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Columnista - 7 mayo, 2011

Reconstruir al pais para generar confianza y desarrollo

Por: Luis Elquis Es bochornoso y también paradójico, que mientras el país se encuentra en medio del agua por el recrudecimiento del periodo de lluvias, la justicia tenga en sus archivos de investigación un proceso ligado a la corrupción por la indebida actuación del gobierno capitalino y un prestigioso grupo contratista en el desarrollo de […]

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Por: Luis Elquis

Es bochornoso y también paradójico, que mientras el país se encuentra en medio del agua por el recrudecimiento del periodo de lluvias, la justicia tenga en sus archivos de investigación un proceso ligado a la corrupción por la indebida actuación del gobierno capitalino y un prestigioso grupo contratista en el desarrollo de las formalidades contractuales y la ejecución de obras de alto impacto para la capital del país.

Ellos escribieron un capitulo más de la rica historia sobre la repartición consuetudinaria del los impuestos de los contribuyentes. Afortunadamente, la Procuraduría ha encarado este caso apegado a las evidencias y a las normas establecidas suspendiendo a Samuel Moreno Rojas, como Alcalde de Bogotá; mientras tanto los Nule se encuentran morando en los calabozos de la Fiscalía.
Los fenómenos propiciados por la naturaleza suelen ser implacables, sin embargo, a los colombianos el fenómeno de la niña no solo los asola la ferocidad y los estragos que concibe, sino también el histórico rezago en términos de planificación e infraestructura por absoluta indolencia de la dirigencia y por hechos como el referenciado.
No obstante a los antecedentes, la vivienda y la infraestructura son dos objetivos del presidente Juan Manuel Santos, en la denominada Prosperidad Democrática. Estos propósitos son oportunos y necesarios para una Nación que apostó a lo largo de 200 años por el sector primario. Actualmente, el país continúa creyendo en esa vocación para garantizar nuestra seguridad alimentaria; sin embargo, las realidades muestran que la población rural ha disminuido y la urbana cada día incrementa. Las políticas gubernamentales deben garantizar el retorno de la población rural asentada en las ciudades debido a los fenómenos naturales y de desplazamiento. Esta misión es complicada pero no imposible, sus líneas estratégicas deben incluir seguridad y tranquilidad imperecedera, amparado por el acompañamiento tecnológico, crediticio, comercial y económico, para garantizar su sostenibilidad y la productividad. Esta metodología no creo que sea la única, sin embargo, es una manera de convencer a una población sufrida, maltratada y humillada, que buscó en las ciudades tranquilidad sin encontrar alivio a sus padecimientos. El país no puede perder de vista su vocación agropecuaria, pero tampoco se puede dar el lujo de continuar rezagado en términos de infraestructura con países vecinos como Ecuador, Perú y Chile. Colombia solo tiene pavimentado el 20% de los 142 mil kilómetros de sus carreteras. El país aún no cuenta con un modelo de transporte multimodal sostenible que garantice la competitividad en términos comerciales.
El Plan de Desarrollo 2010-2014 estima una inversión para el cuatrienio de 35.2 billones de pesos, los cuales el 86% se deriva del crédito hipotecario y del ahorro de particulares, mientras que la nación aporta el 14%. La inversión es importante pero limitada, pese a ello, es un reto que debe afrontar el gobierno tras la embestida del fenómeno de la niña. El intenso invierno del año pasado y su resurgimiento han afectado 1670 kilómetros de vías y 98 puentes nacionales y deteriorado 33 mil kilómetros de los 100 mil de la red terciaria. La ola invernal también ha dejado en evidencia el riesgo representado por los asentamientos poblacionales en sitios no aptos y la construcción informal de viviendas.
El sector de la construcción es importante al momento de jalonar los indicadores económicos. Por ello, el presidente Juan Manuel Santos, pretende construir en su gobierno cerca de un millón de viviendas a través de las cuales se generan alrededor de dos millones de empleos para disminuir el déficit habitacional que llega a 3.8 millones. El sector de la construcción incentiva a varios subsectores industriales y de servicios entre ellos el cemento, los ladrillos, los vidrios, los acabados y la vigilancia; de acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente y Vivienda.
Mientras Colombia destina apenas el 1.6 del PIB según el DANE para asuntos relacionados con la infraestructura, en Japón acaban de disponer 33 mil millones de euros para reconstruir las ciudades devastadas por la naturaleza. Los colombianos entendemos que el país nipón ostenta uno de los mejores PIB del planeta; sin embargo, nos asiste la preocupación sobre el destino de los recursos en Colombia, damos por descontado que en Japón hasta el ultimo centavo será invertido en beneficio del desarrollo humano sin atenuantes ni grupos de contratistas pendientes de dádivas.  A los entes de control y de manera limitada a la ciudadanía les corresponde vigilar que los recursos estén dirigidos para cumplir con sus propósitos. No pueden seguir actuando de espaldas a situaciones evidentes. El país reclama de los organismos de control estricta vigilancia, cumplimiento de los periodos para la realización de las obras, seguimiento en la asignación de licencias,  para evitar que la construcción de un proyecto demore para ser entregado hasta el doble de lo inicialmente planificado, tal como lo reconoce el Ministro de Transporte Germán Cardona.
[email protected]

