y Sanitaria de la Universidad Popular del Cesar, UPC.

Luis Hernando Montoya Armenta, director del programa de Ingeniería Ambiental y Sanitaria de la UPC, explicó que se presentaron trabajos e investigaciones de académicos de universidades importantes del país como la Universidad Distrital, la Universidad de los Andes, la Universidad CUT de Barranquilla, la UPC y la Asociación Colombiana de ingeniería Sanitaria y Ambiental, Acodal, Caribe.

“Nosotros le apuntamos a que cada una de las ponencias deje una enseñanza en cuanto a acciones que se puedan emprender en el departamento y en la ciudad de Valledupar referente al mejoramiento de la calidad del agua, que se vierten por parte de los sistemas de tratamiento tanto de Valledupar como de La Paz al río Cesar y la posterior recuperación de este afluente hídrico”, subrayó.

Para Montoya Armenta, muchas veces se habla de acciones tendientes a la recuperación de ríos pero no se ha tenido en cuenta que uno de los principales causantes de su afectación son los sistemas de tratamiento actuales, como lo es la laguna de oxidación El Salguero.

“Hay que hacer una reingeniería del tema. La reunión directiva de Acodal, regional Caribe, apunta a que nos integremos y aunemos esfuerzos con las instituciones de nuestra ciudad y podamos llegar a acuerdos para hacer propuestas de proyectos para el mejoramiento de esas condiciones de tratamiento y propuestas para el tratamiento del río Cesar”, indicó.

El profesor de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, en Bogotá, Juan Pablo Rodríguez Miranda, aseguró que la falta de planificación ambiental en el manejo de los ríos, además de contaminación, genera tragedias como la de Mocoa, Putumayo.

“Quiero mostrar que allí hubo un divorcio grande entre la información de calidad del agua y la información de precipitación con clima, y que además en Colombia desde el año 1974 rige una norma que es la norma hídrica, donde establece que todas las edificaciones que estén al lado de los ríos están en un inminente riesgo de inundación y de pérdida como lo que pasó en Mocoa”, sustentó.

Para el experto se debe hacer una óptima planificación territorial del tema ambiental y asegurar que los entes territoriales planifiquen de una mejor forma la urbanización en las ciudades. Según su criterio, esto es aplicable en el Cesar, teniendo en cuenta que existen barrios en zonas de alto riesgo y que donde hay cuerpo de agua puede haber una creciente. “Si existen dos casos como el de Mocoa en el país, prácticamente la mitad del presupuesto nacional se gastaría en esto, lo cual sería preocupante”, acotó.

A su turno, el docente de la Universidad de la Costa de Barranquilla, Faisal Bernal, se refirió a la importancia del uso de las aguas residuales, intentando así cambiar el concepto de aguas residuales, que comúnmente se percibe como problemas ambientales. “La idea es que las aguas residuales se reutilicen, se aprovechen para agricultura y cultivo de peces. Lo anterior se logra con la implementación de diferentes tecnologías sostenibles, que sean adecuadas a la condición económica del lugar donde uno va a ser el proyecto”, explicó.

Entre tanto, la ingeniera Ambiental y Sanitaria, Isabel Arena Méndez, disertó sobre el comportamiento hidráulico y análisis fisicoquímico y microbiológico de la acequia Las Mercedes, que empieza desde el balneario El Rincón (desde río Guatapurí, hasta atravesar el sector de Las Palmas, al suroccidente de Valledupar), analizando el grado de contaminación en el tramo que pasa por los barrios La Victoria y Villa Taxi, así como en la invasión Las Mercedes.

“La acequia Las Mercedes está afectada porque alrededor de ésta está la invasión Las Mercedes, cuyos habitantes vierten todas las aguas residuales a la acequia. La basura y las aguas residuales terminan afectando el afluente. Cabe recordar que la acequia es de carácter privada, puesto que fue autorizada por Corpocesar para irrigar cultivos en la finca de Las Palmas”, precisó.

