La Agencia Nacional de Tierra, ANT, entregó 188 hectáreas a firmantes del Acuerdo de Paz de 2016 ubicados en zona rural de Fonseca, municipio del sur del departamento de La Guajira. 

Se trata de la Finca San Luis, predio donde los reincorporados están desarrollando actividades productivas de ganadería, confección, construcción,  vivero y proyección de energía fotovoltaica. 

Parte de los excombatientes de la extinta guerrilla FARC-EP viven en esa granja cercana al antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ETCR, ‘Pondores’ desde 2017.

“Es un avance porque es un predio que estará a nombre de los firmantes y eso genera más confianza para las iniciativas productivas que desarrollamos”, expresó Wilfran Martínez, uno de los que firmó el acta de entrega. 

Martínez es representante legal de la Cooperativa Multiactiva para la Paz de Colombia, Coompazcol, que canaliza los recursos que recibe esta comunidad por parte del Gobierno nacional y la cooperación internacional. 

El evento se realizó la mañana de este miércoles;  estuvo la subdirectora de Acceso a tierra por demanda y/o descongestión de la ANT, Rosa Doris Chaparro. 

La funcionaria dijo a EL PILÓN que estos terrenos hacen parte de los 3 millones de tierras que el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural se propuso comprar y entregar.  

“Esto es la reforma agraria, esto es la tierra para la gente que se va a quedar en el campo produciendo alimentos para todos los colombianos”, explicó Chaparro. 

Lo que viene es la realización de la escritura de la propiedad que le costó al Gobierno $1.829 millones, según fuentes oficiales. 

Pero el proceso de reincorporación a la vida económica y social “también juega un papel importante en la paz total”, expresó Angélica Ramírez, coordinadora del grupo territorial Cesar- La Guajira de la Agencia para la Reincorporación Nacional, ARN.  

Los habitantes de Pondores dijeron a EL PILÓN que aunque llegaron 250 personas, alrededor de 200 se mantienen en lo pactado. 

DAMA VERDE

Marineli Hernández es la presidenta de la Junta de Acción Comunal de Pondores y líder del proyecto agroecológico de mujeres ‘Dama Verde’ que se desarrolla en la Finca San Luis. 

La reflexión de Hernández es: “Podemos decir que tenemos tierra, pero queremos luchar para que esas miles y miles de mujeres también logren la tenencia de la tierra”. 

El trabajo de la excombatiente dentro de Coompazcol tiene que ver con fortalecer el ‘empoderamiento’ de las mujeres y asumir la directriz cuando sea necesario. 

En Dama Verde hay plantas aromáticas y medicinales, “pero también árboles nativos de la región, procesamiento de abono orgánico para que la tierra se sostenga”, agregó Marineli Hernández. 

INCURSIÓN DEL EJÉRCITO

En este vivero participan alrededor de 40 personas, 33 de ellas mujeres; la vocera de este grupo relató que desde el allanamiento que hicieron miembros del Grupo de Caballería Mecanizado del Ejército Nacional no están trabajando con el mismo ‘entusiasmo’. 

“A raíz de la incursión que hizo el Ejército, donde se llevaron uniformes, cantimploras, carpas y otros elementos que hacen parte del proyecto de memoria histórica y turismo, las mujeres nos sentimos amenazadas y muchas bajaron su fuerza para trabajar, pero nos estamos reactivando”, narró. 

Para las firmantes, ese episodio ocurrido en julio “fue un atentado a la paz”, “una violación a los derechos humanos” y ‘un intento de falso positivo judicial’. 

SECRETARÍA DE GOBIERNO DE FONSECA

EL PILÓN dialogó con Eder Peñaranda, secretario de Gobierno del municipio de Fonseca, sobre la relación que tienen las actividades agropecuarias e industriales de los firmantes y las necesidades del resto de La Guajira. 

“Es una gran satisfacción para este municipio que espera que más tarde esto se convierta en la despensa agrícola de la población y tener seguridad alimentaria”, afirmó el jefe de dicha cartera. 

Peñaranda sostuvo que la administración está interviniendo la vía de acceso a la finca “para que ellos puedan sacar los productos que se derivan de aquí”. 

Este territorio guajiro afectado por el conflicto armado hace parte de  los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET, que buscan impulsar  el desarrollo económico, social y ambiental.