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Columnista - 25 abril, 2015

Recursos naturales y control de natalidad

Se está acabando el agua, los animales, los bosques, más exactamente los recursos naturales que son sinónimo de vida. En algunas regiones del país todavía contamos con muchos de estos recursos, pero habría que endurecer las políticas en este sentido y tratar de preservar al máximo dichos recursos porque la recuperación de estos es casi […]

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Se está acabando el agua, los animales, los bosques, más exactamente los recursos naturales que son sinónimo de vida. En algunas regiones del país todavía contamos con muchos de estos recursos, pero habría que endurecer las políticas en este sentido y tratar de preservar al máximo dichos recursos porque la recuperación de estos es casi nula, la norma ambiental sostiene que son patrimonio ecológico de la nación.

Sin dudas este fenómeno tiene mucha relación con las grandes sequías que se dan en algunas regiones del país. Esta situación demográfica, que no se ha reglamentado en Colombia y que a su vez se transforma en súper población, atenta directamente contra esos recursos naturales no renovables, teniendo en cuenta que el hombre es el mayor depredador entre todos los animales. 500 mil árboles se cortaron solo en las selvas del choco en el pasado año, cercanas a esas poblaciones que crecen cada día. En la espesura de la Sierra Nevada de Santa Marta, de su bosque nativo solo queda entre el 13 y 15 % debido a la tala indiscriminada por manos del hombre. La cobertura vegetal refresca los bosques y conserva la humedad ante la inclemencia del verano y los rayos del sol.

Para preservar nuestros recursos se debe implementar esa medida de control a la explosión demográfica, claro aplicable inicialmente en las regiones más pobladas por supuesto. Por otro lado ese crecimiento informal que aumenta alarmantemente por la desproporción entre nacimiento y muerte, trae consigo falta de educación, hambre, miseria indigencia, violaciones prostitución, fortalecimiento de grupos ilegales, maltrato infantil, entre otros. En un solo pueblo del Cauca hay 30 mil habitantes en extrema pobreza, una mujer de 33 años de edad es madre de 11 hijos en un pueblo de Nariño donde el 30 % de sus habitantes no sabe leer ni escribir y viven en precarias condiciones, la mayoría de mujeres desconocen la palabra planificación.

Solo en 2014 fueron capturadas y judicializadas más de 270 mil personas por hurto y otros delitos menores, sin meter asesinatos por otras razones, cada hora se roban en Colombia más de 100 celulares, todo esos actos delictivos mantienen en hacinamiento las cárceles, porque no tienen capacidad para albergar a tantos delincuentes, “no hay cama para tanta gente”. Un preso le cuesta al estado 13 millones de pesos al año y cada tres meses ingresan en promedio tres mil nuevos reos.

Otro problema social que se genera tiene que ver con la población infantil, 38 mil niños trabajan o son explotados laboralmente en nuestro país, tres de cada 10 niños viven en extrema pobreza, 300 niños murieron en el 2014 por desnutrición, eso significa que mueren en promedio de tres a cuatro infantes por semanas. 40 mil maltratos a menores solo en Bogotá, la ciudad más contaminada de América Latina. Cualquier mujer puede tener los hijos que quiera y nadie se pronuncia, no hay políticas estatales que lo regule, estos casos se palpan en la población más pobre.

Algunos programas como “Familias en Acción” de alguna manera estimulan a esas personas a procrear desmedidamente para recibir beneficios económicos del Estado, hay familias enteras que viven solo de esos recursos, entre más hijos más dinero reciben. Qué bueno sería por ejemplo brindar educación gratuita para que las jóvenes se abstengan de tener hijos a temprana edad.

Columnista
25 abril, 2015

Recursos naturales y control de natalidad

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Se está acabando el agua, los animales, los bosques, más exactamente los recursos naturales que son sinónimo de vida. En algunas regiones del país todavía contamos con muchos de estos recursos, pero habría que endurecer las políticas en este sentido y tratar de preservar al máximo dichos recursos porque la recuperación de estos es casi […]


Se está acabando el agua, los animales, los bosques, más exactamente los recursos naturales que son sinónimo de vida. En algunas regiones del país todavía contamos con muchos de estos recursos, pero habría que endurecer las políticas en este sentido y tratar de preservar al máximo dichos recursos porque la recuperación de estos es casi nula, la norma ambiental sostiene que son patrimonio ecológico de la nación.

Sin dudas este fenómeno tiene mucha relación con las grandes sequías que se dan en algunas regiones del país. Esta situación demográfica, que no se ha reglamentado en Colombia y que a su vez se transforma en súper población, atenta directamente contra esos recursos naturales no renovables, teniendo en cuenta que el hombre es el mayor depredador entre todos los animales. 500 mil árboles se cortaron solo en las selvas del choco en el pasado año, cercanas a esas poblaciones que crecen cada día. En la espesura de la Sierra Nevada de Santa Marta, de su bosque nativo solo queda entre el 13 y 15 % debido a la tala indiscriminada por manos del hombre. La cobertura vegetal refresca los bosques y conserva la humedad ante la inclemencia del verano y los rayos del sol.

Para preservar nuestros recursos se debe implementar esa medida de control a la explosión demográfica, claro aplicable inicialmente en las regiones más pobladas por supuesto. Por otro lado ese crecimiento informal que aumenta alarmantemente por la desproporción entre nacimiento y muerte, trae consigo falta de educación, hambre, miseria indigencia, violaciones prostitución, fortalecimiento de grupos ilegales, maltrato infantil, entre otros. En un solo pueblo del Cauca hay 30 mil habitantes en extrema pobreza, una mujer de 33 años de edad es madre de 11 hijos en un pueblo de Nariño donde el 30 % de sus habitantes no sabe leer ni escribir y viven en precarias condiciones, la mayoría de mujeres desconocen la palabra planificación.

Solo en 2014 fueron capturadas y judicializadas más de 270 mil personas por hurto y otros delitos menores, sin meter asesinatos por otras razones, cada hora se roban en Colombia más de 100 celulares, todo esos actos delictivos mantienen en hacinamiento las cárceles, porque no tienen capacidad para albergar a tantos delincuentes, “no hay cama para tanta gente”. Un preso le cuesta al estado 13 millones de pesos al año y cada tres meses ingresan en promedio tres mil nuevos reos.

Otro problema social que se genera tiene que ver con la población infantil, 38 mil niños trabajan o son explotados laboralmente en nuestro país, tres de cada 10 niños viven en extrema pobreza, 300 niños murieron en el 2014 por desnutrición, eso significa que mueren en promedio de tres a cuatro infantes por semanas. 40 mil maltratos a menores solo en Bogotá, la ciudad más contaminada de América Latina. Cualquier mujer puede tener los hijos que quiera y nadie se pronuncia, no hay políticas estatales que lo regule, estos casos se palpan en la población más pobre.

Algunos programas como “Familias en Acción” de alguna manera estimulan a esas personas a procrear desmedidamente para recibir beneficios económicos del Estado, hay familias enteras que viven solo de esos recursos, entre más hijos más dinero reciben. Qué bueno sería por ejemplo brindar educación gratuita para que las jóvenes se abstengan de tener hijos a temprana edad.