Un ejercicio interesante, sobre las injerencias del conflicto armado en el periodismo regional, se desarrolló en el auditorio de la Universidad Nacional, sede La Paz, donde se le rindió homenaje a la memoria del inmolado periodista Guzmán Quintero Torres.

Estos son escenarios propicios para reflexionar y echar una mirada crítica a la situación del periodismo durante las últimas décadas, de vez en cuando cae bien una ligera recordación de los principios rectores de esta noble profesión u oficio.Y que bueno hacerlo frente auditorios de poblaciones jóvenes, universitarios inquietos que claman por explicaciones coherentes con nuestra realidad inmersa en ese mundo de las nuevas tecnologías, en ese universo digital que día a día propone un desafío al periodismo tradicional.

El foro, ‘Otras memorias y miradas al silencio’: en homenaje al periodista Guzmán Quintero Torres, fue un componente de la Primera Semana Universitaria – Semana de la Investigación, Creación Artística y Extensión de esa universidad, en donde se escucharon voces que exigen una acción unificada de todos los medios de comunicación de Valledupar y la región para enfrentar a los actores que, mediante prácticas ilegales, han impedido el desarrollo y el bienestar de la gente de nuestros territorios.

En ese sentido se evocó la memoria de Guzmán Quintero Torres como símbolo de esa lucha que debe dar el periodismo, una tarea encaminada a la consecución de una sociedad más digna, justa y equitativa, propósito al que solo se llega mediante la creación de conciencia ciudadana en los distintos sectores poblacionales, desde la franja universitaria hasta los diferentes escenarios del accionar político, económico y demás estamentos de poder.

Al unísono, los participantes del foro advirtieron el peligro que representa la imposición de la ley del silencio en el ejercicio periodístico, al fin de cuentas ese es el propósito primordial de los enemigos de la verdad y la transparencia, ellos tienen claro que una sociedad desinformada o confundida es presa fácil para el logro de sus objetivos.

Otra de las conclusiones del foro deja plasmado el concepto de que la muerte de Guzmán Quintero Torres no será en vano, que su legado servirá de ejemplo a las nuevas generaciones del periodismo. “Que entiendan las fuerzas oscuras que a él lo pudieron silenciar, pero desconocieron que con su accionar criminal revelaron muchas verdades que antes de ese doloroso episodio la sociedad tal vez no había advertido, se desenmascararon y se mostraron tal y como eran”, una de las voces concluyentes.

También se resaltó el papel de la academia como instrumento formador de una sociedad, cuya función debe ir de la mano con la misión social que cumple el ejercicio de un periodismo serio y responsable.

La academia y el periodismo deben estar dispuestos a asumir los nuevos retos y desafíos del mundo moderno, para ello es necesario trabajar en la humanización de todos los procesos, que imperen los valores morales por encima de los intereses capitalistas. Ese debe ser el énfasis, según las voces del foro.