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Columnista - 16 marzo, 2013

Reflexiones sueltas

Aceptemos que existen dos tipos de mentes románticas igualmente válidas: una dispuesta a inventar una buena historia de amor y otra dispuesta a creerla.

Por: Leonardo José Maya

Para Melissa Carolina Bornacelly fiel seguidora de mis escritos.

Aceptemos que existen dos tipos de mentes románticas igualmente válidas: una dispuesta a inventar una buena historia de amor y otra dispuesta a creerla. Así funciona este truco.

Mágico amor de gatos

Cierto día un gatito callejero, flaco, sucio y feo de los barrios del sur subió al tejado de una mansión en los barrios del norte. Allí conoció una linda gatita, de hermoso pelaje y trato agradable, él bajo la luz de la luna le contó historias de gatos valientes de su barrio. Ella se sintió feliz y le dio un beso muy especial.

Un milagro ocurrió en el instante. Él se transformó en un gato hermoso, de cuerpo atlético y finos modales.

Al menos así se siente él, lo mágico es que así lo ve ella.

Desconsuelo

Anoche me dormí buscándote lejana entre las estrellas del firmamento y esta mañana lloré muy triste por no tener tu amor, meconsoló una rosa que lloraba por haber perdido sus gotas de rocío, ella también buscó consuelo en lo alto. Se calmó cuando vio que el cielo del amanecer había perdido todas sus estrellas.

Mañana mismo volverán a la rosa sus gotas de rocío, volverán al cielo infinito sus estrellas pero tú nunca volverás entonces estaré más triste… y ya no tendré consuelo.

La flor

Safady pintó una flor exótica de colores magníficos. Era la flor más hermosa sobre la tierra, sus pétalos parecían abrirse ante un hermoso sol de primavera. Un joven estudiante -sin advertir el peligro- con delicadeza la recortó de la revista y la regaló a una compañera que cortejaba.

Ella sonrió con ojos dulces.

Ahora su corazón confundido no sabe a quién amar. Si al autor del regalo o al autor de la flor. Safady había prometido pintarle la flor más hermosa sobre la tierra únicamente para ella.

Había prometido también publicársela en la página central de una revista local.

Tu ausencia

Yo sé bien, amada de mis sueños, que un día partirás sin mí

Pero aun así te hablaré de lunas

Conocerás flores tan bellas que solo existen en la imaginación de los hombres heroicos, verás los mares calmos con playas de espumas que visitan los poetas nostálgicos, visitaremos jardines hermosos donde las flores vuelan como mariposas extraviadas acosadas por invisibles piratas del amor.

Pondré a tus pies las estrellas más bellas del cielo encendido.

Por ti llegaré donde los valientes, que combaten hasta el último aliento jamás se atreverían ni en sus sueños imposibles.

Todo esto haré para retenerte, sin embargo partirás,

Para entonces, ya habrás conocido todo cuanto del amor existe

Yo apenas empezaré a conocer de olvidos

Pero tengo una inquietud: ¿que harás cuando te alcancen mis recuerdos?

Te compadezco cuando la luna asome a tu ventana a reclamarte mi pena.

Y yo, en qué cielo esconderé mi alma para que pueda soportar tu ausencia

Si no existe un sol más despiadado que tu partida.

 

Columnista
16 marzo, 2013

Reflexiones sueltas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Leonardo Maya Amaya

Aceptemos que existen dos tipos de mentes románticas igualmente válidas: una dispuesta a inventar una buena historia de amor y otra dispuesta a creerla.


Por: Leonardo José Maya

Para Melissa Carolina Bornacelly fiel seguidora de mis escritos.

Aceptemos que existen dos tipos de mentes románticas igualmente válidas: una dispuesta a inventar una buena historia de amor y otra dispuesta a creerla. Así funciona este truco.

Mágico amor de gatos

Cierto día un gatito callejero, flaco, sucio y feo de los barrios del sur subió al tejado de una mansión en los barrios del norte. Allí conoció una linda gatita, de hermoso pelaje y trato agradable, él bajo la luz de la luna le contó historias de gatos valientes de su barrio. Ella se sintió feliz y le dio un beso muy especial.

Un milagro ocurrió en el instante. Él se transformó en un gato hermoso, de cuerpo atlético y finos modales.

Al menos así se siente él, lo mágico es que así lo ve ella.

Desconsuelo

Anoche me dormí buscándote lejana entre las estrellas del firmamento y esta mañana lloré muy triste por no tener tu amor, meconsoló una rosa que lloraba por haber perdido sus gotas de rocío, ella también buscó consuelo en lo alto. Se calmó cuando vio que el cielo del amanecer había perdido todas sus estrellas.

Mañana mismo volverán a la rosa sus gotas de rocío, volverán al cielo infinito sus estrellas pero tú nunca volverás entonces estaré más triste… y ya no tendré consuelo.

La flor

Safady pintó una flor exótica de colores magníficos. Era la flor más hermosa sobre la tierra, sus pétalos parecían abrirse ante un hermoso sol de primavera. Un joven estudiante -sin advertir el peligro- con delicadeza la recortó de la revista y la regaló a una compañera que cortejaba.

Ella sonrió con ojos dulces.

Ahora su corazón confundido no sabe a quién amar. Si al autor del regalo o al autor de la flor. Safady había prometido pintarle la flor más hermosa sobre la tierra únicamente para ella.

Había prometido también publicársela en la página central de una revista local.

Tu ausencia

Yo sé bien, amada de mis sueños, que un día partirás sin mí

Pero aun así te hablaré de lunas

Conocerás flores tan bellas que solo existen en la imaginación de los hombres heroicos, verás los mares calmos con playas de espumas que visitan los poetas nostálgicos, visitaremos jardines hermosos donde las flores vuelan como mariposas extraviadas acosadas por invisibles piratas del amor.

Pondré a tus pies las estrellas más bellas del cielo encendido.

Por ti llegaré donde los valientes, que combaten hasta el último aliento jamás se atreverían ni en sus sueños imposibles.

Todo esto haré para retenerte, sin embargo partirás,

Para entonces, ya habrás conocido todo cuanto del amor existe

Yo apenas empezaré a conocer de olvidos

Pero tengo una inquietud: ¿que harás cuando te alcancen mis recuerdos?

Te compadezco cuando la luna asome a tu ventana a reclamarte mi pena.

Y yo, en qué cielo esconderé mi alma para que pueda soportar tu ausencia

Si no existe un sol más despiadado que tu partida.