Columnista
7 mayo, 2011

Reconstruir al pais para generar confianza y desarrollo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Por: Luis Elquis Es bochornoso y también paradójico, que mientras el país se encuentra en medio del agua por el recrudecimiento del periodo de lluvias, la justicia tenga en sus archivos de investigación un proceso ligado a la corrupción por la indebida actuación del gobierno capitalino y un prestigioso grupo contratista en el desarrollo de […]


Por: Luis Elquis

Es bochornoso y también paradójico, que mientras el país se encuentra en medio del agua por el recrudecimiento del periodo de lluvias, la justicia tenga en sus archivos de investigación un proceso ligado a la corrupción por la indebida actuación del gobierno capitalino y un prestigioso grupo contratista en el desarrollo de las formalidades contractuales y la ejecución de obras de alto impacto para la capital del país.

Ellos escribieron un capitulo más de la rica historia sobre la repartición consuetudinaria del los impuestos de los contribuyentes. Afortunadamente, la Procuraduría ha encarado este caso apegado a las evidencias y a las normas establecidas suspendiendo a Samuel Moreno Rojas, como Alcalde de Bogotá; mientras tanto los Nule se encuentran morando en los calabozos de la Fiscalía.
Los fenómenos propiciados por la naturaleza suelen ser implacables, sin embargo, a los colombianos el fenómeno de la niña no solo los asola la ferocidad y los estragos que concibe, sino también el histórico rezago en términos de planificación e infraestructura por absoluta indolencia de la dirigencia y por hechos como el referenciado.
No obstante a los antecedentes, la vivienda y la infraestructura son dos objetivos del presidente Juan Manuel Santos, en la denominada Prosperidad Democrática. Estos propósitos son oportunos y necesarios para una Nación que apostó a lo largo de 200 años por el sector primario. Actualmente, el país continúa creyendo en esa vocación para garantizar nuestra seguridad alimentaria; sin embargo, las realidades muestran que la población rural ha disminuido y la urbana cada día incrementa. Las políticas gubernamentales deben garantizar el retorno de la población rural asentada en las ciudades debido a los fenómenos naturales y de desplazamiento. Esta misión es complicada pero no imposible, sus líneas estratégicas deben incluir seguridad y tranquilidad imperecedera, amparado por el acompañamiento tecnológico, crediticio, comercial y económico, para garantizar su sostenibilidad y la productividad. Esta metodología no creo que sea la única, sin embargo, es una manera de convencer a una población sufrida, maltratada y humillada, que buscó en las ciudades tranquilidad sin encontrar alivio a sus padecimientos. El país no puede perder de vista su vocación agropecuaria, pero tampoco se puede dar el lujo de continuar rezagado en términos de infraestructura con países vecinos como Ecuador, Perú y Chile. Colombia solo tiene pavimentado el 20% de los 142 mil kilómetros de sus carreteras. El país aún no cuenta con un modelo de transporte multimodal sostenible que garantice la competitividad en términos comerciales.
El Plan de Desarrollo 2010-2014 estima una inversión para el cuatrienio de 35.2 billones de pesos, los cuales el 86% se deriva del crédito hipotecario y del ahorro de particulares, mientras que la nación aporta el 14%. La inversión es importante pero limitada, pese a ello, es un reto que debe afrontar el gobierno tras la embestida del fenómeno de la niña. El intenso invierno del año pasado y su resurgimiento han afectado 1670 kilómetros de vías y 98 puentes nacionales y deteriorado 33 mil kilómetros de los 100 mil de la red terciaria. La ola invernal también ha dejado en evidencia el riesgo representado por los asentamientos poblacionales en sitios no aptos y la construcción informal de viviendas.
El sector de la construcción es importante al momento de jalonar los indicadores económicos. Por ello, el presidente Juan Manuel Santos, pretende construir en su gobierno cerca de un millón de viviendas a través de las cuales se generan alrededor de dos millones de empleos para disminuir el déficit habitacional que llega a 3.8 millones. El sector de la construcción incentiva a varios subsectores industriales y de servicios entre ellos el cemento, los ladrillos, los vidrios, los acabados y la vigilancia; de acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente y Vivienda.
Mientras Colombia destina apenas el 1.6 del PIB según el DANE para asuntos relacionados con la infraestructura, en Japón acaban de disponer 33 mil millones de euros para reconstruir las ciudades devastadas por la naturaleza. Los colombianos entendemos que el país nipón ostenta uno de los mejores PIB del planeta; sin embargo, nos asiste la preocupación sobre el destino de los recursos en Colombia, damos por descontado que en Japón hasta el ultimo centavo será invertido en beneficio del desarrollo humano sin atenuantes ni grupos de contratistas pendientes de dádivas.  A los entes de control y de manera limitada a la ciudadanía les corresponde vigilar que los recursos estén dirigidos para cumplir con sus propósitos. No pueden seguir actuando de espaldas a situaciones evidentes. El país reclama de los organismos de control estricta vigilancia, cumplimiento de los periodos para la realización de las obras, seguimiento en la asignación de licencias,  para evitar que la construcción de un proyecto demore para ser entregado hasta el doble de lo inicialmente planificado, tal como lo reconoce el Ministro de Transporte Germán Cardona.
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