La demanda permite el cumplimiento de las disposiciones que están establecidas en el Decreto - Ley 4633 de 2011.
Tal como lo había anunciado el director encargado de la Dirección Territorial Cesar- Guajira de la Unidad de Restitución de Tierras, Fabián Oyaga, la institución presentó la demanda étnica a favor del resguardo indígena de Iroka del pueblo Yukpa, con una extensión de 8.678 hectáreas.
Con esta demanda se da cumplimiento a las disposiciones que están establecidas en el Decreto – Ley 4633 de 2011, en el que se avanza en el restablecimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y se reconoce de manera expresa al territorio como víctima; en consonancia con el contenido de disposiciones internacionales y constitucionales en las cuales se valora la relación espiritual que tienen las comunidades étnicas con la tierra.
Un total de 4.770 habitantes del resguardo Iroka buscan que los derechos que les han sido vulnerados se les sean restablecidos, debido a que fueron arrebatados de estos como consecuencia de la presencia de grupos armados al margen de la ley. Durante muchos años los territorios de las comunidades indígenas han estado insertos en las dinámicas del conflicto interno armado.
El control y la tenencia de la tierra, la riqueza natural y mineral, así como el uso de estos territorios como corredor o escenario de los actores del conflicto armado han vulnerado a las comunidades indígenas sometiéndolas al desplazamiento y a la pobreza.
En relación con lo enunciado, las afectaciones que han sufrido la comunidad Yukpa del resguardo de Iroka, asentada en el municipio de Codazzi, departamento del Cesar, debido al conflicto armado interno han provocado una profanación espiritual de su territorio y el desequilibrio en la forma en que ejercen control sobre el mismo, razón por la cual es necesaria la adopción de medidas dirigidas a su restablecimiento.
Una vez entró en vigencia la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, la comunidad indígena Yukpa encontró el escenario para recuperar sus territorios y a través de la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos Indígenas, se inició el proceso de restitución de tierras y de derechos territoriales.
Este caso pone de relieve la importancia que tienen los factores subyacentes en el estado de vulnerabilidad de las poblaciones indígenas y cómo estos deben ser tenidos en cuenta en el marco de un proceso de restitución de derechos territoriales.
Para tal fin, la Unidad de Restitución de Tierras por medio de la Dirección de Asuntos Étnicos adelantó el proceso de caracterización de afectaciones territoriales e identificó, no sólo los principales hechos que han afectado a la comunidad, sino también el acervo probatorio que permitió redactar la demanda, que busca restituir los derechos territoriales afectados a esta comunidad indígena.
La Unidad de Restitución de Tierras radicó demanda que busca restablecer los derechos territoriales de 874 familias indígenas de la comunidad Yukpa del Resguardo de Iroka, en la Serranía del Perijá.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN
[email protected]
La demanda permite el cumplimiento de las disposiciones que están establecidas en el Decreto - Ley 4633 de 2011.
Tal como lo había anunciado el director encargado de la Dirección Territorial Cesar- Guajira de la Unidad de Restitución de Tierras, Fabián Oyaga, la institución presentó la demanda étnica a favor del resguardo indígena de Iroka del pueblo Yukpa, con una extensión de 8.678 hectáreas.
Con esta demanda se da cumplimiento a las disposiciones que están establecidas en el Decreto – Ley 4633 de 2011, en el que se avanza en el restablecimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y se reconoce de manera expresa al territorio como víctima; en consonancia con el contenido de disposiciones internacionales y constitucionales en las cuales se valora la relación espiritual que tienen las comunidades étnicas con la tierra.
Un total de 4.770 habitantes del resguardo Iroka buscan que los derechos que les han sido vulnerados se les sean restablecidos, debido a que fueron arrebatados de estos como consecuencia de la presencia de grupos armados al margen de la ley. Durante muchos años los territorios de las comunidades indígenas han estado insertos en las dinámicas del conflicto interno armado.
El control y la tenencia de la tierra, la riqueza natural y mineral, así como el uso de estos territorios como corredor o escenario de los actores del conflicto armado han vulnerado a las comunidades indígenas sometiéndolas al desplazamiento y a la pobreza.
En relación con lo enunciado, las afectaciones que han sufrido la comunidad Yukpa del resguardo de Iroka, asentada en el municipio de Codazzi, departamento del Cesar, debido al conflicto armado interno han provocado una profanación espiritual de su territorio y el desequilibrio en la forma en que ejercen control sobre el mismo, razón por la cual es necesaria la adopción de medidas dirigidas a su restablecimiento.
Una vez entró en vigencia la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, la comunidad indígena Yukpa encontró el escenario para recuperar sus territorios y a través de la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos Indígenas, se inició el proceso de restitución de tierras y de derechos territoriales.
Este caso pone de relieve la importancia que tienen los factores subyacentes en el estado de vulnerabilidad de las poblaciones indígenas y cómo estos deben ser tenidos en cuenta en el marco de un proceso de restitución de derechos territoriales.
Para tal fin, la Unidad de Restitución de Tierras por medio de la Dirección de Asuntos Étnicos adelantó el proceso de caracterización de afectaciones territoriales e identificó, no sólo los principales hechos que han afectado a la comunidad, sino también el acervo probatorio que permitió redactar la demanda, que busca restituir los derechos territoriales afectados a esta comunidad indígena.
La Unidad de Restitución de Tierras radicó demanda que busca restablecer los derechos territoriales de 874 familias indígenas de la comunidad Yukpa del Resguardo de Iroka, en la Serranía del Perijá.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN
[email protected]