La situación por la que atraviesan hoy los vendedores estacionarios del balneario Hurtado, tras medidas adoptadas por la administración municipal llegó al Concejo de Valledupar, para ser analizada.

Al debate fue citado el secretario de Gobierno, Gonzalo Arzuza, quien mantiene su posición en asegurar que están cumpliendo con lo que dicta el Código Nacional de Policía, prohibir la venta y consumo de alcohol en lugares públicos; sin embargo es cuestionado por algunos concejales que se preguntan por qué no aplicar la medida también en otros puntos de Valledupar.

Al funcionario, los proponentes del debate le solicitaron información sobre la relación del consumo de alcohol en este lugar y situaciones que ponen en peligro la integridad de las personas; pero no todas las dudas de los corporados quedaron claras. Además el secretario de

Gobierno se excusó en algunos puntos por no haber recibido la información de otras sectoriales, que no son de su competencia.
Ante esto, el concejal Gabriel Muvdi Arangüena le pide que denuncie al secretario general de la Alcaldía y a la Policía ante la Procuraduría, por no entregar información para este debate.

Además aseguró que no se puede atropellar a una persona que genera el sustento diario para su familia. “Si hablamos del Código de Policía aquí se cerrarían muchos negocios que no cumplen con el uso de suelo. Tenemos que organizarlos para que se respete su derecho al trabajo para que esta situación no sea lamentable, porque la administración no tiene una política pública de empleo”, acotó el corporado.

Por su parte, el abogado de los vendedores, José Jaime Padilla, aseguró que espera que haya una solución para los comerciantes. “Tenemos una propuesta y es que se suspenda la medida mientras la administración realiza mesas de trabajo que permita la planificación de la intervención del río en esta restricción porque así lo ordena una sentencia de la Corte Constitucional. Luego de las conclusiones de esa mesa se aplique de manera consensuada con los trabajadores informales”, expresó.

Dijo además que hoy el balneario está sin parqueadero debido a la improvisación de la medida ya que “restringieron la venta de comidas en el río y a los vendedores los reubicaron en los parqueaderos, y los de estos lugares quedaron sin nada que hacer, mientras que los que vendían cerveza se les prohibió en primer aspecto, luego se les permitió con unos horarios que aún no están claros y los artesanos fueron reubicados”, acotó.

Andreina Bandera / EL PILÓN
[email protected]