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Editorial - 20 abril, 2010

Reflexiones sobre el informe de la “Misión de Política Exterior”

El próximo gobierno tendrá que adelantar una serie de ajustes en la política exterior del país, teniendo en cuenta los cambios políticos y económicos que se han presentado en el mundo, en América y en Latinoamérica, en particular. Precisamente, se acaba de conocer el Informe de la Misión de Política Exterior, comisión integrada a instancias […]

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El próximo gobierno tendrá que adelantar una serie de ajustes en la política exterior del país, teniendo en cuenta los cambios políticos y económicos que se han presentado en el mundo, en América y en Latinoamérica, en particular. Precisamente, se acaba de conocer el Informe de la Misión de Política Exterior, comisión integrada a instancias del Ministerio de Relaciones Exteriores,   que ha hecho una serie de recomendaciones objetivas sobre este complejo tema.
La Misión de Política Exterior fue integrada por: el exministro Gustavo Bell Lemus, Sandra Borda, Hernando José Gómez, Socorro Ramírez, Camilo Reyes, Juan Gabriel Tokatlian, Jorge Domínguez y Luis Felipe Lampreia, quienes se apoyaron en la Fundación para el Desarrollo de la Educación Superior (Fedesarrollo) para realizar su trabajo, que plantea una serie de cambios en la política exterior del país, en el mediano y largo plazo, con el fin de adecuarlas a los cambios geopolíticos y económicos del mundo, en general, y en particular en Estados Unidos y América Latina.
Advierten estos expertos que Colombia durante los últimos años, especialmente durante los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez, concentró excesivamente su política exterior en sus relaciones con los Estados Unidos, y con este país en el tema de la lucha antinarcóticos, primero con el Plan Colombia de Pastrana y luego con la seguridad democrática de Uribe, que coincidió con la lucha antiterrorista mundial que inició George Bush.
Ese excesiva americanismo, por decirlo de alguna manera, tuvo sus costos altos para Colombia, costos que quizás no compensan los beneficios obtenidos; ahí está el Tratado de Libre Comercio (TLC), con Estados Unidos, que aún no ha sido aprobado por el Congreso de ese país, a pesar de tener, también, un alto costo económico para el sector productivo colombiano.
En opinión de estos expertos, las relaciones con EEUU deben dejar de ser el principal referente de la política exterior de Colombia; y de manera complementaria consideran necesaria una revisión de las relaciones con nuestros vecinos: Venezuela, Ecuador y Brasil, principalmente; como también una nueva visión de sus vínculos con Europa y Asia, que en el tema económico tendrá una importancia cada día mayor.
Proponen, adicionalmente, la creación de Consejo de Estrategia y Seguridad Nacional de Colombia, en el cual se armonicen las iniciativas en materia de seguridad interna con los objetivos e intereses de la política exterior.  Este organismo tendría que subordinarse a lo que determine la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, que tiene rango constitucional y en la cual tienen asiento los expresidentes y también un grupo de congresistas relacionados con este tema.
El grupo de integrantes de la Misión plantea, insistimos, revisar las relaciones con Venezuela, a partir del respeto mutuo y en el principio de no intervención en los asuntos internos y buscar más canales de comunicación binacional, que tanta falta ha hecho en los últimos meses. Algunas de estas recomendaciones también son válidas para nuestras relaciones con Ecuador. Además, considera conveniente y necesario un acercamiento de Colombia a Brasil, país que será líder en las relaciones en la región por el tamaño de su economía y su creciente liderazgo político.
Otra de las sugerencias es que Colombia debe estimular sus vínculos comerciales y políticos con el continente asiático, principalmente con los integrantes de la Asociación del Pacífico (APEC), teniendo en cuenta los mercados potenciales que estos representan para el país.
Además, coinciden en que el país deberá revisar su estrategia antinarcóticos, hoy excesivamente represiva; tener en cuenta una política de respeto a los derechos humanos, que se refleje en su política exterior, como también una estrategia de respeto al medio ambiente y a la biodiversidad que es una ventaja que tiene Colombia ante el mundo.
Lamentamos en este documento, la ausencia de mayores propuestas en materia de política de fronteras, tema que el país tradicionalmente ha descuidado por su manejo centralista de las políticas públicas, incluyendo la de relaciones exteriores. Esta deficiencia en la política de fronteras si que la han sentido el Cesar y la Guajira.
No obstante ese lunar, ese documento debe ser objeto de estudio y reflexión por parte de los distintos estamentos de la vida nacional, el sector público y privado, las universidades y lógicamente por los candidatos a la Presidencia de la República, ya que muchos de estos cambios tendrá que hacerlos – tarde o temprano- quien suceda a Álvaro Uribe Vélez.

