Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 7 mayo, 2011

Retazos de la piquería

La Troja Por: Julio Oñate En el curso de los festivales vallenatos siempre se han venido presentando verseadores despistados y chambones que con versos deplorables  sólo reciben rechiflas y censura por parte del público y del jurado con la consecuente descalificación. Una de las formas de poner a prueba la capacidad repentista de los concursantes […]

Boton Wpp

La Troja

Por: Julio Oñate

En el curso de los festivales vallenatos siempre se han venido presentando verseadores despistados y chambones que con versos deplorables  sólo reciben rechiflas y censura por parte del público y del jurado con la consecuente descalificación.
Una de las formas de poner a prueba la capacidad repentista de los concursantes es la modalidad del ‘dos con dos’, que consiste en fraccionar la cuarteta entre los dos contendores y así el que comienza canta los dos primeros versos y de inmediato el otro debe completar la estrofa en forma coherente con lo planteado.
Es frecuente que el primer improvisador trate siempre de coger desprevenido al oponente incursionando en temas que no son del común.
Esto lo escuchamos en una de las rondas eliminatorias:
Soy nieto de Federman
Y primo de Ambrosio Alfinger
Y de una ripostó el otro:
Tengo muelas de caimán
Y dientes de aguja Singer

Lógicamente la tarjeta roja no se hizo esperar.
Otra modalidad que también mide la solvencia de los verseadores es la del ‘pie forzao’ en la cual las estrofas entonadas deben terminar siempre con la misma frase, forzando en esta forma a los enfrentados a rematar en igual forma.
Los jueces son los encargados de plantear el ‘pie forzao’. En una ocasión en que se exigió para cerrar las estrofas la frase ‘Virgen de Chiquinquirá’  escuché este adefesio:
A ti no te tengo miedo
Te lo voy a demostrá
Hoy te estrello contra el suelo
Virgen de Chiquinquirá

No lo fusilaron por falta de una escopeta.
Como norma general los improvisadores ponen mayor empeño en lograr una rima perfecta antes que el buen sentido de los versos, inclusive muchos tienen un inventario de palabras de difícil consonancia para esgrimirlas en un momento determinado, no faltan entre ellas hígado, revólver, peregüetano, saltimbanqui, indio,  pícaro,  electrodoméstico.
En un festival pasado el célebre ‘Monito’ Arzuaga enfrentaba en el ‘dos con dos’ a un ágil verseador urumitero y tratando de sacarle ventaja el monito logró que el jurado le permitiera comenzar la contienda. Estaba en lo fino el tira y jala de Colombia con Venezuela por la supremacía sobre Los Cayos de Coquivacoa  y astutamente fue el tema escogido por el sandiegano, así comenzó:
Que es lo que quiere Lusinchí
Peleando a Coquivacoa
Y atropelladamente de forma instantánea le ripostaron
Yo voy a buscame un trinche
Pa’ ensártate ni a una boa
Produjo tanta gracia entre el público esta respuesta que Arzuaga quedó trastabillando hasta salir derrotado entre abucheos y mofas de los asistentes. Una verdadera perla digna de un cofre de versos es esta de autores anónimos que disputaban el triunfo en esta suerte del ‘dos con dos’ es la siguiente:
La luna alumbra de noche
El sol alumbra de día
Y orgullosamente y sacando el pecho contestó el fulano:
Cuatro ruedas tiene el coche
Con honda melancolía
El concurso de la piquería es cada vez más exigente, pero sin duda seguirán apareciendo en futuras ediciones improvisadores estrafalarios y chambones.

Columnista
7 mayo, 2011

Retazos de la piquería

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio C. Oñate M.

La Troja Por: Julio Oñate En el curso de los festivales vallenatos siempre se han venido presentando verseadores despistados y chambones que con versos deplorables  sólo reciben rechiflas y censura por parte del público y del jurado con la consecuente descalificación. Una de las formas de poner a prueba la capacidad repentista de los concursantes […]


La Troja

Por: Julio Oñate

En el curso de los festivales vallenatos siempre se han venido presentando verseadores despistados y chambones que con versos deplorables  sólo reciben rechiflas y censura por parte del público y del jurado con la consecuente descalificación.
Una de las formas de poner a prueba la capacidad repentista de los concursantes es la modalidad del ‘dos con dos’, que consiste en fraccionar la cuarteta entre los dos contendores y así el que comienza canta los dos primeros versos y de inmediato el otro debe completar la estrofa en forma coherente con lo planteado.
Es frecuente que el primer improvisador trate siempre de coger desprevenido al oponente incursionando en temas que no son del común.
Esto lo escuchamos en una de las rondas eliminatorias:
Soy nieto de Federman
Y primo de Ambrosio Alfinger
Y de una ripostó el otro:
Tengo muelas de caimán
Y dientes de aguja Singer

Lógicamente la tarjeta roja no se hizo esperar.
Otra modalidad que también mide la solvencia de los verseadores es la del ‘pie forzao’ en la cual las estrofas entonadas deben terminar siempre con la misma frase, forzando en esta forma a los enfrentados a rematar en igual forma.
Los jueces son los encargados de plantear el ‘pie forzao’. En una ocasión en que se exigió para cerrar las estrofas la frase ‘Virgen de Chiquinquirá’  escuché este adefesio:
A ti no te tengo miedo
Te lo voy a demostrá
Hoy te estrello contra el suelo
Virgen de Chiquinquirá

No lo fusilaron por falta de una escopeta.
Como norma general los improvisadores ponen mayor empeño en lograr una rima perfecta antes que el buen sentido de los versos, inclusive muchos tienen un inventario de palabras de difícil consonancia para esgrimirlas en un momento determinado, no faltan entre ellas hígado, revólver, peregüetano, saltimbanqui, indio,  pícaro,  electrodoméstico.
En un festival pasado el célebre ‘Monito’ Arzuaga enfrentaba en el ‘dos con dos’ a un ágil verseador urumitero y tratando de sacarle ventaja el monito logró que el jurado le permitiera comenzar la contienda. Estaba en lo fino el tira y jala de Colombia con Venezuela por la supremacía sobre Los Cayos de Coquivacoa  y astutamente fue el tema escogido por el sandiegano, así comenzó:
Que es lo que quiere Lusinchí
Peleando a Coquivacoa
Y atropelladamente de forma instantánea le ripostaron
Yo voy a buscame un trinche
Pa’ ensártate ni a una boa
Produjo tanta gracia entre el público esta respuesta que Arzuaga quedó trastabillando hasta salir derrotado entre abucheos y mofas de los asistentes. Una verdadera perla digna de un cofre de versos es esta de autores anónimos que disputaban el triunfo en esta suerte del ‘dos con dos’ es la siguiente:
La luna alumbra de noche
El sol alumbra de día
Y orgullosamente y sacando el pecho contestó el fulano:
Cuatro ruedas tiene el coche
Con honda melancolía
El concurso de la piquería es cada vez más exigente, pero sin duda seguirán apareciendo en futuras ediciones improvisadores estrafalarios y chambones.