Se trata de Jhonatan Arley Ortiz, procesado por los delitos de secuestro extorsivo, hurto calificado agravado, acceso carnal violento y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Varios aspectos permitieron al propietario de una finca ubicada en la vereda San Quintín del municipio de Pueblo Bello, Cesar, reconocer en juicio a Jhonatan Arley Ortiz Torres, alias Bruja, como la persona que, presuntamente, lo secuestró la mañana del 9 de enero del 2020.
El afectado, que compareció ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Valledupar, afirmó que Ortiz Torres lo intimidó con arma de fuego dentro del citado predio y lo privó de su libertad para que le diera una considerable suma de dinero.
“Al llegar a la casa, lo que hacen es que me encañonan y se presenta el señor Jhonatan Arley como jefe de las Águilas Negras con dos muchachos más”, contó el afectado.
Añadió que amenazaron a los empleados para amordazarlos y exigir que ‘patrocinaran’ económicamente a la estructura delincuencial.
“Dijo (Jhonatan) que eran del grupo armado, que venían 15 personas más subiendo, y les creí, porque pasé todo ese proceso de los paramilitares, de guerrilla, porque trabajo la parte eléctrica y tengo mi finquita”, aseveró el hombre.
La declaración la entregó como testigo de la Fiscalía en el juicio en contra de Jhonatan Arley Ortiz y Jeremías Rangel Mora, acusados de los delitos de secuestro extorsivo, hurto calificado agravado, acceso carnal violento y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Ortiz también fue reconocido por otro de los afectados que compareció y quién indicó que antes el sujeto se la pasaba en el pueblo. Además, en la audiencia anterior también fue señalado por la hija del propietario de la finca de haberla violado en un cuarto del inmueble.
“Ellos estaban encapuchados, pero yo lo alcancé a reconocer porque antes vivía en el barrio Giovanni Soto por donde él pasaba, era conocido como uno de las banditas que había y que consumían marihuana”, dijo la mujer.
Según la investigación, los delincuentes registraron las cosas de valor y con amenazas indicaron que habían elaborado dos huecos en la casa de la finca donde instalaron dos bombas; todo para que les entregaran dinero.
Tras culminar las declaraciones, el juicio fue programado para continuar el próximo 22 de noviembre.
Se trata de Jhonatan Arley Ortiz, procesado por los delitos de secuestro extorsivo, hurto calificado agravado, acceso carnal violento y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Varios aspectos permitieron al propietario de una finca ubicada en la vereda San Quintín del municipio de Pueblo Bello, Cesar, reconocer en juicio a Jhonatan Arley Ortiz Torres, alias Bruja, como la persona que, presuntamente, lo secuestró la mañana del 9 de enero del 2020.
El afectado, que compareció ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Valledupar, afirmó que Ortiz Torres lo intimidó con arma de fuego dentro del citado predio y lo privó de su libertad para que le diera una considerable suma de dinero.
“Al llegar a la casa, lo que hacen es que me encañonan y se presenta el señor Jhonatan Arley como jefe de las Águilas Negras con dos muchachos más”, contó el afectado.
Añadió que amenazaron a los empleados para amordazarlos y exigir que ‘patrocinaran’ económicamente a la estructura delincuencial.
“Dijo (Jhonatan) que eran del grupo armado, que venían 15 personas más subiendo, y les creí, porque pasé todo ese proceso de los paramilitares, de guerrilla, porque trabajo la parte eléctrica y tengo mi finquita”, aseveró el hombre.
La declaración la entregó como testigo de la Fiscalía en el juicio en contra de Jhonatan Arley Ortiz y Jeremías Rangel Mora, acusados de los delitos de secuestro extorsivo, hurto calificado agravado, acceso carnal violento y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego.
Ortiz también fue reconocido por otro de los afectados que compareció y quién indicó que antes el sujeto se la pasaba en el pueblo. Además, en la audiencia anterior también fue señalado por la hija del propietario de la finca de haberla violado en un cuarto del inmueble.
“Ellos estaban encapuchados, pero yo lo alcancé a reconocer porque antes vivía en el barrio Giovanni Soto por donde él pasaba, era conocido como uno de las banditas que había y que consumían marihuana”, dijo la mujer.
Según la investigación, los delincuentes registraron las cosas de valor y con amenazas indicaron que habían elaborado dos huecos en la casa de la finca donde instalaron dos bombas; todo para que les entregaran dinero.
Tras culminar las declaraciones, el juicio fue programado para continuar el próximo 22 de noviembre.