Finalmente, el ingeniero electrónico y actual estudiante de doctorado en la línea bio-microsistemas, Miguel Aroca Cervantes, compartió la experiencia tecnológica que se usan para la detección de elementos contaminantes y patógenos. “Se hace un juego del conocimiento de nanotecnología y la utilización de sistemas que incorporan sistemas microfluidicos. Mediante estas técnica se puede tener un análisis del ecosistema, con la participación o utilización de anticuerpos y enzimas que se inmovilizan y son capaces de detectar una proteína especifica que hace parte de enfermedades que se pueden encontrar en el nicho del agua”, explicó.

Agregó que existen funcionarios de la empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, que le informaron que existen muchos microorganismos que ellos desearían poder medir, lo cual se podría dar mediante la estrategia que presenta, donde se puede evaluar qué cantidad de microorganismos están presentes en el agua que se consume.

“Frente a la problemática del río Cesar considero que antes de accionar se debe tener un accionar suficiente para operar bien. Esa información se recupera mediante sistemas de detección. Como hay presencia de microorganismos, los detectores normales que uno utiliza para detectar movimiento y luz no son suficientes porque estos son microorganismos; se necesitan elementos vivos que interactúen con ellos y nos arrojen información que se traduzca en información eléctrica, en el campo de electrónica, por ejemplo. Eso es lo que se llama biosensores y mediante las nuevas tecnologías se pueden crear sistemas muy pequeños que se utilicen en el lugar donde está el patógeno a medir”, puntualizó.

La jornada académica tuvo buena acogida por la academia vallenata y entidades encargadas del manejo de recursos hídricos en la ciudad.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

 

 

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12 mayo, 2017

El río Cesar está en la mira de los académicos

La situación de este afluente fue analizada en el marco del Segundo Seminario Nacional en Hidrología y Contaminantes Ambientales, realizado en la Universidad Popular del Cesar.


Estudiantes de la UPC se instruyeron sobre temáticas ambientales, enfocadas en afluentes y su contaminación. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
Estudiantes de la UPC se instruyeron sobre temáticas ambientales, enfocadas en afluentes y su contaminación. Joaquín Ramírez/EL PILÓN
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Aspectos relacionados a recursos hídricos, los contaminantes que afectan a éstos y experiencias enfocadas en la recuperación del río Cesar, fueron disertados ayer en el Segundo Seminario Nacional en Hidrología y Contaminantes Ambientales, organizado por la Asociación de Estudiantes de Ingeniería Ambiental y Sanitaria, Aseias y el departamento de Ingeniería Ambiental y Sanitaria de la Universidad Popular del Cesar, UPC.

Luis Hernando Montoya Armenta, director del programa de Ingeniería Ambiental y Sanitaria de la UPC, explicó que se presentaron trabajos e investigaciones de académicos de universidades importantes del país como la Universidad Distrital, la Universidad de los Andes, la Universidad CUT de Barranquilla, la UPC y la Asociación Colombiana de ingeniería Sanitaria y Ambiental, Acodal, Caribe.

“Nosotros le apuntamos a que cada una de las ponencias deje una enseñanza en cuanto a acciones que se puedan emprender en el departamento y en la ciudad de Valledupar referente al mejoramiento de la calidad del agua, que se vierten por parte de los sistemas de tratamiento tanto de Valledupar como de La Paz al río Cesar y la posterior recuperación de este afluente hídrico”, subrayó.

Para Montoya Armenta, muchas veces se habla de acciones tendientes a la recuperación de ríos pero no se ha tenido en cuenta que uno de los principales causantes de su afectación son los sistemas de tratamiento actuales, como lo es la laguna de oxidación El Salguero.

“Hay que hacer una reingeniería del tema. La reunión directiva de Acodal, regional Caribe, apunta a que nos integremos y aunemos esfuerzos con las instituciones de nuestra ciudad y podamos llegar a acuerdos para hacer propuestas de proyectos para el mejoramiento de esas condiciones de tratamiento y propuestas para el tratamiento del río Cesar”, indicó.

