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Columnista - 28 julio, 2011

Reconocimiento del entorno para construir ciudades sostenibles

Segunda parte MEDIO AMBIENTE Por: Hernán Maestre Martínez   Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego. Para esta segunda parte del tema […]

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Segunda parte

MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez

 

Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.

Para esta segunda parte del tema en mención, debemos reseñar que algunos de estos tratados han propiciado espacios de reflexión y discusión alrededor del mundo, que nos han llevado a hablar de la necesidad de concebir ciudades sostenibles, a partir de la modificación de los comportamientos cotidianos de las comunidades, por ello, se ha venido proponiendo en muchos sitios programas en procura que en los hogares las personas integrantes adquieran comportamientos que permitan vivir de una manera más armónica con el ambiente.
Es importante que reconoscamos que para buscar aportar al Desarrollo Sostenible de un territorio, significa buscar modificar los comportamientos y las actitudes de las personas que allí se asientan, lo cual genera una necesidad de implementar estrategias que permitan el logro de los principios y objetivos de la Educación Ambiental (que según la UNESCO en 1977), pueden ser sintetizados en sus fines así: “El fin de la Educación Ambiental es hacer a los hombres conscientes de su responsabilidad en la protección y mejoramiento del medio, de manera que se comporten y actúen conforme a normas que aseguren un ambiente sano, que promuevan y participen en actividades encaminadas a su protección e insiten a la sociedad a esforzarse por resolver estos problemas a nivel local, nacional e internacional”.

En consecuencia la busqueda del desarrollo sostenible, parte y se basa en la nueva forma de mirar la relación entre los humanos y de estos con las otras especies y con el medio, propendiendo por el entendimiento de la interdependencia de todos los organismos y el respeto por todas las formas de vida, que habitan el planeta, lo cual sólo se lográ en la medida en que incorporemos una ética ambiental en la cotidianidad, que propicie la concervación de la estabilidad de la Biósfera a través de la planificación del uso de los recursos y la ocupación del espacio biogeográfico en un territorio.
Esto será el resultado de un profundo cambio cultural, que es necesario para encontrar la armonía del medio biofísico y el ser humano que como organismo pertenece, depende y es el resultado del mismo medio. Pero este cambio cultural será verdadero una vez se consoliden y creen nuevos valores y relaciones de la sociedad frente al ambiente.
En este orden de ideas, es necesario partir de una propuesta de una forma diferente de pensar y concebir nuestros comportamientos y actitudes cotidianas, en la busqueda de sentar las bases para el profundo cambio cultural que se requiere para una convivencia armónica y respetuosa entre nosotros los humanos entre sí y con las demás especies que habitan el Planeta, así como con el ambiente en general.

Nota Breve:

Por todo lo expresado, consideramos necesario recabar sobre la obligación y necesidad de que todos los aspirantes a ser escogidos por elección popular, incluyan – necesariamente- no como retórica sino para cumplir, programas y proyectos que apunten a la prevención, recuperación y conservación de los recursos naturales y del medio ambiente en general. Hemos comprobado que en todos los Planes de Desarrollo de los municipios del Cesar, solo insertan o mencionan lo ambiental por citarlo o como relleno.

Columnista
28 julio, 2011

Reconocimiento del entorno para construir ciudades sostenibles

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Segunda parte MEDIO AMBIENTE Por: Hernán Maestre Martínez   Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego. Para esta segunda parte del tema […]


Segunda parte

MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez

 

Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el Embalse  los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.

Para esta segunda parte del tema en mención, debemos reseñar que algunos de estos tratados han propiciado espacios de reflexión y discusión alrededor del mundo, que nos han llevado a hablar de la necesidad de concebir ciudades sostenibles, a partir de la modificación de los comportamientos cotidianos de las comunidades, por ello, se ha venido proponiendo en muchos sitios programas en procura que en los hogares las personas integrantes adquieran comportamientos que permitan vivir de una manera más armónica con el ambiente.
Es importante que reconoscamos que para buscar aportar al Desarrollo Sostenible de un territorio, significa buscar modificar los comportamientos y las actitudes de las personas que allí se asientan, lo cual genera una necesidad de implementar estrategias que permitan el logro de los principios y objetivos de la Educación Ambiental (que según la UNESCO en 1977), pueden ser sintetizados en sus fines así: “El fin de la Educación Ambiental es hacer a los hombres conscientes de su responsabilidad en la protección y mejoramiento del medio, de manera que se comporten y actúen conforme a normas que aseguren un ambiente sano, que promuevan y participen en actividades encaminadas a su protección e insiten a la sociedad a esforzarse por resolver estos problemas a nivel local, nacional e internacional”.

En consecuencia la busqueda del desarrollo sostenible, parte y se basa en la nueva forma de mirar la relación entre los humanos y de estos con las otras especies y con el medio, propendiendo por el entendimiento de la interdependencia de todos los organismos y el respeto por todas las formas de vida, que habitan el planeta, lo cual sólo se lográ en la medida en que incorporemos una ética ambiental en la cotidianidad, que propicie la concervación de la estabilidad de la Biósfera a través de la planificación del uso de los recursos y la ocupación del espacio biogeográfico en un territorio.
Esto será el resultado de un profundo cambio cultural, que es necesario para encontrar la armonía del medio biofísico y el ser humano que como organismo pertenece, depende y es el resultado del mismo medio. Pero este cambio cultural será verdadero una vez se consoliden y creen nuevos valores y relaciones de la sociedad frente al ambiente.
En este orden de ideas, es necesario partir de una propuesta de una forma diferente de pensar y concebir nuestros comportamientos y actitudes cotidianas, en la busqueda de sentar las bases para el profundo cambio cultural que se requiere para una convivencia armónica y respetuosa entre nosotros los humanos entre sí y con las demás especies que habitan el Planeta, así como con el ambiente en general.

Nota Breve:

Por todo lo expresado, consideramos necesario recabar sobre la obligación y necesidad de que todos los aspirantes a ser escogidos por elección popular, incluyan – necesariamente- no como retórica sino para cumplir, programas y proyectos que apunten a la prevención, recuperación y conservación de los recursos naturales y del medio ambiente en general. Hemos comprobado que en todos los Planes de Desarrollo de los municipios del Cesar, solo insertan o mencionan lo ambiental por citarlo o como relleno.