Editorial
20 abril, 2010

Reflexiones sobre el informe de la “Misión de Política Exterior”

El próximo gobierno tendrá que adelantar una serie de ajustes en la política exterior del país, teniendo en cuenta los cambios políticos y económicos que se han presentado en el mundo, en América y en Latinoamérica, en particular. Precisamente, se acaba de conocer el Informe de la Misión de Política Exterior, comisión integrada a instancias […]


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El próximo gobierno tendrá que adelantar una serie de ajustes en la política exterior del país, teniendo en cuenta los cambios políticos y económicos que se han presentado en el mundo, en América y en Latinoamérica, en particular. Precisamente, se acaba de conocer el Informe de la Misión de Política Exterior, comisión integrada a instancias del Ministerio de Relaciones Exteriores,   que ha hecho una serie de recomendaciones objetivas sobre este complejo tema.
La Misión de Política Exterior fue integrada por: el exministro Gustavo Bell Lemus, Sandra Borda, Hernando José Gómez, Socorro Ramírez, Camilo Reyes, Juan Gabriel Tokatlian, Jorge Domínguez y Luis Felipe Lampreia, quienes se apoyaron en la Fundación para el Desarrollo de la Educación Superior (Fedesarrollo) para realizar su trabajo, que plantea una serie de cambios en la política exterior del país, en el mediano y largo plazo, con el fin de adecuarlas a los cambios geopolíticos y económicos del mundo, en general, y en particular en Estados Unidos y América Latina.
Advierten estos expertos que Colombia durante los últimos años, especialmente durante los gobiernos de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez, concentró excesivamente su política exterior en sus relaciones con los Estados Unidos, y con este país en el tema de la lucha antinarcóticos, primero con el Plan Colombia de Pastrana y luego con la seguridad democrática de Uribe, que coincidió con la lucha antiterrorista mundial que inició George Bush.
Ese excesiva americanismo, por decirlo de alguna manera, tuvo sus costos altos para Colombia, costos que quizás no compensan los beneficios obtenidos; ahí está el Tratado de Libre Comercio (TLC), con Estados Unidos, que aún no ha sido aprobado por el Congreso de ese país, a pesar de tener, también, un alto costo económico para el sector productivo colombiano.
En opinión de estos expertos, las relaciones con EEUU deben dejar de ser el principal referente de la política exterior de Colombia; y de manera complementaria consideran necesaria una revisión de las relaciones con nuestros vecinos: Venezuela, Ecuador y Brasil, principalmente; como también una nueva visión de sus vínculos con Europa y Asia, que en el tema económico tendrá una importancia cada día mayor.
Proponen, adicionalmente, la creación de Consejo de Estrategia y Seguridad Nacional de Colombia, en el cual se armonicen las iniciativas en materia de seguridad interna con los objetivos e intereses de la política exterior.  Este organismo tendría que subordinarse a lo que determine la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, que tiene rango constitucional y en la cual tienen asiento los expresidentes y también un grupo de congresistas relacionados con este tema.
El grupo de integrantes de la Misión plantea, insistimos, revisar las relaciones con Venezuela, a partir del respeto mutuo y en el principio de no intervención en los asuntos internos y buscar más canales de comunicación binacional, que tanta falta ha hecho en los últimos meses. Algunas de estas recomendaciones también son válidas para nuestras relaciones con Ecuador. Además, considera conveniente y necesario un acercamiento de Colombia a Brasil, país que será líder en las relaciones en la región por el tamaño de su economía y su creciente liderazgo político.
Otra de las sugerencias es que Colombia debe estimular sus vínculos comerciales y políticos con el continente asiático, principalmente con los integrantes de la Asociación del Pacífico (APEC), teniendo en cuenta los mercados potenciales que estos representan para el país.
Además, coinciden en que el país deberá revisar su estrategia antinarcóticos, hoy excesivamente represiva; tener en cuenta una política de respeto a los derechos humanos, que se refleje en su política exterior, como también una estrategia de respeto al medio ambiente y a la biodiversidad que es una ventaja que tiene Colombia ante el mundo.
Lamentamos en este documento, la ausencia de mayores propuestas en materia de política de fronteras, tema que el país tradicionalmente ha descuidado por su manejo centralista de las políticas públicas, incluyendo la de relaciones exteriores. Esta deficiencia en la política de fronteras si que la han sentido el Cesar y la Guajira.
No obstante ese lunar, ese documento debe ser objeto de estudio y reflexión por parte de los distintos estamentos de la vida nacional, el sector público y privado, las universidades y lógicamente por los candidatos a la Presidencia de la República, ya que muchos de estos cambios tendrá que hacerlos – tarde o temprano- quien suceda a Álvaro Uribe Vélez.