El profesor de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, en Bogotá, Juan Pablo Rodríguez Miranda, aseguró que la falta de planificación ambiental en el manejo de los ríos, además de contaminación, genera tragedias como la de Mocoa, Putumayo.

“Quiero mostrar que allí hubo un divorcio grande entre la información de calidad del agua y la información de precipitación con clima, y que además en Colombia desde el año 1974 rige una norma que es la norma hídrica, donde establece que todas las edificaciones que estén al lado de los ríos están en un inminente riesgo de inundación y de pérdida como lo que pasó en Mocoa”, sustentó.

Para el experto se debe hacer una óptima planificación territorial del tema ambiental y asegurar que los entes territoriales planifiquen de una mejor forma la urbanización en las ciudades. Según su criterio, esto es aplicable en el Cesar, teniendo en cuenta que existen barrios en zonas de alto riesgo y que donde hay cuerpo de agua puede haber una creciente. “Si existen dos casos como el de Mocoa en el país, prácticamente la mitad del presupuesto nacional se gastaría en esto, lo cual sería preocupante”, acotó.

A su turno, el docente de la Universidad de la Costa de Barranquilla, Faisal Bernal, se refirió a la importancia del uso de las aguas residuales, intentando así cambiar el concepto de aguas residuales, que comúnmente se percibe como problemas ambientales. “La idea es que las aguas residuales se reutilicen, se aprovechen para agricultura y cultivo de peces. Lo anterior se logra con la implementación de diferentes tecnologías sostenibles, que sean adecuadas a la condición económica del lugar donde uno va a ser el proyecto”, explicó.

Entre tanto, la ingeniera Ambiental y Sanitaria, Isabel Arena Méndez, disertó sobre el comportamiento hidráulico y análisis fisicoquímico y microbiológico de la acequia Las Mercedes, que empieza desde el balneario El Rincón (desde río Guatapurí, hasta atravesar el sector de Las Palmas, al suroccidente de Valledupar), analizando el grado de contaminación en el tramo que pasa por los barrios La Victoria y Villa Taxi, así como en la invasión Las Mercedes.

“La acequia Las Mercedes está afectada porque alrededor de ésta está la invasión Las Mercedes, cuyos habitantes vierten todas las aguas residuales a la acequia. La basura y las aguas residuales terminan afectando el afluente. Cabe recordar que la acequia es de carácter privada, puesto que fue autorizada por Corpocesar para irrigar cultivos en la finca de Las Palmas”, precisó.

Finalmente, el ingeniero electrónico y actual estudiante de doctorado en la línea bio-microsistemas, Miguel Aroca Cervantes, compartió la experiencia tecnológica que se usan para la detección de elementos contaminantes y patógenos. “Se hace un juego del conocimiento de nanotecnología y la utilización de sistemas que incorporan sistemas microfluidicos. Mediante estas técnica se puede tener un análisis del ecosistema, con la participación o utilización de anticuerpos y enzimas que se inmovilizan y son capaces de detectar una proteína especifica que hace parte de enfermedades que se pueden encontrar en el nicho del agua”, explicó.

Agregó que existen funcionarios de la empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, que le informaron que existen muchos microorganismos que ellos desearían poder medir, lo cual se podría dar mediante la estrategia que presenta, donde se puede evaluar qué cantidad de microorganismos están presentes en el agua que se consume.

“Frente a la problemática del río Cesar considero que antes de accionar se debe tener un accionar suficiente para operar bien. Esa información se recupera mediante sistemas de detección. Como hay presencia de microorganismos, los detectores normales que uno utiliza para detectar movimiento y luz no son suficientes porque estos son microorganismos; se necesitan elementos vivos que interactúen con ellos y nos arrojen información que se traduzca en información eléctrica, en el campo de electrónica, por ejemplo. Eso es lo que se llama biosensores y mediante las nuevas tecnologías se pueden crear sistemas muy pequeños que se utilicen en el lugar donde está el patógeno a medir”, puntualizó.

La jornada académica tuvo buena acogida por la academia vallenata y entidades encargadas del manejo de recursos hídricos en la ciudad.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN