Por: JACOBO SOLANO C. El viernes pasado, en todo el país, se presentó algo sin precedentes, una marcha contra un funcionario público de alto rango, quizás desde el mismo proceso 8000 no había tanta presión para que alguien renunciara, como está sucediendo con el fiscal Néstor Humberto Martínez. Las manifestaciones se llevaron a cabo en […]
Por: JACOBO SOLANO C.
El viernes pasado, en todo el país, se presentó algo sin precedentes, una marcha contra un funcionario público de alto rango, quizás desde el mismo proceso 8000 no había tanta presión para que alguien renunciara, como está sucediendo con el fiscal Néstor Humberto Martínez. Las manifestaciones se llevaron a cabo en las sedes del ente investigador de las principales ciudades del país, exigiendo que se vaya este señor, implicado en varios casos de corrupción como El Cartel de la Toga, según denunció el columnista Daniel Coronell. Grabaciones que lo involucran con Alejandro Lyons y el abogado Pinilla, además de que todavía no ha explicado por qué llegó Luis Gustavo Moreno, el fiscal anticorrupción corrupto, preso en EE. UU, de donde vendrán más revelaciones y pueden afectar directamente al fiscal general, ya que la justicia gringa no traga entero. Pero lo más grave es toda la trama tenebrosa que hay detrás del caso Odebrecht, en el que Néstor Humberto participó como abogado del Grupo Aval, socio de la firma brasileña, que tiene contra las cuerdas al hombre más rico de este país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, y a su grupo financiero, cada día más desvalorizado en la Bolsa de New York; el grupo Aval ya aceptó su participación y está colaborando con las autoridades americanas. El caso de Jorge Enrique Pizano y todas las revelaciones que hizo antes de morir dejaron a Martínez Neira verdaderamente golpeado, a pesar del nombramiento del fiscal ad hoc, que resultó ser una ficha más del fiscal y que no tendrá competencia en los casos más importantes de este escándalo que sigue creciendo y, con la colaboración de los directivos brasileños, promete detonar una bomba que afectará la institucionalidad del país y también al grupo privado más fuerte en temas bancarios.
Está demostrado que hay una ciudadanía activa, que no traga entero y no les cree a los medios de comunicación tradicionales, tomados por el poder; se moviliza por redes sociales con la firme intención de ofrecerle algo diferente a esta sociedad, carente de valores y empañada por la corrupción. La marcha del viernes es el campanazo del cansancio existente, evidenciado con la Consulta Anticorrupción, fueron casi 12 millones de votos. Los sectores tradicionales insisten en tildar estas protestas con el tema de la izquierda, de las Farc y de Gustavo Petro, pero es una ciudadanía cansada de quienes ostentan el poder corrupto sin consecuencias, por mucho menos se cayó el fiscal en Perú y aquí no pasa nada. Las marchas van seguir hasta que el fiscal tenga la cordura de entender que no puede acabar con la imagen de una entidad como la Fiscalía, que su figura es impopular, que no puede atornillarse al poder para cubrir las fechorías de sus antiguos socios. Fiscal, llegó el momento de dar un histórico paso al costado y enviarle un mensaje de esperanza a Colombia ¡Fiscal, Renuncie!
Por: JACOBO SOLANO C. El viernes pasado, en todo el país, se presentó algo sin precedentes, una marcha contra un funcionario público de alto rango, quizás desde el mismo proceso 8000 no había tanta presión para que alguien renunciara, como está sucediendo con el fiscal Néstor Humberto Martínez. Las manifestaciones se llevaron a cabo en […]
Por: JACOBO SOLANO C.
El viernes pasado, en todo el país, se presentó algo sin precedentes, una marcha contra un funcionario público de alto rango, quizás desde el mismo proceso 8000 no había tanta presión para que alguien renunciara, como está sucediendo con el fiscal Néstor Humberto Martínez. Las manifestaciones se llevaron a cabo en las sedes del ente investigador de las principales ciudades del país, exigiendo que se vaya este señor, implicado en varios casos de corrupción como El Cartel de la Toga, según denunció el columnista Daniel Coronell. Grabaciones que lo involucran con Alejandro Lyons y el abogado Pinilla, además de que todavía no ha explicado por qué llegó Luis Gustavo Moreno, el fiscal anticorrupción corrupto, preso en EE. UU, de donde vendrán más revelaciones y pueden afectar directamente al fiscal general, ya que la justicia gringa no traga entero. Pero lo más grave es toda la trama tenebrosa que hay detrás del caso Odebrecht, en el que Néstor Humberto participó como abogado del Grupo Aval, socio de la firma brasileña, que tiene contra las cuerdas al hombre más rico de este país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, y a su grupo financiero, cada día más desvalorizado en la Bolsa de New York; el grupo Aval ya aceptó su participación y está colaborando con las autoridades americanas. El caso de Jorge Enrique Pizano y todas las revelaciones que hizo antes de morir dejaron a Martínez Neira verdaderamente golpeado, a pesar del nombramiento del fiscal ad hoc, que resultó ser una ficha más del fiscal y que no tendrá competencia en los casos más importantes de este escándalo que sigue creciendo y, con la colaboración de los directivos brasileños, promete detonar una bomba que afectará la institucionalidad del país y también al grupo privado más fuerte en temas bancarios.
Está demostrado que hay una ciudadanía activa, que no traga entero y no les cree a los medios de comunicación tradicionales, tomados por el poder; se moviliza por redes sociales con la firme intención de ofrecerle algo diferente a esta sociedad, carente de valores y empañada por la corrupción. La marcha del viernes es el campanazo del cansancio existente, evidenciado con la Consulta Anticorrupción, fueron casi 12 millones de votos. Los sectores tradicionales insisten en tildar estas protestas con el tema de la izquierda, de las Farc y de Gustavo Petro, pero es una ciudadanía cansada de quienes ostentan el poder corrupto sin consecuencias, por mucho menos se cayó el fiscal en Perú y aquí no pasa nada. Las marchas van seguir hasta que el fiscal tenga la cordura de entender que no puede acabar con la imagen de una entidad como la Fiscalía, que su figura es impopular, que no puede atornillarse al poder para cubrir las fechorías de sus antiguos socios. Fiscal, llegó el momento de dar un histórico paso al costado y enviarle un mensaje de esperanza a Colombia ¡Fiscal, Renuncie!