Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 21 julio, 2010

Relaciones con Venezuela: un nuevo obstáculo

Por: Basilio Padilla En nuestras relaciones con Venezuela las opiniones son tan diversas y apasionadas, que todo mundo parece tener una idea de cómo resolverlas. Sin embargo, la lógica indica que a pesar de las difíciles posiciones y opiniones del presidente Chávez y a pesar de sus diarios comentarios en contra del gobierno colombiano, no […]

Por: Basilio Padilla

En nuestras relaciones con Venezuela las opiniones son tan diversas y apasionadas, que todo mundo parece tener una idea de cómo resolverlas. Sin embargo, la lógica indica que a pesar de las difíciles posiciones y opiniones del presidente Chávez y a pesar de sus diarios comentarios en contra del gobierno colombiano, no nos beneficiaríamos continuando la guerra de palabras y acusaciones. Exactamente por esto mismo, le doy toda la razón a nuestro presidente electo Juan Manuel Santos, quien ha demostrado hasta ahora que no está interesado en continuar esta larga pelea con nuestros vecinos.
Al mismo tiempo critico las declaraciones del gobierno saliente al efecto de que un sinnúmero de guerrilleros de las FARC, se encuentran en territorio Venezolano. No sabemos exactamente los objetivos de estas declaraciones, a pocos días de la instalación del nuevo presidente. Asumiendo que esto sea verdad, tampoco se presentaron las pruebas necesarias ni se denunciaron ante los organismos internacionales. Por supuesto estas declaraciones otra vez despertaron la ira de los gobernantes venezolanos, provocando la llamada de su embajador. Tales aseveraciones fueron denunciadas por distintos funcionarios en Venezuela, quienes alegan que ello obedece a las constantes provocaciones del gobierno colombiano y al hecho de que el presidente Uribe desea escatimar los deseos del nuevo presidente de normalizar relaciones con el país vecino.  A pocas semanas de la inauguración del nuevo presidente, estos alegatos deben haber sido dejados a criterio de la nueva administración. A pesar de que a muchos de nosotros no nos gusta el mandatario venezolano y sus constantes malintencionadas  declaraciones, ya él había expresado su voluntad de comenzar un buen dialogo con Colombia y había respondido favorablemente a la invitación del presidente electo Juan Manuel Santos.

El presidente electo parece estarle dando un enfoque internacional a su término presidencial iniciando con su visita al viejo continente. Es el enfoque correcto en una época de economías globales, inversión extranjera, convivencia pacífica, intercambios comerciales y acuerdos bilaterales y multilaterales de libre comercio con todos los países del mundo, aun más con los vecinos. Las prioridades del nuevo presidente deben ser el  importante aspecto de la generación de empleo, estimular la economía e incrementar la infraestructura, como uno de los instrumentos más efectivos para disminuir las tasas elevadas de desempleo. De hecho, las relaciones con Venezuela son importantes en este aspecto, ya que departamentos como el nuestro, se han visto aun más afectados que otros en lo que se refiere a nuestro intercambio agrario y ganadero.
El presidente Chávez ha preferido comprar bovinos y otros productos de Brasil y Argentina a precios mucho más elevados de lo que podría obtener en Colombia. Para aquellos que piensan que el mandato del presidente Chávez muy pronto llegara a su fin, no nos engañemos, ya que uno de los aspectos de este gobierno es la astuta forma de mantenerse en el poder. Un buen ejemplo a seguir es el del presidente Lula da Silva del Brasil, indiscutiblemente la mejor economía de Latinoamérica, en  su posición de amistad con todo el mundo, a pesar de que  muchos objeten estos principios. Los habitantes de Brasil, de seguro no les importa si Lula da Silva es amigo de Chávez, Obama y Fidel Castro al mismo tiempo, ya que lo que les interesa es que la economía y el país se encuentren en buenas condiciones.

Columnista
21 julio, 2010

Relaciones con Venezuela: un nuevo obstáculo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla En nuestras relaciones con Venezuela las opiniones son tan diversas y apasionadas, que todo mundo parece tener una idea de cómo resolverlas. Sin embargo, la lógica indica que a pesar de las difíciles posiciones y opiniones del presidente Chávez y a pesar de sus diarios comentarios en contra del gobierno colombiano, no […]


Por: Basilio Padilla

En nuestras relaciones con Venezuela las opiniones son tan diversas y apasionadas, que todo mundo parece tener una idea de cómo resolverlas. Sin embargo, la lógica indica que a pesar de las difíciles posiciones y opiniones del presidente Chávez y a pesar de sus diarios comentarios en contra del gobierno colombiano, no nos beneficiaríamos continuando la guerra de palabras y acusaciones. Exactamente por esto mismo, le doy toda la razón a nuestro presidente electo Juan Manuel Santos, quien ha demostrado hasta ahora que no está interesado en continuar esta larga pelea con nuestros vecinos.
Al mismo tiempo critico las declaraciones del gobierno saliente al efecto de que un sinnúmero de guerrilleros de las FARC, se encuentran en territorio Venezolano. No sabemos exactamente los objetivos de estas declaraciones, a pocos días de la instalación del nuevo presidente. Asumiendo que esto sea verdad, tampoco se presentaron las pruebas necesarias ni se denunciaron ante los organismos internacionales. Por supuesto estas declaraciones otra vez despertaron la ira de los gobernantes venezolanos, provocando la llamada de su embajador. Tales aseveraciones fueron denunciadas por distintos funcionarios en Venezuela, quienes alegan que ello obedece a las constantes provocaciones del gobierno colombiano y al hecho de que el presidente Uribe desea escatimar los deseos del nuevo presidente de normalizar relaciones con el país vecino.  A pocas semanas de la inauguración del nuevo presidente, estos alegatos deben haber sido dejados a criterio de la nueva administración. A pesar de que a muchos de nosotros no nos gusta el mandatario venezolano y sus constantes malintencionadas  declaraciones, ya él había expresado su voluntad de comenzar un buen dialogo con Colombia y había respondido favorablemente a la invitación del presidente electo Juan Manuel Santos.

El presidente electo parece estarle dando un enfoque internacional a su término presidencial iniciando con su visita al viejo continente. Es el enfoque correcto en una época de economías globales, inversión extranjera, convivencia pacífica, intercambios comerciales y acuerdos bilaterales y multilaterales de libre comercio con todos los países del mundo, aun más con los vecinos. Las prioridades del nuevo presidente deben ser el  importante aspecto de la generación de empleo, estimular la economía e incrementar la infraestructura, como uno de los instrumentos más efectivos para disminuir las tasas elevadas de desempleo. De hecho, las relaciones con Venezuela son importantes en este aspecto, ya que departamentos como el nuestro, se han visto aun más afectados que otros en lo que se refiere a nuestro intercambio agrario y ganadero.
El presidente Chávez ha preferido comprar bovinos y otros productos de Brasil y Argentina a precios mucho más elevados de lo que podría obtener en Colombia. Para aquellos que piensan que el mandato del presidente Chávez muy pronto llegara a su fin, no nos engañemos, ya que uno de los aspectos de este gobierno es la astuta forma de mantenerse en el poder. Un buen ejemplo a seguir es el del presidente Lula da Silva del Brasil, indiscutiblemente la mejor economía de Latinoamérica, en  su posición de amistad con todo el mundo, a pesar de que  muchos objeten estos principios. Los habitantes de Brasil, de seguro no les importa si Lula da Silva es amigo de Chávez, Obama y Fidel Castro al mismo tiempo, ya que lo que les interesa es que la economía y el país se encuentren en buenas condiciones.