POLÍTICA

¿Relevo o fortalecimiento en el Senado? Dos mujeres podrían desafiar a los caciques políticos del Cesar

La disputa por los votos de los cesarenses que apoyan a senadores locales se perfila como un pulso entre las maquinarias tradicionales y liderazgos emergentes. El panorama abre varios escenarios.

¿Relevo o fortalecimiento en el Senado? Dos mujeres podrían desafiar a los caciques políticos del Cesar

¿Relevo o fortalecimiento en el Senado? Dos mujeres podrían desafiar a los caciques políticos del Cesar

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Se acercan las elecciones presidenciales y legislativas del 2026, quizás, una de las más retadoras para algunos grupos políticos tradicionales, entre otras cosas, por el surgimiento de nuevos liderazgos y el agotamiento normal de varios periodos en el poder. 

El Cesar podría vivir un reacomodo en la representación política en el Senado o una reconfiguración de fuerzas en la que se aumente a 4 el número de senadores provenientes del departamento. Actualmente, tres congresistas ostentan ese poder: Didier Lobo Chinchilla, de Cambio Radical; José Alfredo Gnecco, del Partido de La U; e Imelda Daza, del partido Comunes.

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Los dos primeros aspiran a repetir curul, pero deberán enfrentar un escenario marcado por la irrupción de aspiraciones de nuevos perfiles con opciones de poder.  Se trata de Claudia Margarita Zuleta y Katia Ospino, excandidatas a la Gobernación del Cesar. Aunque no han confirmado públicamente su aspiración, ya están construyendo equipos y recorriendo los territorios. 

El desafío de las mujeres

La diputada Claudia Margarita Zuleta está trabajando para lograr un puesto clave en la lista cerrada que llevaría el Centro Democrático. De esa posición depende si es candidata o no. A su favor tiene los halagos que ha recibido por parte del expresidente Álvaro Uribe Vélez, jefe natural del partido. 

Claudia Margarita ha sido ‘vocera’ de los trabajadores y las empresas mineras del Cesar, además de su oposición a los Gnecco. Y en los últimos días ha logrado un perfil nacional con la oposición a las reformas del presidente Gustavo Petro. 

Por su lado, el precandidato Roy Barreras le pidió a Katia Ospino que sea candidata al Senado por el partido Fuerza de La Paz. Juntos están recorriendo el país. 

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Con la implosión de la coalición de alternativos que buscaba pelear una curul en la Cámara de Representantes, Katia Ospino no vería con malos ojos ser candidata al Senado. Además, Ospino tiene reconocimiento nacional gracias a las denuncias hechas en sus redes sociales. En orillas diferentes, Ospino tiene un perfil similar al de Vicky Dávila: pasaron del periodismo a la política.

Polémicas y experiencia

Pero al frente están dos caciques políticos expertos en sacar adelante campañas en momentos de debilidad. El senador Didier Lobo cuenta con el apoyo de la estructura del Equipo Azul, liderado por el representante Ape Cuello. Esta es, quizás, la estructura burocrática y política más fuerte y organizada del Cesar, junto a la de los Gnecco.

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Pese a un relativo debilitamiento, Lobo aún conserva fuerza electoral en municipios como Valledupar, Becerril, La Jagua de Ibirico, donde fue alcalde, y en municipios donde Cambio Radical avaló a los alcaldes. Sin embargo, enfrenta cuestionamientos judiciales.

La Corte Suprema de Justicia le precluyó una investigación por presunta celebración indebida de contratos y peculado por apropiación en favor de terceros, pero continúa vinculado a otra investigación en el alto tribunal por presunto enriquecimiento ilícito.

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Por su parte, el senador José Alfredo Gnecco hace parte de uno de los clanes políticos más poderosos del Cesar. En el 2026 buscará su tercer periodo como senador de Colombia. Gnecco no se afana por mostrar su agenda o logros legislativos en sus redes, y poco opina en los grandes debates nacionales. En las dos elecciones anteriores bastó la fuerza política de los Gnecco con la estructura burocrática y financiera de la Gobernación del Cesar y el apoyo de las alcaldías del partido de la U.

Pero ahora carga algunos desgastes. El senador enfrenta una investigación formal por parte de la Corte Suprema de Justicia por su presunta participación en el denominado “cartel de la toga”. 

Según el alto tribunal, Gnecco habría pagado 150 millones de pesos al exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno con el objetivo de dilatar un proceso penal contra su padre, el exgobernador del Cesar Lucas Gnecco Cerchar. La investigación involucra posibles delitos de cohecho por dar u ofrecer y prevaricato por omisión.

Varios panoramas

La disputa por los votos de los cesarenses que apoyan a senadores locales se perfila como un pulso entre las maquinarias tradicionales y liderazgos emergentes. El panorama abre varios escenarios: que el Cesar alcance cuatro curules en el Senado, que se mantenga el actual equilibrio o que se produzca un relevo generacional. En cualquier caso, será decisiva la votación que los candidatos logren fuera del departamento.

Lobo y Gnecco cuentan con las estructuras políticas y el respaldo del poder local, pero enfrentan el desgaste de años de representación y cuestionamientos judiciales. Zuleta y Ospino, en cambio, no tienen la maquinaria, pero encarnan un discurso fresco en un electorado que parece cansado de la política tradicional.

Temas tratados
  • cambio radical
  • Claudia Margarita Zuleta
  • Claudia Margarita Zuleta y Katia Ospino
  • de Cambio Radical; José Alfredo Gnecco
  • del Partido de La U; e Imelda Daza
  • Didier Lobo
  • Didier Lobo Chinchilla
  • gnecco
  • La jagua de ibirico

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