El conflicto armado dejó a una población como Guacoche, ubicada al noroccidente de Valledupar, con un golpe difícil de resarcir. Pero pudo más la organización de su gente, que aprendió a sanar las heridas que les dejó el asesinato de su líder, Algemiro Quiroz Márquez.

Desde el 11 de diciembre de 2015, cuando se firmó oficialmente el proceso de Reparación Colectiva para esta comunidad, comenzó su inclusión al mundo del perdón y olvido.

En esa ocasión el acto se hizo con la presencia de la Dirección de Asuntos para Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras del Ministerio del Interior, que fue la garante de la firma y protocolización del Plan Integral de Reparación Colectiva de para Guacoche, construido por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.

Un mes después, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, visitó a los ‘guacocheros’ para anunciarles su complacencia y además, llevar el mensaje al mundo de su tratamiento por ser la primera comunidad afrodescendiente en Colombia, que como víctima del conflicto armado, tiene aprobado un plan de reparación colectiva.

Para hoy miércoles está programada la visita de representantes del gobierno del Reino Unido, según confirmó la directora de la Unidad Nacional para las Víctimas, Yolanda Pinto de Gaviria.

“El gobierno del Reino Unido hace parte del Fondo Multi-Donante y junto con el PNUD vienen a revisar las inversiones que se están haciendo como medida de satisfacción para la comunidad de Guacoche”, indicó Pinto de Gaviria.

En el Cesar existen alrededor de 50 procesos pendientes de la reparación colectiva, específica para las comunidades y pueblos étnicos. El Programa de Reparación Colectiva es implementado por medio de Planes de Reparación Colectiva desde el registro del sujeto colectivo, hasta la formulación por parte de las víctimas y la implementación por parte de las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, de un plan de reparación, que finalmente es aprobado por el respectivo Comité Territorial de Justicia Transicional.

Este proyecto, en función del diagnóstico del daño que se realice, puede contener medidas de satisfacción, restitución, rehabilitación y garantía de no repetición.

Cuando se trata de comunidades étnicas el proceso de reparación colectiva se rige por los decretos 4633, 4635 y 4635, enmarcados en la Ley 1448 de 2011.

Cabe recordar que el 6 de abril de 1997 incursionó un grupo armado denominado Autodefensas Campesinas del Urabá Antioqueño. Armados con fúsiles y con lista en mano, como operaron por varios años las Autodefensas Unidas de Colombia en departamentos como Cesar, Magdalena, La Guajira, Atlántico, Córdoba, entre otros, llegaron al pueblo en el que sindicaron a varias personas de ser “colaboradores de la guerrilla” así fue como los sacaron de sus caras y los trasladaron hasta la plaza principal, asesinaron a Algemiro Quiroz Márquez y otra persona de la comunidad.

Según el presidente del Consejo Comunitario, Algemiro Quiroz, en manos de las AUC en Guacoche hubo más de 10 personas muertas y otras perecieron después a consecuencia de la ejecuciones que se hicieron en plaza pública.

Los guacocheros tardaron cerca de seis años para recuperar el terreno expropiado por las bandas armadas al margen de la ley. En el trascurso de la violencia paramilitar en Guacoche sus habitantes perdieron tierras, ganados y hasta la propia cultura que los identifica.

Desde el 6 de abril de 2013 la Unidad para las Víctimas en el Cesar realizó el primer encuentro a través del equipo de reparación colectiva étnica de la Dirección Territorial de la Unidad de Reparación Integral a las Víctimas.
Guacoche hace parte del proyecto ‘Reparación colectiva a las víctimas para la reconstrucción social’ forma parte del Fondo Fiduciario Multi-Donantes para el Posconflicto y la Paz en Colombia, gestionado por el Banco Mundial. Con una duración de tres años (2015-2018) y unos recursos asignados de 4,7 millones de dólares.

Cuando se trata de comunidades étnicas el proceso de reparación colectiva se rige por los decretos 4633, 4635 y 4635, enmarcados en la Ley 1448 de 2011.

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]