Varios años han tenido que esperar los carromuleros para que la administración municipal les ofrezca un programa de reconversión laboral en el cual saldrán beneficiados estos trabajadores y la ciudadanía en general, ya que por la mala disposición de residuos, podas y escombros, Valledupar cuenta con una problemática mayúscula que tiene en riesgo la salubridad.

Es por eso que la administración municipal asegura que ha venido trabajando en el proyecto. Es importante mencionar que de acuerdo a la Ley 2138 del 4 de agosto de 2021, los entes territoriales cuentan con 10 meses para realizar un censo del 100 % en el que se evidencien los datos de las personas dedicadas a esta labor. En ese sentido, la secretaria de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo local, Emma Carrascal, indicó: “Una vez el DANE entregó los lineamientos que se debían seguir para esta caracterización, para conocer cuántas personas ejercen esta actividad, se priorizó el proyecto de reconversión el cual está valorado en 3.850 millones de pesos”.

Por su parte, José Calderón, representante de la Asociación de Carromuleros de Valledupar, aseguró que la administración no les ha realizado ningún tipo de seguimiento. “La información que tienen los secretarios se las he brindado yo, ellos no han optado por convocar a estos carros para saber en qué condiciones están. Me parece que ese proceso de los lineamientos del DANE está demasiado demorado, a esto hay que darle inicio inmediatamente y no esperar hasta el otro año”.

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¿POR QUÉ HA DEMORADO TANTO LA RECONVERSIÓN?

El proyecto ha sido largo y tedioso, según indican los trabajadores de vehículos de tracción animal e incluso los animalistas y ciudadanos en general, quienes se preocupan por la salud de los caballos y los basureros a cielo abierto que hay distribuidos en la Valledupar. Hay que recordar que en el gobierno de Augusto ‘Tuto’ Ramírez Uhía se hizo reconversión laboral a 27 trabajadores de los 350 que había en ese momento.

Por tanto, la secretaria Emma Carrascal explicó el paso a paso de este proyecto: “Debemos cumplir un cronograma de actividades que incluye capacitación, reconversión, acompañamiento y seguimiento, para garantizar que en una próxima administración sea un proyecto replicable que nos permita avanzar en este proceso. Una vez tengamos la caracterización, que tiene que salir este mismo año, nosotros podremos arrancar en el 2022 con las jornadas de capacitación para mostrarles unas nuevas alternativas”.

A su vez afirmó que este es un trabajo mancomunado, en el que todas las sectoriales de la administración deben trabajar. En ese sentido, aseguró que en el proyecto concurre la Secretaría de Desarrollo, encargada de organizar con los trabajadores la reconversión y los nuevos trabajados; la Secretaría de Tránsito, la cual se encargaría de los procesos de entrega de los vehículos; la Secretaría de Salud revisaría el estado de los animales que hoy están siendo elemento principal de esta actividad económica; y nuevamente entraría la Secretaría de Desarrollo junto a la Oficina de Planeación para revisar cuál será el plan financiero que se incluirá en el Plan de gestión integral de residuos sólidos, Pegir.

BASUREROS A CIELO ABIERTO Y COMPARENDOS

Más de 30 basureros a cielo abierto se encuentran en la ciudad de Valledupar, lo cual durante todo este tiempo ha generado inconformidad en la población, debido a que estos casos se presentan por no contar con una escombrera municipal o centros de acopio donde se puedan arrojar los residuos. Los puntos críticos tienen a Valledupar sumida en una crisis medioambiental, que de no tener solución prontamente puede generar daños irreversibles. 

Mauricio Muriel, gerente de Aseo del Norte, informó que en el año 2019 la empresa recogía alrededor de 1.500 toneladas en esos puntos críticos, pero en un balance del mes pasado revelaron que para este año se están recogiendo 2.300 toneladas, es decir, un aumento de 800 toneladas. “Estamos en un círculo vicioso, nosotros llegamos y limpiamos, pero llegan terceros a cargar residuos y nuevamente llegamos a limpiar”.

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En cuanto a las multas, el secretario de Gobierno, Luis Galvis, anunció que en lo corrido del año se han impuesto 76 comparendos por parte de la Policía Ambiental por arrojar basura desde un vehículo de tracción animal. Además, el funcionario explicó que los caballos no se pueden decomisar debido a que el municipio no cuenta con un espacio adecuado que vele por las condiciones sanitarias del animal; no obstante, aclaró que las carretas si son incautadas. 

“Estos puntos críticos que están en la ciudad no solo son por la falta de cultura ciudadana, sino también por el escaso compromiso que existe por parte de la administración de poner unos sitios transitorios donde nosotros podamos disponer de esos residuos”, concluyó el líder del gremio carromulero.

Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN 

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