Salcedo se encontraba en la ciudad desde inicios del mes de agosto, cuando arribó con cuatros compañeros más para recibir un puesto de trabajo por el que habrían pagado a un colombiano en Lima, Perú.
Diego Giovanni Salcedo Samán es uno de los cinco peruanos que permanecían varados en la capital del Cesar, luego de ser víctimas del engaño de un colombiano que les hizo una oferta laboral, finalmente falsa. Los cinco peruanos llegaron a la ciudad con la expectativa de conseguir un mejor estilo de vida, pero les tocó regresarse, excepto Salcedo Samán, quien tuvo que ser ayudado económicamente en Valledupar, para poder retornar a su país.
La gestión realizada por funcionarios de Migración y los aportes realizados por la Gobernación, Alcaldía Municipal, la empresa de transporte Copetran; así como el senador Didier Lobo, los concejales Carlos Picón y Jaime Bornacelly, y periodistas de la ciudad, permitieron que Salcedo emprendiera el sábado su viaje de la capital vallenata a la ciudad de Cali, para posteriormente trasladarse con destino a su tierra natal.
Salcedo se encontraba en la ciudad desde inicios del mes de agosto, cuando arribó con cuatros compañeros más para recibir un puesto de trabajo por el que habrían pagado a un colombiano en Lima, Perú, y que no encontraron al llegar.
“Llegamos aquí por una oferta de trabajo que me dijo un colombiano que conocí en un restaurante de Lima donde cocinábamos, que sabía mi situación económica en mí país y nos dijo que ganaríamos el triple de dinero con un nuevo empleo que nos había conseguido en un Call Center, y por el que pagamos cada uno 1.000 soles (en total unos 4 millones de pesos)”, expresó Diego Giovanni Salcedo.
El joven de 19 años agregó que al llegar el anterior lunes a las 6:00 de la mañana a la Terminal de Transportes posteriormente se trasladaron al centro de la ciudad donde se suponía llegaría otro colombiano a recogerlos para colocarlos en sus nuevos puestos de trabajo. “Pero pasaron los días y a ese punto de encuentro nadie llegó ni nos llamaron, tratamos de comunicarnos con el colombiano que nos dijo que viniéramos y no aparece”, puntualizó el peruano.
Salcedo era el único de los peruanos que no había podido regresar al país vecino por la falta de recursos económicos de los familiares para enviarle los pasajes.
Salcedo se encontraba en la ciudad desde inicios del mes de agosto, cuando arribó con cuatros compañeros más para recibir un puesto de trabajo por el que habrían pagado a un colombiano en Lima, Perú.
Diego Giovanni Salcedo Samán es uno de los cinco peruanos que permanecían varados en la capital del Cesar, luego de ser víctimas del engaño de un colombiano que les hizo una oferta laboral, finalmente falsa. Los cinco peruanos llegaron a la ciudad con la expectativa de conseguir un mejor estilo de vida, pero les tocó regresarse, excepto Salcedo Samán, quien tuvo que ser ayudado económicamente en Valledupar, para poder retornar a su país.
La gestión realizada por funcionarios de Migración y los aportes realizados por la Gobernación, Alcaldía Municipal, la empresa de transporte Copetran; así como el senador Didier Lobo, los concejales Carlos Picón y Jaime Bornacelly, y periodistas de la ciudad, permitieron que Salcedo emprendiera el sábado su viaje de la capital vallenata a la ciudad de Cali, para posteriormente trasladarse con destino a su tierra natal.
Salcedo se encontraba en la ciudad desde inicios del mes de agosto, cuando arribó con cuatros compañeros más para recibir un puesto de trabajo por el que habrían pagado a un colombiano en Lima, Perú, y que no encontraron al llegar.
“Llegamos aquí por una oferta de trabajo que me dijo un colombiano que conocí en un restaurante de Lima donde cocinábamos, que sabía mi situación económica en mí país y nos dijo que ganaríamos el triple de dinero con un nuevo empleo que nos había conseguido en un Call Center, y por el que pagamos cada uno 1.000 soles (en total unos 4 millones de pesos)”, expresó Diego Giovanni Salcedo.
El joven de 19 años agregó que al llegar el anterior lunes a las 6:00 de la mañana a la Terminal de Transportes posteriormente se trasladaron al centro de la ciudad donde se suponía llegaría otro colombiano a recogerlos para colocarlos en sus nuevos puestos de trabajo. “Pero pasaron los días y a ese punto de encuentro nadie llegó ni nos llamaron, tratamos de comunicarnos con el colombiano que nos dijo que viniéramos y no aparece”, puntualizó el peruano.
Salcedo era el único de los peruanos que no había podido regresar al país vecino por la falta de recursos económicos de los familiares para enviarle los pasajes.